Klance one-shots

⭐️187⭐️

Continuación cap 186, por una vez he sido mala, pero no os haré sufrir tanto esperando.

El camino al hospital se les hizo eterno, Coran los había llamado a toda prisa, la albina estaba aún haciendo algunas pruebas con los médicos cuando llegaron.

Tiempo suficiente para que al cubano le pusieran un precio demasiado desorbitado por un ramo de flores.

Ese día fue de alegría y llanto, era la primera vez que Lance lloraba de felicidad, era maravilloso verlo así, después de tanto tiempo, pero.., pero su corazón se estaba estrujando hasta romperse en demasiados pedazos como para volver a unirlos.

Allura se sentía fatal, quiso cortar con Lance, sabía que como amigos estarían en buenos términos, pero no eran la gran y feliz pareja, ella no sentía ese amor profundo, no supo lo que era hasta que Romelle apareció en su vida.

No quería hacer más daño a la chica que amaba, ni al chico que decía amarla, porque sabía que Lance no la amaba así, lo sabía de sobra, cuando cortó con Lotor se aferró al cubano, porque era dulce, era amable, era cálido.., pero solo lo estaba usando.

Era cruel admitir que había usado a alguien tan agradable como Lance.

También que con eso hacía daño a alguien como Keith, pero ni siquiera sospechaba hasta que punto.

Las semanas siguientes Lance se las pasó por completo en el hospital con Allura, Keith iba de recadero a veces, para llevarle algunas cosas que necesitaban y esa sonrisa decaída y apagada del cubanito había vuelto, su madre lo notaba, todos menos él mismo y Keith.

-Oye, no puedes seguir así, me voy a quedar contigo hasta que te centres, te has saltado el entrenamiento dos días, te dije que no te emocionases,_Shiro estaba recogiendo ropa del suelo para ponerla a lavar y mirando a su hermanito autocompadecerse.

Odiaba verlo así, envuelto en una manta y con Cosmo dandole mimitos y lamiéndole la mejilla.

Lance se lo había hecho por segunda vez, y no, no iba a permitir que eso afectase a la prueba física que el menor tenía que hacer, menos aún por un chico que lo había dejado por una chica que ni siquiera lo quería.

-Déjame, y deja la ropa, luego la pondré a lavar, además debes estar con tu chico,_le dijo asomando la cabecita entre la manta.

-Adam está de acuerdo conmigo, y nada de volver al hospital, ni se te ocurra, si quiere algo que mueva el culo o avise a otro,_Shiro se acerco y le arrancó la manta,_a la ducha, ya,_le respondió serio.

El menor suspiró y le hizo caso, no le quedaba otra, Shiro tenía razón, Lance no lo estaba tratando bien, no lo hizo antes, no parecía que lo fuese hacer ahora, y él tendría que abrir los ojos antes o después.

-Oye, ¿salimos un rato fuera?,_le preguntó, eran casi las cinco de la tarde, su peque debía de salir y le hacía falta despejarse y tal vez cambiar de aires y de perspectiva.

-Me parece bien, ayúdame a tender y nos vamos, ¿tú quieres salir pequeñita?,_Shiro sonrió al ver cómo la loba movía su cola pomposa en señal de acuerdo.

Hacía tiempo que no iban a darse una vuelta tonta los dos juntos, no se habían dado cuenta de cuánto tiempo los habían echado de menos, muchísimo, Shiro sonreía cada vez que veía una risa tonta o un atisbo de sonrisa en la carita de su renacuajo.

-Oye bonita, ¡vamos!,_Keith intentaba coger a su buena chica, que Cosmo era una traviesa para algunas cosas, y como llevaba tiempo sin salir a dar una vuelta tan larga, no quería volver.

-Cosmo, venga, sé buena,_la lobita seguía corriendo y ladrándole a los dos chicos que ahora la perseguían.

Casi cinco minutos hasta que consiguieron cogerla, y gracias a que se dejó, porque sino ni de coña. Que la peque de casa era muy suya.