Donde Keith es ciego.
Había nacido así, era curioso esos ojos que aparentaban ser el mismo cosmos, infinito, brillante, de tonos grises y violetas, no eran capaces de ver absolutamente nada.
Pero eso no quería decir que estuviera impedido, de eso nada, era capaz de hacer absolutamente todo por si mismo, jamás conduciría un coche o una moto, pero podía ir a cualquier sitio, y tenía a Shiro siempre que lo necesitase.
El único gran problema era relacionarse, siempre se le habían acercado por pena, no por querer realmente conocerlo y al poco tiempo se habían alejado de él, por eso el mayor refugio de Keith era la música.
-Hola lindo,_le saludó su hermano tocando la puerta de su cuarto.
-Dime eso otra vez y cobras,_le respondió, que estaba concentrado en ordenar los discos en orden y la mayoría de ellos estaban sin etiquetar aún.
-Anda, ya te ayudo yo, ¿no vas a salir hoy?,_le preguntó con una sonrisa, y aunque no lo veía su hermano menor sabía que sonreía.
-No, está nublado, paso de ir con Cosmo y con las gafas de sol dando la nota,_le respondió cogiendo otro par de discos más.
-Anda, han puesto etiquetas de braille en esa tienda de música que te gusta, ve, el dueño las ha puesto porque siempre vas y compras, anda, ve que te de el aire, llevas días sin salir,_le regañaba su hermano, pero en el fondo se preocupaba de él.
-Estás pesadito, ¿no vas a parar hasta que salga verdad?,_le preguntó y Shiro le revolvió el pelo completamente en respuesta,_¡Takashi que no me toques el pelo!,_Keith lo buscó por intuición, pero se rindió, Shiro podía ver y huir con facilidad.
-No seas crío,_le respondió al pequeño, le dio un corto abrazo,_abrígate, voy a ponerle a Cosmo el arnés.
Ya no podía simplemente darse la vuelta, además Cosmo estaba más que emocionada por salir, le debía mucho, seguramente la sacaría para correr la próxima vez, era muy activa y la mixta loba adoraba a su dueño.
-Tranquila chica,_le dijo cuando gruñió ante alguien, que su chica no permitía que extraños se le acercasen demasiado, era muy protectora.
El azabache no podía ver nada, pero lo sentía todo, el sonido de los coches al pasar, la risa de la gente, el olor a chocolate y a vainilla al pasar por la pastelería del barrio, el de la tierra mojada, todo menos el bello atardecer, solo sentía los rayos del Sol.
-Venga chica, vamos allá, pórtate bien,_Cosmo miró con cariño a su dueño y dio un pequeño tirón hasta la entrada de la tienda de discos que tan bien conocía.
-Bienvenido a Altea Music,_esa voz no la reconocía, pero era hechizante, de las que no te cansabas de escuchar,_soy Lance, avísame si necesitas algo.
-Si, claro,_le respondió de forma automática saliendo del trance.
Recorrió la tienda que ya conocía con calma y con la guía de Cosmo, analizando cada cartelito, aunque ya se conocía las secciones de memoria había alguna que otra nueva, y eso era mucho más que interesante.
Un gruñido de Cosmo lo distrajo, sabía que había alguien a su derecha, su chica no fallaba, normalmente se mantenía tranquila, pero algo había en ese sujeto.

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Klance one-shots
FanfictionKeith, de piel clarita, ojos violeta, carácter imposible y coladito por el cubanito. Lance, morenito, ojos como el mar, completamente alocado y coladito por el medio galra. Son como el fuego y el agua, como el gato y el perro. Pero todos los polos o...