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Continuación cap 87 dedicado a @LaurelYUNO

-Sabes que te pasas y que eres un quejica, ¿verdad?,_el azabache estaba cargando de nuevo a su chico, escaleras arriba.

-Lo admito, pero me duele y tengo a un chico muy fuerte, te sirve de entrenamiento,_el cubano le dio un par de besitos en el cuello.

-Lo sé, lo sé,_lo dejo caer con suavidad sobre la cama, que ya era un cachondeo todo,_¿me quedo?,_esa pregunta sobraba, un tirón se lo dijo todo.

-Siempre, ya se te está pasando,_el morenito se las apaño para acurrucarlo.

-Qué manía tienes con toquetear,_el medio galra no se quejaba, no del todo, que el hueco entre sus orejitas y su pelo eran un punto débil.

-Sssh, vamos a ver si ronroneas,_Lance tenía la teoría de que su chico era un gato en algún punto.

-Una mierda voy a ronronear, no soy un gato,_bufo el ojivioleta, aunque sus ojos ahora tenían un toque ámbar.

Que se podría quejar mucho, pero se estaba acurrucando.
Que Lance daba un calorcito cojonudo.

-Sssh, Keith, es ciencia, igual si, igual no, además estás muy, muy mimoso, ¿estás bien?,_el medio galra asintió, poco le quedaba de estar en ese estado, pero igual no dejaría que pasase el día encerrado y solo.

Los dos echaron esa pequeña siesta juntos.
Con el murmullo de sus respiraciones acompasadas.
El olor a sábanas limpias.
El calorcito propio junto al ajeno.
Eso era paz y el resto gilipolleces.

-Mírate, voy a tener que cocinar por cuatro ahora,_ahi estaba su bebé, su gatito, Keith en su forma humana, cuando eso pasaba comía como si no hubiera un mañana,_te tengo que recortar un poco el flequillo, y tenemos que controlarte el azúcar hoy y mañana por si te da otra bajada.

Le siguió acariciando el pelo hasta que Keith no dio señales de vida, bueno de consciencia.
Esas eran las buenas costumbres, era la mejor forma de pasar la noche, ya lo despertaría por la mañana, por ahora solo iba a ver videos y mil cosas más.

-Dormir,_murmuro acurrucándose más, que eso era gloria, que Lance olía a coco, a coco joder.

-No, no, dormir más no, ¿mareado o bien?,_le preguntó, que tenía que tenerle algo de paciencia en media hora.

-Un poco, no mucho, ni se te ocurra pincharme,_le murmuro, joder que rico olía el cubanito.

-Keith, sabes que hay que hacerlo, venga, la mano,_le pidió.

Un forcejeo, muchos besos y algún que otro mimo le costó.
Que normalmente era un cielo y no ponía queja, pero atontado y de ese modo era un crío.
Y a Lance le gustaba esa faceta más infantil y vulnerable.
Era adorable a su modo.

-Esta muy bien,_un besito más en la frente esperando a que respondiera.

-Lance, me da igual cargarte, pero necesito comer,_ese era su Keith de siempre, el post galra.

Allá que iban los dos, Lance no se aprovechó esta vez, fue al sitio solo y le ayudó a prepararlo todo, además de obligarlo a sentarse y comer en vez de hacer más cosas.

Tenía que recuperarse rápido de eso, si o si.

-Lance, siéntate conmigo ya, hay suficiente comida,_le insistía el azabache.

El cubanito estaba aún en los fogones.
¿Qué hacía?, ni puñetera idea, pero olía rico.
Siempre lo que cocinaba su chico olía rico.
Además podía ver su culo desfilar de un lado a otro de la cocina, menudo polvazo tenía.

Y menudos polvos echaban.

-Voy, voy, un segundo,_le contestó, que estaba al lado suya, pero que era un caso, ese chico de ojos violeta era un caso.

Esa camiseta le quedaba algo más ancha, que en su forma galra era un poco más corpulento, solo un poquito.
Con su carita de sueño.
Esa cicatriz, que le quedaba de puta madre, el pelito revuelto aún, es que Lance se lo iba a comer.

-Voy a terminar vaciando la nevera, deberíamos salir a comprar, deja de mirarme así joder, ¿qué es ahora?,_le preguntó medio molesto, pero algo sonrojado.

Que el morenito lo miraba con esa cara boba de enamorado.
Y él sabía que tenía la misma cara.
Y se moría de vergüenza de pensarlo.

-Quieto un segundo,_Lance le dio un golpecito con el dedo en la nariz, provocando que cerrase los ojos y arrugase un poquito la cara, repitió la operación y sucedió lo mismo,_¡Keith eres como un gato!,_le dijo emocionado.

-¡Y una mierda!,_el azabache estaba completamente rojo, evitando que Lance le volviera a picar la nariz.

Pero no culpemos al cubanito, que el de piel clarita era una monada.
Más aún si quedaba demostrado que su parte galra esa como tener una parte de gato.

Porque los gatos cerraban los ojitos cuando le picabas la nariz.

Si queréis continuación de esta o cualquier otra historieta, os espero en los comentarios.
Mil gracias por leer mis movidas.
Aka 💕

Klance one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora