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-¡Qué asco de día!,_ni más ni menos que Lance, gritando eso de la nada, que era un chico guapo, popular, y ahí estaba tirado en la colina bebiendo vodka con el azabache.

-No me jodas, que el tuyo no estuvo tan mal,_Keith mantenía la vista en el cielo y los labios de vez en cuando en la botella.

¿Cómo habían llegado hasta ahí?, muy simple una fiesta, donde se juntaban chicos populares como Lance y chicos antisociales como Keith.
Que una cosa llevo a la otra y ahí que estaban los dos, tirados en el césped de la colina, del mirador de la ciudad, a las tres de la mañana.

-Venga ya, no sabes la presión social que llevo,_si estaban hablando del instituto, de lo duro que era, obviamente para Lance en un principio parecía que no, pero ser popular era un coñazo también.

-El resto también tenemos presiones, los chicos te respetan, las chicas te adoran y los profesores te pasan la mano McClain, no me jodas, a mi me ponen partes y castigos por indisciplina, por contestarles, ¿tengo yo la culpa de quejarme porque no sepan hacer su trabajo?,_el ojivioleta lanzó su pregunta retórica, que era un chico inteligente, no iban a vacilarle en clase y en su cara.

-Perdona, perdona, ser ignorado tiene lo suyo, Kogane,_Lance soltó una risita pegajosa,_pero nuestra noche es igual de desastrosa, a mi me han roto el corazón, no he pillado a ninguno ni a ninguna y tú estás a dos velas y con la moto rota,_por eso se habían ido en el coche del cubano, eran vecinos cercanos y se le ofreció, a cambio de compartir la botella de vodka.

-No te han roto el corazón Lance, Allura está enamorada de Lotor desde siempre,_el azabache suspiro y le paso la botella,_la putada más grande es la moto.

-Te he ayudado, te ofrecí el coche,_el coreano frunció el ceño, eso fue a cambio de media botella,_oye que quería beber y algo de compañía.

-Podrías haber escogido a cualquiera, todos se matarían por estar con el gran Lance MacClain,_Keith rio en voz baja, ya le subía el alcohol y le calentaba un poquito.

-Pero también tenías pinta de que te hacía falta, Keith Kogane, ¿verdad?,_el azabache lo miro sorprendido, que se supiera su nombre vale, pero su apellido, eso no era normal, si era un don nadie en la escala social,_eres ese chico que ganó el concurso de arte siendo de ciencias, fue un revuelo.

-Joder, no me lo recuerdes, no fue mi idea, el que más se extraño era yo, fue un complot entre Pidge y mi hermano,_el ojivioleta bebió otra vez, que quería olvidarse de eso, que menuda se armó, nuez arriba nuez abajo mientras tragaba, y un hilito de alcohol que le caía por la comisura del labio.

Si señores, a Lance ese chico le gustaba, era guapo, buen tipo, un culo para apretarlo, como negativo sólo incluiría el pelo, que no que esa melena le quedaría bien pero no, mejor le quedaría cortito.

Pero que a Keith se le estaba cayendo la imagen del cubano, y no solo era guapo de cojones, que era una persona normal, como cualquiera, que estaban ahí de copas y ya está.

-Dibujas muy bien, no pasa nada,_se rio un poco y le quito la botella, ahora el que miraba subir y bajar la nuez ajena era Kogane.

Que estaban empezando a ir tocados por el alcohol, que es jodido el verse el uno al otro y no hacer nada por miedo, con las hormonas explosivas y el calorcito nublándoles el juicio, que no notaban ni el frío.

-Si sigues así no nos vamos a poder ir de aquí,_murmuro Keith le quito la botella y le dio otro trago, alegría para su cuerpo, que la noche pintaba bien en su imaginación sólo.

-Ahora mismo si soy sincero no puedo conducir, así que.., no importa, venga prometiste compartir,_Lance también hablaba en tono bajito, no tanto como el coreano, pero que vaya con ese silencio y refugiados por los ecos del bosque, vigilados por las estrellas.

