Klance one-shots

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Continuación capítulo 65 dedicado a @Laurent_start

Ya llevaban casi un año saliendo, y eran la pareja más comentada, el universitario y el bailarín.

-Aún sigue en el ensayo, pero ven, puedes verlo, necesito que pare y descanse por hoy,_Allura prácticamente lo arrastró hacia la sala en la que el azabache estaba, ensayando una y otra vez el cascanueces, junto a Shiro, que estaban renovando la coreografía.

La música se escuchaba desde lejos, Shiro solo quería huir de ahí e irse con Adam, eso y estrellar a su hermanito contra el suelo, que llevaban encerrados cuatro horas sin parar, eso sin contar las clases que habían impartido esa mañana.

Las puertas de la sala se abrieron, lanzando prácticamente a un cubano al interior antes de cerrarse, cortesía de la peliblanca.

Shiro se mantuvo callado, lo vio todo, rezó al salvador que le habían lanzado, pero Keith seguía concentrado y ni siquiera le prestó atención, ahora solo se centraba en la música, la coreografía, como se coordinaba y movía cada parte de su cuerpo al milímetro que él le ordenaba.

Y entonces vio la carita boba de Lance emocionado el en espejo, mierda, esa coreo estaba sin pulir, miro mal a Shiro y paró.

Que no, que no le gustaba que lo viesen así, menos Lance, que era su chico y su fan número uno.

-¿Quién te dejo entrar?,_Lance ya había salido corriendo a su lado y lo había abrazado elevándolo en el aire.

-Allura, te esfuerzas mucho,_le dio un piquito suave,_debes de descansar.

-Suéltame, estoy sudado y apesto,_Shiro los miraba divertido, sin decir nada.

-No apestas, no seas bobo, ¿te duchas aquí o en casa?,_le preguntó, que tenía la carita Algo sonrojada y estaba para comérselo.

-¿Has traído coche Lance o os tengo que llevar?,_Shiro sonreía pícaro al ver a los dos rojos, separándose un metro por el susto y murmurando cosas ininteligibles.

Que dulce era la venganza, que Keith era un cabroncete cuando salía con Adam.

-Tengo el coche abajo,_consiguió pronunciar por fin el cubano.

-Muy bien, pues daros prisa, Keith sobre duchas aquí ahora, sabes que hay agua fría,_le recordó, estaban con el calentador principal roto y a esas alturas los pequeños estarían agotados.

-Entonces en casa,_el azabache suspiró, y siguió a Lance, sudadera puesta y ya, hacía frío pero el parking estaba cerca.

Nada de usar su moto, había pensado hasta en venderla, que se había dado un susto con ella, que si se lesiona adiós a su vida como bailarín, adoraba enseñar, pero es que bailar era su pasión.

-Te voy a preparar un baño caliente en cuanto lleguemos,_le dijo una vez dentro del coche, que olía a maldita vainilla y fresas, menudo invento esos ambientadores, Lance siempre compraba olores distintos y ese era de sus favoritos.

-Eso suena genial,_el ojivioleta busco una cadena de radio decente y en poco tiempo llegaron al aparcamiento de su bloque, vivían en las alturas, en uno de esos rascacielos.

Subir a casa en el ascensor dándose más de un beso, entrar dentro a y ser derribados por Cosmo, que llevaba todo el día solita y los había echado de menos.

-Mi chica preciosa, ¿esta noche vamos a ir a dar un paseo?,_la loba movía su cola y se restregaba contra ambos, en el suelo los tres.

-Yo diría que si, mírala, nos has echado de menos, ¿verdad?,_el cubano le rascó el hueco entre las orejas, que la sacaban por las mañanas, la mayoría de las tardes y por las noches.