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Continuación cap 185

-Lance sigue durmiendo, Coran dice que no hay novedades, ha estado toda la noche llorando y teniendo malos sueños,_el azabache entraba desde su habitación, Hunk estaba sentado en el sofá con un café en la mano y con Cosmo pidiendo mimo.

-Menos mal y sí, lo mejor será dejarlo dormir, el horario de visitas es a las diez, ¿no?,_preguntó el samoano, acariciando la cabecita de Cosmo y mirando a Keith que asentía, para sentarse a su lado.

-Lo despertaremos a las nueve, el hospital está al lado pero querrá estar ahí antes,_el ojivioleta se acomodó echando la cabeza hacia atrás esa noche había sido un caos.

La loba se subió en el sofá, al ladito de Keith, acurrucando su cabecita en sus piernas, buscando mimo, que se había pasado toda la noche mimando a Lance y ella también quería.

-Tú también deberías dormir, y desayunar, dime que compras de todo y que puedo usar tu cocina,_el chico de tez clarita le lanzó una miradita, que la despensa por suerte estaba a reventar,_¿por favor?,_le pregunto poniendo ojitos.

-Uno he dormido.., algo, dos has llegado a las seis, es mi hora de salir a correr, no de desayunar, quemaría la cocina, enserio si no es por la máquina no tienes café, y hay de todo, fui a comprar ayer y mi madre vino hace dos días, estás en tu casa siéntete libre de usar lo que quieras,_le respondió, acariciando a su renacuaja, que levantaba la cabecita para darle lametones en la mejilla.

-Genial, confió en que sigas teniendo utensilios, yo estaré aquí, en la cocina, cocinando cosas ricas, y tú no tienes pinta de ir a correr, no haré mucho ruido, así que deja de ser el Keith cabezota y sé el Keith razonable y duerme un poco,_Hunk lo miro con una sonrisa, al principio el azabache le daba hasta miedo, era un chico huraño, rudo, con unas pintas de meterse en líos en cada esquina, pero se termino convirtiendo en uno de sus mejores amigos.

-Vale,_el Keith "razonable" y las ojeras de sus ojeras decidieron darle la razón al chico moreno que iba a ponerse manos a la obra en la cocina.

Keith se acurrucó en la parte larga del sofá, esa que al principio le molestó y luego se convirtió en su lugar favorito, con su pequeña mimosa, que no lo iba a dejar solo.

La noche había estado llena de mimos hacia Lance, se pasó la noche con pesadillas, lloriqueando, abrazándose a Keith, dejando que lo calmase y le acariciase el pelito y la espalda, trazando círculos en ella que se asemejaban a infinitos, como el amor que le tenía.

El ojivioleta también tenía ganas de llorar, Keith no se había olvidado de Lance, lo amaba con cada milímetro de su ser, no soportaba verlo sufrir, una parte de él se preguntaba si Lance lo habría visitado si el fuese Allura, si tal vez si hubiera sido él.., si eso pasase quizás Lance no estaría llorando y sería feliz con la chica que tanto decía amar.

Keith no durmió, nada, cero, estuvo controlando a Lance, que estuviera bien, que se sintiese cómodo, lo dejaba acurrucarse con él, que lo abrazase y estrujase hasta que considerara necesario para calmarse del todo. Haría cualquier cosa por verlo feliz, aunque le doliese tenerlo tan cerca, sin estar con él, sin poder hacerlo feliz.

-Cosmo, bonita, tranquila, voy a taparlo con la manta, no queremos al Keith enfermo gruñón,_el chico de ojos castaños le guiño un ojo a la loba y tapo a su dueño, no sin antes acariciarle la cabecita.

Hunk no se metía en medio de asuntos que no le convenían, pero le había confesado a Pidge estar de acuerdo con él, con respecto al modo en el que Lance trataba al azabache después de empezar a salir con Allura, que era su mejor amigo, que veía como se relacionaba con Keith y hasta él apostaba que estaban saliendo juntos.

Klance one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora