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ESPECIAL CAP 100 CON ALGUNAS DE LAS HISTORIAS QUE MÁS OS HAN GUSTADO

🌸🌸🌸🌸

La campanita volvió a sonar, esta vez le tocaba a Keith cuidar de la abuelita, que ya estaba mayor.

Mamá y papá trabajaban, sus hermanos mayores en la universidad, Rachel en el cumpleaños de una amiga y Lance de entrenamiento.

-¡Voy, voy!,_el azabache salió disparado al salón, para ver la sonrisa genuina de la que era su abuela, es que la adoraba.

-Hola mi pequeño precioso, necesito que me vuelvas a ayudar, ¿puedes pasarme el mando del televisor?, Lance volvió a dejarme un documental de peces, no tengo nada en contra de ellos, pero los que narran tienen una voz muy rara,_le dijo con esa forma tan genuina de ella.

-¿Y si apago la tele y hablamos un rato?,_y por estas cosas su abu lo amaba, porque el azabache pasaba tiempo con ella, escuchando sus historias, igual que todos sus nietos, todos adoraban a su abuela, pero en especial tenía fascinación por el ojivioleta.

-Me parece un plan estupendo,_le peinó el pelo hacia atrás, Keith era su nieto rebelde, su pequeño que hacía trastadas y la consentía dándole algún que otro dulce a escondidas.

-Te prometo que algún día me lo corto,_le dijo antes de que lo regañase, a lo que la mayor rió.

-Más te vale hacerlo antes de que me muera, y no en un arrebato antes de mi funeral,_le contestó.

-¡No digas eso abu!,_la regañó, consiguiendo un par de carcajadas de la mayor.

-Bueno, bueno, es un decir, ya sabes que a mi también me gusta así,_le hizo un gesto que conocía de sobra.

Desde que era un crío que se enganchaba de su falda junto a Lance y Rachel, cuando Keith tenía algunas tardes difíciles o con pesadillas y estaban con la abuela, se acurrucaba en su falda igual que ahora.
Se dejaba acariciar y conforme pasaba el tiempo le contaba todo.

Lance no tardó mucho en llegar, sudando y quejándose, que ese día había sido duro.

-Hola abu,_le dio un besito en la mejilla.

-Hola mi rey chiquitito, a ver, ¿qué dices que te paso?,_la mayor le sonreía que con ternura.

-Me volví a hacer daño por culpa de James, ese chico nos odia desde siempre,_se quejó, sentándose en el suelo, que estaba sucio.

-¿Necesitas que te vuelva a vendar?,_le preguntó el azabache, aún estaba acurrucado sobre la abu, recibiendo alguna que otra caricia y todas las historias divertidas que la mayor le contaba.

-Si, por favor, ¿tú cómo vas?,_le preguntó, que el azabache tenía el hombro izquierdo fastidiado por una caída en un entrenamiento.

-Mejor, la semana que viene vuelvo a entrenar y terminó la rehabilitación,_le respondió, levantándose, que tenía que echarle una mano.

La mayor sonrío, pidió un poco de tele y los dejó irse al baño los dos juntos.
Sabía de sobra que esos dos se gustaban.
Desde que eran mucho más pequeños.
Y le parecía la cosa más adorable del mundo.

Sus niños eran maravillosos y no pasaba nada si se gustaban o estaban juntos a escondidas.

-Ven aquí,_una vez encerrados en el baño el cubanito lo besó, a la mierda el mundo, ahora no los veían.

-Oye, que la abu está arriba,_le medio regaño, pero que también le comió la boca, no os confundáis.

Que esos momentos tontos eran para ellos, y completamente respetables, en el fondo todos sabían que entre esos dos pasaba algo, y todos los respetaban, no eran hermanos de sangre, tampoco habían llegado a ser hermanos.

Klance one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora