Klance one-shots

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Continuación cap 189

Lance lo miraba sorprendido, era muy raro que las personas pudieran verlo, normalmente lo podían ver niños, personas muy inocentes o muy creyentes como el samoano al que había asustado minutos antes.

Keith no tenía esa pinta de ser inocente, de alguien que no ha visto o sabe del dolor, tenia más bien pinta de un soldado o superviviente, igual le iba el rollo tétrico.

Se miraban los dos, como analizándose, era raro, porque no hablaron por un periodo que les pareció eterno pero fue breve.

-¿Qué es eso?,_le preguntó Lance señalando su muñeca.

-No es nada,_a Keith no le apetecía hablar de ese reloj que estaba conectado con emergencias y que marcaba cuando su pulso no iba bien a base de sonidos fuertes.

-Mientes, anda dímelo,_le pidió, flotando y siguiendo al más bajito, porque si, Keith era más bajo que él.

-No te interesa, no nos conocemos ni sé quién eres,_le respondió.

Lance se quedó flotando en el sitio viendo como el azabache se agachaba y cogía el paquetito que llevaba su nombre, siguió a Allura porque la escuchó hablar de la fiesta con un dependiente.

Al cubanito le gustaba caminar e ir de tienda en tienda, los que podían verlo no lo detectaban como ente y los que no, simplemente no lo veían.

En realidad.., Lance no estaba muerto, su cuerpo aún resistía.

Llevaba casi dos años en coma, por culpa de las secuelas de un accidente, su familia se turnaba para no dejarlo ni un minuto solo.

Se sentía culpable por irse, pero necesitaba alejarse de vez en cuando, cada vez que lloraban, cada vez que ese sufrimiento y esas cuatro paredes podían con él y se sentía encerrado.

-El nombre es Lance,_le respondió con una sonrisa plantándose delante de él y ofreciéndole su mano,_Lance McClain.

-Keith, Keith Kogane,_le respondió intentando capturar su mano en el aire, haciendo que ambos rieran.

Pero ese roce entre ellos desencadenó que se unieran de cierto modo, que sé tuvieran curiosidad.

La vida era algo salvaje y efímero, Lance lo aprendió por las malas, Keith lo tuvo claro desde su más tierna infancia.

-Ha sido un placer conocerte, Keef,_le dijo con cierta burla, sabía que por alguna razón ese chico iba a ser importante para él, era el tipo de cosas que había aprendido a percibir.

-Oye.., no te vayas, espera, en realidad,_se lo quería preguntar, quería preguntarle que cómo era estar muerto.., pero simplemente no podía, le resultaba cruel.

-En realidad al darme la mano me has invitado a quedarme,_le respondió el ojiazul que se volvía transparente por momentos.

-¿Vas a poseerme o algo así?,_le preguntó con cierto asombro, porque eso era ya lo que le faltaba,_poco te iba a durar el cuerpo,_murmuró con cierta gracia, pero el chico translúcido de piel morena negó, no entendió del todo lo último que le dijo, pero tampoco le importaba demasiado.