Klance one-shots

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Continuación cap 37 dedicado a @Ousak_

-¿Has quedado con Lance?,_el mayor lo observaba desde el umbral de la puerta, pocas veces su hermanito se preocupaba por su aspecto.

-S-Si,_que el más bajito casi se infarta, ¿desde cuándo su hermano era tan silencioso?

-Te has puesto guapo, ¿es una cita?,_un privilegio de ser el hermano mayor, era molestar al pequeño.

-Creo que si, la primera,_el menor suspiro, que llevaba años fuera del armario, pero.., Lance era popular.

Si, en el instituto se armó un auténtico revuelo, porque el día de San Valentín el chico más popular se declaró, pero no a una chica guapa, o a alguien popular, no, no, se declaró ante el chico más marginado de todos, pero era el mejor de todos.

Keith era el más guapo, el más listo, el más bueno, el más dulce, era muchas cosas, y todas ellas habían llenado de vida al moreno.

-Keith, es Lance, el de siempre, te apuesto a que habéis tenido citas muuucho antes que esta,_le sonrió y lo abrazó, que era su pequeñajo.

-Lo sé, lo sé, pero es que, aaah, déjame pesado,_el más bajito lo apartó, que estaban tocando al timbre y ese era su novio, si, su novio.

Ahí estaba, en el portal de la casa de su chico, temblando por dentro, había tardado horas en arreglarse, más horas de lo normal.

Recordó todo lo que habían pasado para estar juntos, lo que les costó deshacerse del espíritu que atacaba al azabache.

Las noches que habían pasado juntos enrollándose, jugando a videojuegos, viendo series tapados con mantas, si, esas quedadas eran más bien citas, pero esa era su cita oficial.

El azabache abrió la puerta, que mono era, que guapo estaba, y que carita sonrojada tenía que de ser por él se lo comía a besos ahí mismo.

-Hey,_el cubano le sonrió y le dio un piquito suave, que quedaba noche y no era el momento de enrollarse.

-Hola,_Keith sonrió también, que esa camisa celeste clarita resaltaban la piel morena y los ojos azules, estaba guapísimo.

Se cogieron la mano y salieron juntos, caminando por las calles de su ciudad, pasando por el parque, camino a una reserva en un restaurante, que Lance se había currado la cita.

Las calles estaban llenas de gente, todo adornado con luces, y un bonito aroma a castañas asadas inundándolo todo.

-Es ahí,_el cubano le sonrió pero el de tez clara se quedó estático, con la mirada perdida, Lance sabía que tenía que haber algo ahí,_Keith, estoy aquí, estás bien, estás conmigo, ¿qué ha pasado?

-Es que hay un señor recibiendo a la gente en la entrada, está vestido con un traje antiguo, no es nada malo,_le dijo con una sonrisa, que no todas las veces eran malas las cosas.

-¿Enserio?, entonces podemos decir que he acertado con el sitio,_le dio un beso sonoro en la mano, y lo arrastro hasta la puerta, saludando ambos al espíritu, que respondió con una sonrisa, que Keith no era el único.

Dentro todo era precioso, mesas y sillas elegantes, manteles blancos, velas de olor melocotón y vainilla, los centros de mesas eran de flores, de girasoles y rosas azules, todo era perfecto y su mesa estaba apartada.

-Lance..,_Keith lo miraba algo nervioso, ese restaurante estaba en un edificio antiguo, todo era de madera.

-Dime, ¿no te gusta el sitio?,_que le iba a dar un ataque, si su chico no estaba cómodo la había cagado.

-No es eso, es muy bonito,_el ojivioleta se sonrojó y se acercó al que era su chico,_es que está lleno de fantasmas, en las mesas vacías, están recibiendo el servicio de otros fantasmas,_le susurró.

-Oh dios, te traje a un sitio lleno de fantasmas, lo siento,_el menor río y lo abrazó, que ese sitio era precioso y perfecto.

-No pidas disculpas, es lo más bonito que nadie ha hecho por mi,_un besito suave y a sentarse en la mesa como personas civilizadas.

La cena fue tranquila, teniendo en cuenta que eran dos tontos enamorados, que hubo muchos besos, que apenas se soltaban la mano, y que compartieron la comida.

Si, muy monos y muy tontos, pero de vez en cuando Keith saludaba a algún fantasma, que eran amigables y Lance también, consiguiendo la aprobación como pareja por parte de una señora mayor.

El cubano pagó y volvieron a salir al frío de la ahora noche, porque hacía horas que el atardecer se deshizo del sol.

-Ya sé a dónde podemos ir,_Keith tenia esa chisposa en los ojos, su chico le había invitado a cenar, pero él se encargaría del postre.

-¿Dónde?,_le había cogido la mano, lo estaba arrastrando, vete a saber dónde.

-Ya lo verás, solo, confía en mi,_le sonrió y eso fue suficiente.

Era curioso, como una mirada, una sonrisa de ese chico de ojos violetas, era suficiente para calmarlo, para hacerlo sonreír, para enamorarlo por completo.

Si quería arrastrarlo, se dejaría llevar.

No importaba el sitio, porque iba con él.

Y si estaban juntos, todo iría bien.

Corriendo, en mitad de la calle, dos adolescentes, sin dirección aparente, pero con paso firme.

-Ya casi estamos,_y era cierto, ahí estaban, enfrente de la mejor tienda de chocolates, helado y café de toda la ciudad.

-Keith, esto es carísimo,_Lance iba a frenarlo, pero ese ceño fruncido le recordó el maldito carácter que tenía.

-Estuve trabajando con el novio de mi madre, créeme ahorre mucho, así que entra, ese restaurante no era barato,_el cubano sonrió.

Un chocolate caliente, un descafeinado de avellanas, y pastel de nata y fresas, si es que eran simples en el fondo.

-Ha sido la mejor salida de todas,_iban otra vez por la fría calle, cogidos de la mano.

-¿Y si te digo que puede mejorar?,_el cubano ladeo la cabeza sin entenderlo.

-Mi madre está de viaje con Kolivan, Shiro en casa de su novio, quédate a dormir,_Keith jugaba nervioso con los dedos de Lance, que lo miraba con una sonrisa.

-Le mandaré un mensaje a Vero, hará fiesta por tener la casa sola para ella y su novia, pero.., no tengo ropa,_le dijo algo nervioso.

-Puedes usar la mía, mi hermano me dio una bolsa de ropa que ya no le cabe, seguro que a ti te queda,_esa sonrisa cómplice, esa noche podían cambiar muchas cosas entre los dos.

Porque a pesar de todos los gritos de madrugada, el miedo, o los malos ratos que llegaron a pasar entre esas sábanas.

Esa noche no había hueco para el miedo, o para la oscuridad, solo el amor.

El amor que hicieron los dos.

Si queréis continuación de esta o cualquier otra historieta, os espero en los comentarios.
Mil gracias por leer mis movidas.
Squire White 💝