Capítulo 48

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Lucía miraba extrañada como Damián y Venus desayunaban en silencio. Era una situación incómoda y algo extraña para ella. 

—¿Ocurre algo? —preguntó mientras le daba un sorbo a su café.

—No —Se apresuraron a responder ambos.

Eso los delató. Sin duda, algo gordo había ocurrido y Lucía se moría por saber qué era.

—Cariño, te ha llegado una carta —anunció Elena acercándose a Venus.

—Déjala ahí y después la leo —respondió esta con desgana.

La madre miró la carta algo extrañada.

—Es del bufete de tu padre —dijo casi sin aliento.

Elena estaba agobiada. Sentía cómo el corazón se le había acelerado. ¿Qué era esa carta?, ¿por qué recibía una carta de ese bufete? 

¿Sería para alguna citación?, ¿estaba a caso Guillermo tratando de arrebatarle la custodia? No, eso no tenía ningún sentido. De ser así la carta le hubiese llegado a ella. Entonces, ¿qué estaba pasando?

Venus se levantó de la silla y cogió la carta entusiasmada.

Los tres le miraron esperando a que dijese algo.

—Hoy va a ser un gran día —anunció feliz mientras daba un beso y un abrazo a su madre.

Tanta efusividad no hizo más que preocupar más a Elena.

—Cariño...

—Me tengo que ir ya —interrumpió ella corriendo hacia el coche.

Lucía miró la hora. Aún era pronto. ¿Por qué tantas prisas? Se moría por descubrir qué estaba ocurriendo. 

El camino al colegio fue silencioso. Venus contemplaba el sobre con una espléndida sonrisa.

—¿No vas a abrirlo? —preguntó Lucía sin poder aguantarse más.

—No es para mí —respondió Venus ampliando su sonrisa.

Casi hasta le estaba comenzando a doler la cara de tanto sonreír. No estaba demasiado acostumbrada.

Todos entraron a clase y tomaron asiento. Todos menos Venus, quien se dirigió hacia el sitio de Paula.

—Tengo algo para ti —anunció sonriente.

—¿Me traes una disculpa? —preguntó burlona.

—Algo mejor —respondió ofreciéndole el sobre.

Paula lo abrió con aires de suficiencia, pero conforme fue leyendo su cara fue cambiando y su semblante fue palideciendo. Toda la clase las observaba en silencio esperando alguna reacción que les aclarase qué estaba pasando.

—¿Qué es esto?

—Querida, entiendo que el lenguaje judicial pueda ser algo complejo, pero en el primer párrafo lo explica claro —Sonrió de nuevo—. Es una querella.

Todos abrieron la boca estupefactos.

—¿Perdona?

Paula trataba de recuperar la compostura.

—Bueno, ¿no has oído nunca eso de que todo acto tiene consecuencias? Pues estas son las de los tuyos —provocó—. Me imputaste un delito a sabiendas de que era falso y por tanto estoy en mi derecho de tomar represalias legales —explicó.

Entonces Paula comenzó a reírse tomando a todos por sorpresa.

—¡Ridícula! No puedes probar nada —respondió triunfante.

—Ni falta que me hace —respondió esta con desprecio.

Paula la miró confusa, no entendía qué estaba pasando. ¿Por qué se querellaba contra ella si sabía que no podía ganar?

—Te lo explicaré, querida. Puede que no tenga testigos ni pruebas, pero tengo un bufete representándome que se va a encargar de alargar este proceso hasta que cumplamos los 25 años, mínimo —La sonrisa de Venus se iba agrandando mientras que en la cara de Paula comenzaba a verse un evidente nerviosismo—. ¿Cuánto crees que podrás soportar ese proceso? Ya sabes, hay que pagar tasas, abogados... —Comenzó a enumerar.

Paula miró aterrada a Damián, pero este negó con la cabeza.

—Oh no, querida, no le mires a él que no puede apoyarte —señaló Venus divertida.

—Yo te he ayudado a ti en todo —suplicó Paula.

—No voy a meterme —respondió Damián negando con la cabeza.

Paula estaba completamente loca si creía que Damián iría en contra de Venus de esa manera. Estaban peleados y todo eso, pero era Venus. Jamás haría nada que la dañase. Al menos conscientemente.

—Ni podría meterse aunque quisiese —Sonrió—. Te contaré un secretito. Todo ese dinero y poder que tú tanto valoras de mi familia viene de la familia de mi padre. O sea, mi madre tiene dinero y así, pero la verdadera fortuna es de mi padre, del biológico —Comenzó a explicarle de forma pausada. Venus estaba disfrutando de ese instante sin darse cuenta de que a Damián esas declaraciones no le estaban gustando nada—. Claro, lo que tú no sabías es que el ochenta por ciento de las propiedades actuales de mi madre son en verdad de mi padre. Las tiene cedidas mientras yo viva bajo su techo. ¿Entiendes? Mi familia no podría salvarte ni aunque quisiese. 

—¿Lisi? —preguntó Paula agobiada.

—Lo siento, yo no me veo envuelta en escándalos —respondió con una divertida sonrisa.

—¿Milán?

Paula estaba realmente aterrada. Ella no podía permitirse ese proceso. Iba a acabar quebrando a su familia. Necesitaba que alguno de sus compañeros de clase la respaldase.

Milán tomó aire y meditó las opciones.

—Lo siento. Mis padres no se van a ver envueltos en una guerra con Guillermo Cahué por un asunto que no les incumbe —respondió con sinceridad.

Los padres de Milán tenían un gran poder económico y político. Sin duda, eran de las familias más importantes de ese colegio. Si alguien podía hacer algo era ellos, pero atacar a los Cahué por un asunto que no iba con ellos no era un movimiento nada inteligente. Una guerra abierta entre ambas familias solo acabaría con bajas en ambos lados. Y Paula no había hecho nada para ganarse ese respaldo. Sus padres jamás harían ese movimiento suicida por ella.

Paula miró a Mateo y este comenzó a reírse como si no hubiese mañana.

—¿Estarás de broma, no? A mí ni me mires —continuó riendo—. De hecho, Venus, si necesitas algo ya sabes que para mis padres eres como una hija —añadió satisfecho de poner darle la estocada final a la sonrisitas esa.

—Estás jodida. Ya puedes comenzar a ahorrar —intervino Anisa.

Contemplar la escena en silencio estaba siendo demasiado aburrido para ella.

Paula no pudo más. Sintió cómo todas las sensaciones se apoderaban de ella. Estaba aterrada. No sabía cómo contárselo a sus padres. No iban a perdonárselo nunca. Todo su plan se había venido abajo y se había dado la vuelta a la situación.

Se levantó y salió corriendo de la clase sin decir palabra.


Hola a todos, ¿cómo estáis? Espero que estéis llevando este confinamiento de la mejor forma posible y que todo vuestro entorno esté bien. Agradeceros a todos los que estáis leyendo esta novela. Muchas gracias por estar viviendo conmigo está aventura. De verdad que no me lo creo. ¡Con el pánico que me daba empezar a subirla! jajaja Gracias de verdad.

Bueno, voy al grano jajaj He creado una cuenta de Instagram para subir cosas de la novela y de los personajes, hacer dinámicas, anuncios y todo eso. Os dejo el usuario por si os interesa "nimeria.escondida" y mil gracias por dedicar vuestro tiempo a este pedacito de mi. Cada lectura, voto y comentario es un subidón imposible de describir. 




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