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Continuación 76 dedicado a @_Ousak

Y ahí estaban los dos, Lance con sus dedos largos enredándose en las hebras azabache que tanto decía odiar, que no estaban tan mal a fin de cuentas, pero si fuera por él le cortaría el pelo, que le quedaría mucho mejor que esas greñas.

Y Keith bueno, el azabache tenía menos de inocente de lo que parecía, y básicamente había perdido su mano bajo la camiseta del cubano, y un jugaba con el elástico de su calzoncillo.

Pero no, que no iban a hacer algo más allá de liarse, meterse mano y eso si, que Lance tenía una mano en los glúteos del más bajito, joder eso era un culo en condiciones, duro y redondito.

-Oye, ¿todo esto qué significa?,_le preguntó el ojivioleta, alejándose un poco, que estaba recuperando su cordura, que para él eso no era un juego.

-Pues.., ¿tú que crees?,_Lance sonreía suave, es que ese chico rebelde se veía realmente expuesto y tierno, que a los dos les costaba coger el aire.

-No lo sé, ¿vale?, esto.., a mi no se me da bien Lance.., yo.., lo mejor es que lo olvidemos no quiero,_el cubano lo hizo callar con un piquito, una mierda iba a avanzar tanto para que el de tez clara la cagase.

-Tranquilo, Keith, tranquilo,_le cogió ambas mejillas con sus manos, pegando su frente a la contraria, respirando con calma,_te he dicho que no estás solo, me tienes a mi, b-bueno si quieres y eso,_que había actuado sin pensar, y ahora estaban los dos muy juntos y muy rojos.

El resto del equipo habían dejado de ver el espectáculo, petición de Shiro, y Hunk decidió ir a comprobar que todo iba bien, por si acaso, rezó internamente por no pillarlos cuando tocó la puerta de Lance.

El cubanito gritó, el azabache se alejó de él, ambos bien sonrojados, y para evitar sospechas, un "pasa, pasa" del más alto.

Ellos disimulados, ellos dignos, ellos al fin y al cabo.

-¿Cómo vais?, veo que no os habéis matado,_les decía el samoano con una sonrisa divertida.

No, no se habían matado, pero se habían comido y metido mano, habían peleado con sus lenguas y sus labios, y habían hecho la piel ajena arder ante su tacto.

Pero nada más.

-No, resulta que soy bueno domando fieras,_presumió el cubano ganándose un codazo de parte del azabache.

-En realidad lleva perdiendo a la cosa está toda la tarde,_ahí estaba el medio galra, que aún no sabía que tenía parte de alien, pero si que sabe como molestar al ojiazul.

Empezaron una pequeña discusión provocando más de una carcajada en el más corpulento.

-Solo os iba a avisar de que la cena estará lista en un par de horas, que no lleguéis tarde,_les dijo para dejarlos en paz, esos dos eran el uno para el otro.

Y en cuanto se cerró la puerta ambos suspiraron aliviados, joder, que no querían que los pillase nadie así, acaramelados.

-Duele,_se quejó el cubano, que con el movimiento rápido se había dado un golpe en su tobillito.

-¿Te diste?, a ver,_y ahí estaba Keith a su lado, en menos de segundos, observando su tobillo.

-Siii~, Keith, dame un besito y se me pasa,_le pidió con esa carita de niño pequeño malcriado.

-Idiota, no me asustes así,_el azabache suspiró y le dio un besito en la mejilla, pero el cubano giró la carita y profundizó el beso.

-Significa que me gustas Keith, que te quiero, desde hace tiempo,_le respondió por fin el morenito.

-Creía que te gustaba Allura,_su respiración se mezclaba por lo cerca que estaban el uno del otro.

-Lo sé, pero creía que me odiabas, y pues.., no lo sé, solo quería que no sospechases nada,_le dijo en voz muy bajita, porque eso era un secreto.

-Yo también te quiero, y me gustas y eso,_Keith no era bueno con eso, pero se esforzaba.

¿Quien iba a decirles que iban a terminar así?
Así de juntitos, besándose, jugando a vídeo juegos, y si lo conseguía convencer, haciendo sesiones de belleza juntos.
Si eso último es cosa del cubano.

Pero lo más divertido es ver cómo hacen el tonto en el pasillo, a escondidas de todos, Lance sobre la espalda de Keith, abrazándolo, riendo fuerte, revolviéndole el pelo, pidiéndole que corriese más o menos.

Y por mucho que disimulasen, se veía a leguas que pasaba a algo, esas miraditas y esas risas tontas.

Pero los dejarían a su aire, más o menos, que tenían una apuesta sobre cuánto tardarían en anunciar su relación.

Y Pidge quería ganarla.

Si queréis continuación de esta o cualquier otra historieta, os espero en los comentarios.
Mil gracias por leer mis movidas.
Squire White 💕

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