Klance one-shots

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Ahí estaban los dos, sentados, con calma, sobre todo Keith, que se había quedado dormido apoyado en el cubanito.

Tenía el cuerpo magullado, ni siquiera se había cambiado el uniforme de marmora, esa misión lo terminó de agotar, lo suficiente como para que se quedase dormido.

Más aún sobre Lance.

-¿Cómo las ves?,_le preguntó Shiro, acercándose despacio, que un movimiento fuera de sitio y el azabache se despertaría y se pondría en guardia.

-No me ha dejado verlas, estaba de morros porque yo estaba de morros, se ha sentado para hablar y al final se ha quedado dormido.

-Vaya.., ¿os habéis peleado?,_le preguntó extrañado, y Lance suspiró.

-No es una pelea en sí.., es que míralo, no me da la gana que sea el siempre el que acaba así, y encima en cualquier misión le pasa algo y.., que no quiero ni imaginarlo, y bueno..., digamos que le he regañado bastante y se ha puesto de morros, nos hemos sentado a hablar y fíjate como ha acabado la cosa,_el chico de ojos azules como el mar observaba al que llevaba siendo su novio casi cuatro meses, dormido y en paz, pero completamente destrozado.

-Lo sé, es difícil respetar su decisión, a mi también me cuesta, pero no podemos atarlo y prohibirle descubrir esa parte que desconoce, ¿te ha llegado a hablar de ello a ti?,_le preguntó el mayor, observando con mala cara un corte en la pierna, a la altura del muslo.

-A su manera, ya sabes, a veces hay que sacarle las palabras.., pero creo que la quiere buscar a ella, que quiere saber que pasó, su padre era humano, su madre galra.., y también parte de marmora, es normal que quiera intentar reencontrarse con ella, ¿habéis hablado de ello vosotros?,_el mayor negó, había cosas para las que Keith era realmente reservado.

-No, parece que Keith se abre en ciertos aspectos contigo mucho más, confía mucho en ti, Lance, no seas muy duro con él cuando se despierte, hablaré con Kolivan, tenemos una llamada en poco con él, le diré que la herida de Keith.., no tiene buena pinta así que le pediré que si no es imprescindible lo dejen descansar un poco,_Lance asintió y le agradeció al mayor ese gesto y que lo dejasen a solas con el ojivioleta.

Keith confiaba en él a unos niveles que ni siquiera sospechaba, le parecía adorable, pero.., es que si era sincero consigo mismo cuanto más lo conocía, menos creía merecerlo, Keith era fuerte y frágil al mismo tiempo, tan valiente y tan dulce.

Hablamos de Keith Kogane, un chico que quedó huérfano, que se sintió abandonado por su madre, al que no trataron bien los adultos, ni los chicos de la edad, que aprendió a no confiar en nadie y a apañárselas él solo.

Incluso tardó semanas en abrirse algo con Shiro y meses en confiar plenamente en él.

Recordaba cómo en la Garrison, cuando no eran más que unos críos Keith iba a su aire, completamente independiente, él echaba de menos a su madre, a su padre, a sus hermanos, a toda su intensa y alegre familia.

Esa noche lo estaba pasando mal, no quería darle ningún discurso lacrimógeno a su compañero de cuarto Hunk, su amable y fiel amigo, así que salió a darse una vuelta con la excusa de ir al baño.

Keith no se acuerda de esa ocasión, porque no lo vio, porque Lance no fue capaz de ir a consolarlo, ni de ayudarlo, sólo se quedó mirando, observando escondido, en completo silencio y hasta el día de hoy se seguía sintiendo culpable.

Keith estaba en los baños compartidos, tenía una toalla y un paño que humedecía y se pasaba por el cuello y por la frente, respiraba con dificultad y se mantenía más o menos firme, agarrado con una dudosa firmeza al lavabo, estaba temblando y llorando, tal vez de rabia por sentirse débil, tal vez de pena por estar tan solo.