-Si sigues bebiendo, no nos iremos nunca, quiero dormir en mi cama,_otro sorbito y nada, que la botella la cogió Lance.

-¿Es por qué es un beso indirecto?,_le preguntó con la cejita alzada, antes de dar un sorbo, de hacer que su nuez subiera y bajara, y es que así no se podía pensar.

-Esa es la gilipollez más grande que has dicho esta noche, eso no es un beso ni nada,_a Keith se le escapó una risa tonta, es que besarlo paso por su mente, pero no iba a pasar.

-Oh, ¿y que es un beso según tú?,_la pregunta no espero mucha respuesta, que hablamos de preguntarle una cosa directa a un chico muy, muy impulsivo.

Así es señoras y señores, los labios algo gruesos del más bajito impactaron y encajaron a la perfección con más algo más finos del más alto, y de ahí se subió todo, la temperatura y las ganas de seguir.
Lance acomodó a Keith entre sus piernas y poco tardó el azabache en enrollar sus piernas a la cintura del chico popular.

-Vale, me gusta eso del beso, aunque no estoy seguro, ¿puedes repetirlo?,_Keith rio contra su boca y profundizó algo más.

El calor subía aunque la temperatura estaba cayendo, las lenguas de los dos danzaban por el dominio y el aire faltaba pero no llegaban a separarse mucho, lo justo para coger algo más de aire.

-Oye, ¿por qué conmigo?,_la pregunta no llego a morir en los labios del ojivioleta porque rechazo otra vez la unión de sus bocas.

-Porque me gustas, punto,_y otra vez se perdió la cordura, otra vez más.

Y así siguieron con besos y la temperatura subida otro ratito, luego las manos se volvieron traviesas y empezaron a explorar el cuerpo ajeno, con permiso, vírgenes e inexpertos, niñatos y borrachos, pero con curiosidad y ganas de resolver dudas.

-Oye, vamos al coche, será más cómodo,_no hizo falta decir más, aunque claro, se puso en pie con el de tez pálida aún agarrado así que en parte lo arrastró, que se olvidaron hasta de la botella que se cayó derramando su contenido, peligroso contenido.

-Oye Lance, ¿hasta donde quieres llegar?,_Lance lo miraba bajo su cuerpo, en el asiento de atrás de su coche, no quería cagarla, pero quería hacerlo.

-Hasta donde me dejes, me gustas enserio,_eso fue lo que dijo Lance y fue lo más inteligente y sincero que había dicho en toda la noche, que siempre miraba al azabache de reojo.

-Pues no nos pasemos mucho, no quiero liarla mucho,_fue lo que susurro antes de volver a besarlo y los besos pasaron de fogosos a dulces otra vez, no tardaron mucho en notar el alcohol.

-Así también se está bien,_dijo el cubano, que eso estaba siendo mejor que un polvo, que encajaba bien en ese chico paliducho y de caricias y besos se había vuelto la noche y le gustaba.

-Si, ¿dormimos y ya mañana me llevas a casa?,_el moreno asintió sobre su pecho.

Que irían buscando una noche loca, pero descubrir que le gustas a tu crush tampoco está mal, sobre todo si acabáis los dos dormiditos.
Ya se preocuparían de la resaca al día siguiente.
Que ahora lo único que le importaba a Lance era el latido del corazón acelerado del azabache.
Y Keith solo se centraba en la manita de Lance enredándose en su pelo.
Eso se podría definir como la mejor noche de sus vidas.
Que estuvieron hablando toda la noche, toda y contándose cosas, y dándose cariño, que lo necesitaban los dos.
Que ese día empezaron lo que sería algo más grande de lo que pueden definir en la actualidad.

Si queréis continuación de esta o cualquier otra historieta, os espero en los comentarios.
Mil gracias por leer mis movidas.
Squire White 💕

Klance one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora