Klance one-shots

🌲29🌲

Continuación cap 28

Dedicado a @Ousak_

Menudo par de dos, si, si, todos sabemos de quienes hablamos, que no se habían despegado desde aquel día.
Después de unos meses de conocerse empezaron a salir, un año después a vivir juntos y ahora ya llevaban juntos casi tres años.

-Venga Keith,_esa sonrisa divertida y coqueta la conocía de sobra,_solo un ratito.

-Que te he dicho que no, que paso, que va a ser un coñazo salir así,_el azabache estaba de morros, si, si, azabache que Lance se encargaba de eso y de cortarle de vez en cuando las puntas.

-Pero hace un buen día, yo te llevo, de verdad que no me importa,_le imploraba el cubano, estaba sentado sobre él, en la silla de ruedas que debería usar por un par de semanas.

Tranquilos que la pierna sana de Keith estaba bien, es que al bajar de la nave después de llegar de la misión Cosmo le saltó, tropezó y adiós prótesis por una temporada.
Y no, no le regaño a la loba, porque la había dejado sola al igual que a Lance por casi tres meses.

-Lance, que no, que así no quiero salir, van a mirar con lastima y no quiero eso,_el ojivioleta le soltó eso sin pensarlo, ahí estaba la inseguridad de siempre, la lucha del día a día, y los mimos del cubano.

-No te van a mirar de ninguna forma, te lo prometo, llevas una semana encerrado, te he puesto guapo, así que a la calle,_le dijo y en eso tenía razón, no había más mascarillas en casa para usar.

-Está bien, un paseo cortito,_cedió por fin el piloto, porque la carita de celebración del ojiazul era demasiado adorable para él.

-Vale, vamos, vamos,_la emoción de veía de lejos, es que quería presumir un poco, que Keith era desde hacía unos meses su marido.

Y allá que iban, Lance empujaba la silla, no, no dejaba eso a Keith, le gustaba hacerlo por él, que necesitaba descansar después de esa misión.
El día era bueno, algo frío como el día que se conocieron, iban los dos bien abrigados, riendo y hablando en medio del parque, envueltos por los colores del otoño y sus tonos anaranjados.

-Bueno, llevamos aquí un par de horas,_le dijo Lance, eso era un reto, y llevaban casi dos horas fuera.

-He pensado que ya que estamos podíamos ir a ese sitio a cenar, a ese que te gusta, el de la esquina,_le soltó junto a un pequeño sonrojo, Lance se puso enfrente de él y le dio un piquito, eso significaba mucho y era un avance.

-Está bien, luego podemos ver una peli en casa, esa que salió antes de que te fuera y no pudimos ver,_el azabache asintió y se dejó llevar.

Todo el mundo los miraba, pero no miraban la silla, ni nada de eso, miraban la pareja que hacían, como conversaban y reían, como hacían el tonto.

-Keith, tienes que comer,_le dijo el cubano que ya se había sentado a su lado,_venga, tienes que coger algo de peso, te lo dijeron.

-Si estoy comiendo pesado,_el ojivioleta reía, que sabía lo que se venía, Lance era un ñoño y le molaba eso de darle de comer de su plato y comer del ajeno.

-Déjame,_le ofreció un trocito y el coreano no se pudo negar, si es que hacía con él lo que quería.

-Ahora tú, te voy a enseñar lo que es la comida, no pizza con piña,_le medio regaño y el cubano se dejó hacer.

La cena fue más o menos tranquila, es que a donde iban daban un poco la nota, solo un poquito.
Volver a casa era lo complicado, hacía frío, mucho más que antes.

-Anda, vamos a pedir un taxi y ya,_insistía el azabache pero nada, que el cubano se negaba.

-Que yo puedo,_por mucho que Lance hínchase las mejillas Keith se salió con la suya, y tras un viajecito en coche llegaron a su destino.

Su pisito era una maravilla, amplio y espacioso, con paredes blancas y colores cálidos entre el mar y el atardecer, una combinación de matices rojos y azules armónica.
Con ese olor a limpio y a coco, con el suelo de madera, y los ventanales que mostraban a las personas como puntitos y el brillo parpadeante de las farolas.
Tenían un telescopio para ver las estrellas y un jardín repleto de flores de la temporada, que a Lance le encantaban esas cosas.

-No hay nada como volver a casa, ¿nos has echado de menos?,_Keith era recibido por Cosmo, que después de tirar a Lance al suelo fue con más cuidado a recibir a su dueño.

-No te ha dejado claro que si, Cosmo, mala,_la regaño el cubano después de levantarse y cerrar la puerta.

-Déjala, si se ha portado bien y no ha roto nada,_que era la mimada de Keith y nadie le negaba eso.

Un ratito con la loba y a la cama, esa rutina no cambiaba, Cosmo dormía abajo en un cuartito con acceso al jardín, ellos arriba.

-Vamos,_el cubano lo cargo como a una princesa, hasta arriba.

-Puedo subir con una pierna, ¡bájame!,_le medio imploro completamente rojo, es que se moría de vergüenza con esas cosas.

-Subirías lento y tengo que vigilarte esa pierna,_le recordó, junto a un besito en la mejilla.

Lo dejo en la cama y fue a por ropa limpia, una duchita tranquila y a dormir, que era el plan de esa noche.
Pusieron una peli, pero de fondo, que la noche pintaba para comérsela y ellos se iban a comer el uno al otro.

-Estás precioso,_y otro pico tonto.

-No digas eso, estoy cojo, Lance, cojo,_y esa risita tonta de que no importaba, porque el cubano lo quería, de cualquier forma.

-En cuanto tengas pierna, me haces un bailecito,_esta vez lo callo con un beso, que paso de dulce a feroz en un parpadeo.

-Cuando tenga pierna, te voy a hacer otra cosa,_le susurro al oído, si es que en el fondo eran unos salidos.

La noche de mimos, se transformó en pasión, haciendo vibrar a los pocos tonos rojos de su habitación.
Los gemidos se mezclaron con los sonidos de acción de la película que seguía sonando de fondo.
Sus ojos brillaban con lujuria, contagiados por los miles puntos parpadeantes de las farolas.
El sonido de sus pieles chocando y el ritmo frenético que llevaban superaban a los aviones que pasaban por encima.
En la oscuridad que no reinaba, cubiertos con una manta y bien pegados, con gotas perladas de sudor y la respiración agitada.
Así terminaron el primer asalto de muchos que se debían.

Si queréis continuación de esta o cualquier otra historieta, os espero en los comentarios.
Mil gracias por leer mis movidas.
Squire White 💕