🍑59🍑

347 20 0
                                    

-Buenos días,_Lance volvió a mover el bulto en la cama, su chico vaya.

-Aún no,_murmuró haciéndose una bolita, dándole la espalda otra vez.

Que sería adorable, que estaría muy cansado, pero no, no podía dormir tanto, que ya era la hora de comer y iba a comer, si o si.

-Son casi las tres de la tarde Keith, venga, no te puedo dejar dormir más,_se lanzó sobre él y le dio besitos por toda la cara.

-No tengo hambre, Lance quita,_abrió las mantas y atrapó a su chico,_ale, duérmete tú también.

-Noooo~, venga ya,_le revolvió el pelo por completo, como si no estuviera lo bastante desordenado de por si, intentó soltar el agarre de su cintura,_¿por qué carajo eres tan fuerte?

-Porque entreno dos veces al día, todos los días menos cuando vengo aquí, que entreno sólo seis,_le recordó.

Si cualquiera diría que Keith iba arriba, sobre todo si veía a Lance de morros recordándole que llevaba haciéndole comida rica toda la mañana, intentando que lo soltase sin éxito, pero no, quién iba arriba era el moreno.

Las apariencias engañan.

-Vamos a comer, por favor,_palabritas mágicas, sirvieron a medias.

Comer comida rica era una maravilla, pero es que se iba a caer encima del plato, que llevaba casi dos días sin dormir para llegar a ver a Lance, que se le rompió el piloto automático.

Pero al rato se espabiló un poco más, que una mesa repleta de comida cubana casera, además de que se moría de hambre, mucho pilotar y poco comer.

Que se estaba cargando de energía básicamente.

-Duchita y a la cama, ¿te ayudo?,_que esas ojeras no engañaban a nadie, aunque parecía resucitar por momentos, no le daba de comer porque se pondría hecho una fiera.

-Por favor,_le medio suplicó, casi atragantándose,_enserio, cocina siempre tú,_le dijo con una sonrisa, que llevaba casi dos semanas sin comida casera de su chico.

-Vale, vale, pero come tranquilo, que hice de sobra,_le observo un ratito más, arreglo la cocina mientras Keith le contaba alguna que otra cosa del viaje y secaba los platos, trabajo en equipo.

Poco tardaron en terminar en el baño, los dos metidos en la bañera, entre burbujas, miradas bobas y risas de fresa.

Menudo par.

Que se habían echado mucho de menos, que les apetecía un ratito así, juntitos. 

-¿Qué te apetece hacer?, ¿vas a dormir más?,_que el azabache ya estaba espabilado, relajado si, pero el sueño se había ido.

-No, por ahora no moverme hasta que el agua se enfríe,_la risita tonta de Lance y su mano traviesa, que dar un masaje en la espalda y meter mano era su tarea.

-¿No moverte?,_Lance aprovechó su puesto, besos en el cuello, el punto débil de su chico,_yo quería moverme un poco,_le susurró.

Que se le erizó todo el vello, que Lance lo ponía.

Lo ponía y mucho cuando le daba la gana.

-Puede que moverme un poco,_se dio la vuelta y lo dejo sin aire, que jugar con fuego era peligroso.

Y Keith estaba en llamas y lleno de energía en ese momento.

-Me parece perfecto, ¿hay que esperar a que se enfríe el agua?,_Lance ya estaba duro, que su chico había captado el mensaje y tomado la iniciativa.

-No creo que se enfríe nada ahora mismo,_Keith le susurró eso y salió de la bañera, toalla encima y Lance detrás de él.

Que le dieran al baño relajante, iban a tener sexo y llevaban semanas sin tenerlo, y apetecía.

Keith se tiro en la cama, con su pelito aún goteando, busco en lubricante y unos condones, Lance lo siguió dejándose caer sobre la espalda del azabache.

Lo abrazó por la cintura, le dio un par de besitos en el cuello, y al lío, unas pocas cosquillas y a quitarle el lubricante, que le apetecía ir arriba.

-Tramposo,_se quejó el medio galra, que las cosquillas y los besos eran trampa.

-Solo un poco,_el castaño se puso el condón, observó el cuerpo de su chico,_al final quedó cicatriz,_le acarició una de las tantas que se había hecho, la más reciente.

-Ya lo sé, hay muchas,_lo acercó y lo beso, lento, suave, caldeando un ambiente que ya de por sí ardía,_no te fijes ahora en todas.

Lance soltó una risita boba, lo beso de vuelta, Keith besaba genial, en eso no podía ganarle, pero ir dilatándolo mientras se quedaban sin aire, escuchar cada uno de sus gemidos.

Las chispas se iban a convertir en una llama.

Y estaban más que dispuestos a arder.

-No toques,_el azabache le apartó la mano de su sexo, que no, que darle y masturbarlo a la vez no, que no se centraba, que se iba a morir entre orgasmos.

-Sssh, déjame probar cositas,_un morreo que se convirtió en un mordisco en el labio, esa postura era nueva, y le daba acceso a tocar más.

Benditos entrenamientos, bendita flexibilidad.

Le introdujo su sexo de golpe, haciéndolo temblar, joder que no perdía esa puntería tan suya.

El vaivén era suave, sus pieles chocaban a ritmo lento, sus cuerpos ardían el uno contra el otro, besos húmedos, el vaivén de la mano del cubano sobre su sexo.

Si, iba a morirse de un orgasmo múltiple.

Pero se iba a morir en el paraíso.

-Ven aquí,_Keith lo acercó y lo beso hasta dejarlo sin aire, recorriendo su cuello, marcándolo, succionando, jugando con sus pezones.

-Que voy a perder el ritmo,_el ojiazul gemía, que con ese chico en la cama, sentía mil cosas, demasiadas para describirlas.

El ritmo aumentó, el vaivén también, sus pieles chocaban con furia, sus orgasmos se fundían entre sí, el azabache terminó corriéndose antes, pero hay que entenderlo, estaba sometido a demasiados estímulos, y Lance tenía mucha, mucha puntería.

Un par de estocadas más, y se terminó, se dejó caer al lado del ojivioleta.

-Yo diría que ha estado genial,_el cubano se saco el condón, lo ato y lo tiro al suelo, ya recogerían después.

-Bueno,_recibió un golpecito,_que si pesadilla,_le dio un piquito y se levantó para limpiarse,_espabila hay que cambiar las sábanas.

El cubano obedeció, cambio las sábanas rápido, que no había nada como acurrucarse después de un buen polvo.

Si queréis continuación de esta o cualquier otra historieta, os espero en los comentarios.
Mil gracias por leer mis movidas.
Squire White 💕

Klance one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora