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Continuación cap 99

-¿Aún duele?,_Keith llevaba dos semanitas pegado a Shiro, como una lapa, y llegaría a ser agobiante si no fuera por que tenía motivos de peso.

Un cambio de prótesis, y la adaptación no era un camino de rosas.
Dolía algo más que un poco, las primeras noches no pudo dormir.
Y lo peor de todo, que tuvieron que pisar el hospital.

-Un poco menos, estoy bien Keith,_Shiro adoraba a su hermanito menor, pero es que no quería preocuparlo tanto.

-Mentira, me sé de memoria tu cara de dolor,_le recalcó, en ese entonces ambos estaban algo más grandes, a Keith, Rachel y Lance les faltaban pocos años para graduarse de primaria y Shiro y Verónica ya iban al instituto.

-Bueno, pues duele, pero menos que antes, ¿no vas a ir a esa fiesta con Lance?,_el azabache negó,_venga ya, no seas tonto y ve.

-No quiero, me quedo contigo,_el ojivioleta era firme como un soldado, y algo más que rebelde, así que en ese punto su hermano sabía que no podía hacer nada.

-Quiero que vayas, no dejes a Lance tirado, os he escuchado discutir,_el mayor le acarició el pelito rebelde, estaban acostados en la cama.

-Lance es tonto, punto,_le soltó tal cual el azabache.

-No es tonto, está dolido, porque lleváis un mes organizando esa fiesta en casa de Hunk, Rachel, Vero, mamá, papá y la abuelita estarán conmigo, no van a dejar que me pase nada,_el azabache seguía negando.

-No quiero dejarte solo, tú nunca me dejas solo,_le decía, y eso derretía a Shiro, pero es que conocía a Lance, joder, que llevaban de morros toda la semana.

Y ellos eran inseparables, que Rachel había adoptado a Lance en su habitación y él a Keith en la suya.
Que habían tenido bronca, que separaban hasta sus pupitres en clase.
Hunk no sabía que hacer, ni con ellos, ni con la fiesta, se mantenía neutral.
Igual que Pidge, una nueva amiga menor que ellos, muy madura con la que se llevaban muy bien.

-No voy a estar solo, sé bueno con Lance, lo ha pasado mal esta semana, le importas mucho, Keith,_el mayor le seguía acariciando el pelo,_¿por qué no vas y hablas con él?

-Porque dice que ya no quiere ser mi hermano,_le soltó con rabia, conteniéndose un poquito por no llorar, en un tono muy bajo.

-Vaya.., no sabía eso,_Keith se encogió de hombros y se acurrucó mejor.

-Pues ya lo sabes, deja de insistir y deja que me quede aquí, contigo,_el azabache se estaba aguantando las ganas de llorar, que él adoraba a Lance, lo seguía queriendo a pesar de todo.

Por otro lado en otra parte de la casa Rachel iba a matar a su hermano, es que lo mataba, decirle eso a Keith, que iría de chico duro, pero era muy sensible.

-Ahora entiendo que este pegadito a Shiro, si le dices esas cosas y te vienes conmigo, ¿te dijo algo él cuando le dijiste eso?,_el cubanito asintió.

-Solo me dijo, "como quieras" y se fue.., no sé si lloro porque me daba miedo haberlo hecho llorar,_Rachel observo a su hermano, que se le veía la culpabilidad a una milla de distancia.

-Pues en vez de gritarle cuando lo veas, dale un abrazo fuerte y dile que eres un tonto y un celoso, es normal que se preocupe por Shiro, es su hermano, ha sido desde siempre su única familia, eso no hace que nosotros seamos menos, te recuerdo que hablamos del chico que me cargo a casa porque me torcí el pie y tú te hiciste daño en la mano,_la castaña le dio un golpe en la frente, de esos que dolían.

-Está bien, pero quédate con Shiro tú,_le pidió y la mayor por minutos asintió, adoraba estar con su hermano mayor.

Caminaron por el pasillo, tocaron un par de veces a la puerta y abrió Keith, con los ojitos algo rojos, y extrañado.

-Yo cuido a Shiro hoy, vosotros arreglar vuestro lío y dejad de gritar como idiotas,_les soltó, para empujar al de tez clarita fuera del cuarto y cerrar la puerta.

Ese carácter de las mujeres McClain.

-Dejaste todo claro, no creo que necesitemos hablar,_el ojiazul puso paso rápido y firme a su habitación, quería encerrarse y tal vez dormir, y llorar un poco.

Pero Lance fue rápido, lo suficiente como para impedir que cerrase la puerta.
Aunque en su intento de abrazó con velocidad, ambos terminaron en la cama del azabache, Lance encima.

-Yo te quiero Keith, te quiero muchísimo, y esta semana sin ti ha sido horrible, de verdad que lo siento, dije cosas muy feas, por favor no me odies,_con todas sus fuerzas, y velocidad, Lance soltó todo eso antes de empezar a llorar desconsoladamente.

Por su parte, el chico de pelo largo y tez clarira estaba en shock, Lance, su Lance le decía que lo quería y que lo perdonase.
Pero mierda estaba llorando y no, no quería que llorase.

-O-Oye, no llores, ya está, todo aclarado, te perdono,_lo abrazó también con fuerza, con esa ansiedad que generaba la distancia que habían mantenido esos días,_yo también fui malo, lo siento, Shiro y yo os tenemos a todos, así que puedo, bueno, podemos ir a la fiesta los dos,_Keith adoraba el olor de su hermanito, ese aroma a verano y a coco.

-Te perdonó, ya no nos podemos pelear así más,_el azabache asintió, y dejó que Lance aprovechase su posición y le diera un besito en la mejilla.

-Y si lo hacemos lo hablamos como ahora,_el cubanito asintió, y dejó que el ojivioleta se levantase.

La paz era palpable en esos momentos de silencio y armonia.
Cuando Lance se entretenía en ayudar a Keith a peinarse, solo por fastidiarlo un poco.
Y es que el azabache se dejaba, que en el fondo el morenito hacía con él lo que quería.

Y todo iba bien, y la fiesta fue estupenda, por supuesto fue una celebración que por fin hicieran las paces y que Keith fuese. 

Pero lo mejor eran los piquitos que se daban a escondidas mientras Hunk dormía, y el dormir abrazados el uno al otro.

Si queréis continuación de esta o cualquier otra historieta, os espero en los comentarios.
Mil gracias por leer mis movidas.
Aka 💕

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