🌊63🌊

275 17 10
                                    

Continuación capítulo 45 dedicado a @LaurelYUNO

Lunes, principio de semana, estamos justo viendo amanecer, bueno no viéndolo, sintiéndolo.

Que Lance había descubierto la consola esa noche, no os digo más, se quedaron dormidos en el sofá, con las ventanas abiertas, las cortinas sin correr y la persiana a medio bajar.

Y el Sol estaba haciendo de las suyas, dormir sería fantástico si le quitas la luz, la postura incómoda y el espacio reducido.

-Keith, hay luz,_el cubano no quería moverse, que estaba encima sé su chico, con sus piernas enredadas y su manita en su pelo, que le encantaba.

-Ya lo noto, pero si estas encima, no me puedo mover, ni bajar la persiana, anda levanta y vamos a la cama,_Keith lo observaba, ni en sueños se había imaginado tenerlo tan así, que se derretía con mirarlo.

Y al final se levanto cargando al cubano, era una lapa, su lapa, y no la cambiaria por nadie, pero es que se le daba muy bien convencerlo para cualquier cosa.

En el cuarto, en la oscuridad, acurrucados, abrazaditos, durmiendo el uno contra el otro.

Que el cuerpo de Keith era cálido, pero no le molestaba, le gustaba, y mucho.

Su cuerpo, sus besos, su pelo con alguna que otra concha diminuta, no había podido dormir más y se había quedado observándolo.

Y se despertó algo más de él, algo que consiguió asustarlo, pero que no quería despertar al azabache.

-Mierda, mierda,_miraba la entrepierna de su chico, luego la suya,_bájate,_le ordenó, pero ni puñetero caso.

Intento bajarla por si mismo, y claro al ir a bajarla, toco, toco y le gusto, bendita tercera pierna.

Veía a Keith y subía y bajaba la mano sobre su ahora parte favorita del cuerpo, y venga tocarse y venga mirar, ojalá Keith le hiciera eso.

Y poco a poco se calentó y empezó a gemir bajito, joder que gusto, que placer y que ganas de comerle la boca al azabache.

-Keith,_murmuraba entre gemidos, que cachondo estaba, y eso que no sabía ni que la cosa podía mejorar si aumentaba la velocidad.

-Lance, ¿qué demonios?,_el azabache se despertó y abrió los ojos de golpe.

-E-Es que no bajaba, y no me dijiste que podía hacer esto, solo que os reproducís con esto, ¿por qué?,_se quejó en medio de otra ola de placer.

-Dios mío,_Keith se sonrojó por completo, se sonrojó y se puso cachondo, a mil por hora, que se le iba a poner más dura que al tritón.

-Keith, no se baja, ayúdame,_y con esos ojos brillando en lujuria, esa sonrisita de inocencia, esa pose tan descarada y ante semejante escena, el ojivioleta perdió la cordura.

-Te enseñaré un par de cosas,_sonrió con algo de vergüenza,_no te sabes hacer ni una paja, pero te haré algo mejor, ¿vale?, solo confía en mi.

Ese día Lance descubrió lo que era una mamada, y eso era el maldito paraíso.

El azabache empezó a subir y a bajar a meter un poquito y luego más, a dar algún mordisco suave, absorber con cuidado, y lamer, pero sobre todo a subir poco a poco la velocidad.

Klance one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora