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Continuación cap 128
No es una continuación en si, porque no sigo un hilo, pero todos amamos esta historia.
¿Os gustaría alguna historia de este AU basada en trastadas que hicieran de pequeños estos granujas?

-Keith y yo nos quedamos, no te preocupes mamá,_esa era la versión responsable de hermano mayor de Lance.

-¿Seguro que estaréis bien?,_por supuesto que su madre se preocupaba, Shiro había ido a visitar a su hermano mayor, Vero estaba en la universidad, su esposo en un viaje de negocios y ella debía ir con Rachel a una competición de animadoras.

-Te prometo que si, Keith saldrá en nada de su trabajo temporal, vendrá a casa, en cuanto llegue llamamos a Rachel,_el cubanito las despidió junto con su abuelita y cerro la puerta.

Estar con la abu era genial, jugaban a juegos de mesa, se quedaban escuchando sus historias hasta tarde, comían lo que les apetecía, que a la yaya le gustaban esas "comidas modernas", además siempre les dejaba jugar a videojuegos.

-¿Y tu niño?,_la abuelita no era tonto, solo les preguntaba así a Keith por Lance y a Lance por Keith, el resto eran hermanos y hermanas.

-Dice que ya viene, que ha tenido que hacer una parada,_Lance se sentó algo sonrojado al lado de la mayor, que sabía que los miraba con lupa y bajo sospecha.

-¿Cómo salieron las pruebas esas?,_la abuelita entendía más o menos el concepto de examen, más o menos.

-Muy bien, estamos aprobados y como siempre Keith sacó la mejor nota, dejando a ese chico que es malo con toda la envidia,_le respondía el cubanito, dejándose caer en las piernas de su abuela.

-Me alegra mucho tener unos nietos tan listos y tan lindos,_la mayor se entretenía en arreglar algunos de los rizos que Lance tenía en su cabecita, que el cubano luchaba porque no se notasen.

La puerta sonó al poco rato de enfrascarse nieto y abuela en una conversación sobre las vivencias de la anciana.

-Corre a abrirle a tu niño, que llegará cansado,_Lance se levanto de un salto y rió divertido por la mirada pícara que le lanzó la mayor.

Desde donde estaba la abu hasta el recibidor había espacio, el suficiente como para recibir a Keith con un beso de esos ñoños que lo sonrojaban.

-Contraseña,_dijo el cubanito al chico ojivioleta que estaba cargado con un par de bolsas detrás de la puerta.

-Mi hermano es idiota,_respondió sarcástico.

-Meeec, contraseña incorrecta,_el cubano frunció el ceño.

-Lance, venga, ábreme la puerta, por favor,_Keith parecía cansado y con esa carita de pena que le ponía.

-Eso está mucho mejor,_el ojiazul abrió la puerta y la cerró rápidamente con todos los sistemas de seguridad una vez que su hermanito entró.

Keith dejo las bolsas en la mesita para quitarse la ropa de abrigo, nada más terminar de colgarla en la percha, Lance lo rodeo por la cintura, lo atrajo y le dio uno de esos besos que le hacían temblar el alma.

-Bienvenido a casa,_el morenito le dio un par de besos en la mejilla,_estamos solos con la abu, no te preocupes, ve a verla yo llamaré a Rachel para que mamá sepa que su renacuajo está a salvo,_le revolvió un poco el pelito y lo dejó ahí, temblando y sonrojado.

El azabache no perdió el tiempo y fue a ver a su abu.

Adoraba a esa mujer, y creedme, Keith era su favorito.

-Hola abu,_la saludo entrando al salón con un par de bolsas.

-Hola mi chiquitito, ¿qué traes?,_la mujer lo conocía de sobra, sabía que había en cada bolsa, pero le gustaba escuchar a su nieto decirlo.

Klance one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora