Llovía, pero de llover fuerte, que no podía ni andar, ¿se podía ser más desgraciado?, si, si que se podía, que su chico lo esperaba en casa.
Y él después de un horrible examen aguantando el frío insoportable que se le calaba hasta los huesos.
Toda esa maldita humedad, que adoraba el olor de la hierba mojada, pero se estaba recorriendo todos los portales hasta llegar a casa.
Entonces entre carrera y carrera improvisada encontró una caja de cartón que había visto mejores días, le llamo la atención porque había dos bultitos diminutos dentro, y ahí no pudo más con su vida.
Corrió pasando de los portales y con los dos bultitos tiritando dentro de su abrigo, agradeció que Keith calmase sus nervios como para no llevarse la mochila y mirar dudas de última hora en su móvil, en el de su chico, que el suyo murió porque olvido cargarlo.
-Keith, ¡no te enfades!,_lo llamo y grito como un loco nada más entrar en casa,_no podía dejarlos bajo la lluvia.
-Dejar a quien,_el azabache se asomó con toallas en mano, observando a su chico, que venía solo, quizás tenía alucinaciones por culpa del frío.
-A ellos, o a ellas, no estoy muy seguro,_Cosmo olfateaba el abrigo del cubanito.
-Por dios, que pequeños son, ¿dónde los han encontrado?,_Keith corrió a por una toalla y mantas para esos renacuajos.
-Estaban en una caja, bajo toda la lluvia,_Lance miraba al ojivioleta,_¿estás enfadado?,_se lo pregunto con un tontito de pena, que ya sabía que estaba Cosmo y Keith no quería más animales.
-Claro que no, ve a darte una ducha calentita, yo me ocupo, estas temblando y te enfermarás, además solo los cuidaremos y les buscaremos una familia cuando se recuperen,_le dio un golpecito en la frente que hizo reaccionar al cubano.
Y ahí estaban, Keith y Cosmo, sentaditos en el suelo, bueno la loba más bien recostada cerca de los dos gatitos que trajo el cubano, había decidido que serían sus cachorros.
-Sois muy adorables,_les dijo a los diminutos,_tendremos que buscaros algo para que comáis, lo primero será ir a ver a la vecina,_les acaricio con cuidado infinito, que eran muy frágiles y estaban muy débiles, iba a llevarlos con la madre de Pidge, que a parte de la botánica, era una gran veterinaria, hasta el punto de conseguir ponerle vacunas a Cosmo sin que la odiase, especialmente diseñadas para ella vaya.
-¿Cómo están?,_pregunto el ojiazul sentándose a su lado.
-Calentitos y vigilados,_señalo a Cosmo con la cabeza,_voy a avisar a la madre de Pidge, deberán de comer y esas cosas, no pongas esa cara, no nos los vamos a quedar.
Ja, eso no se lo creía ni él, después de un examen y la creación de dos cartillas, una a nombre del azabache y otra a nombre del cubano, su veterinaria particular los dejo volver, con una leche especial para los pequeños.
-Lance, tú tienes idea de lo que ha dicho del biberón, ¿verdad?,_le preguntó, ya desesperado, que habían sido mil instrucciones.
-Si, si, no te preocupes, son dos chicas, son nuestras bebés chiquititas,_Lance las cargaba en su regazo, la loba a su lado.
-Por ahora, en cuanto estén más fuertes las damos en adopción,_le recordó el azabache, se sentó a su lado en el sofá.
![](https://img.wattpad.com/cover/170333607-288-k429506.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Klance one-shots
FanfictionKeith, de piel clarita, ojos violeta, carácter imposible y coladito por el cubanito. Lance, morenito, ojos como el mar, completamente alocado y coladito por el medio galra. Son como el fuego y el agua, como el gato y el perro. Pero todos los polos o...