Chapter 44

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- Lyra no contesta a mis cartas - soltó Alan mientras Jacob estaba junto a él terminando uno de los deberes - Siempre contesta a mis cartas.

- Todos la hemos cagado, Al. Todos. Se le pasará, pero...parece que han pasado siglos desde que leí algo suyo - se lamentó el pelinegro - Amo a esa tonta pecosa, la amo Alan, me siento una basura.

- Tu no le dijiste nada, fui yo. Así que quien debería sentirse como una basura no eres tu. Harry ha intentado hablar con ella...pero le ha dicho que debemos resolverlo nosotros - suspiró - Tengo una idea.

- Espero no incluya al pedazo de mierda de Caster - sentenció mientras Alan fruncía el ceño.

- Ese pedazo de mierda a pesar de todo era nuestro amigo, y se que en el fondo aún lo consideras así igual que yo - Jacob bufó y rodó sus ojos.

- Vaya, ese amor que le tienes es tan fuerte que parece que puedes perdonarle herirte y tratarte como escoria, yo no Alan, no soy tu.

- Si fueras yo de seguro sería todo un problema - siseó - de cualquier forma, el plan no incluye a Sebastian sino a Nike. Ella es su amiga, seguro si ella...

Jacob se levantó y con un movimiento de su varita guardó todo en su bolso al cual tomó bruscamente con aquellos ojos oscuros llenos de molestia.

- No pienso involucrarme en ese plan, haz lo que creas conveniente. Yo veré como resolver por mi propia cuenta.

Alan exhaló cuando Jacob salió tan rápido que no se fijó en dos niños de primer año a los que hizo tropezar. Sabía que estaba furioso y una parte de él, tampoco estaba muy contenta luego de que algo pareciera cambiar poco a poco, un sentimiento que comenzaba a transformarse de una manera tan sorprendente que le había dejado sin aliento. Una parte de él, conservaba el sentimiento fuertemente arraigado hacia Sebastian, pero la otra parte sentía que necesitaba de Jacob, que comenzaba a desear cada pequeño resquicio de su espíritu y eso le gustaba tanto como lo comenzaba a detestar.

Hablar con Nike no le parecía mala idea, sobretodo si con eso lograba que Jacob comenzara a retomar su relación, una que el orgullo de ambos había dejado suspendida entre silencios en los pasillos y un fingido odio de parte del pelinegro. Así, que cuando encontró a Nike en el salón vacío de Aritmancia suspiró aliviado.

- ¿Por qué siempre estás sola? Estoy seguro que a Theodora Peterson le caes muy bien.

- No es Lyra y por supuesto, no estoy de humor para sus cháchara sin sentido acerca de Hubert el de Wampus - se quejó encogiéndose de hombros - ¿Es cierto lo que dicen por allí? ¿Ya no son amigos tu, Jacob y Sebastian?

- Me parece que esta vez, los rumores son ciertos, Nike. Aunque, Jacob y yo definitivamente pertenecemos a un nuevo bando. Cosa que nos ha quitado mas de lo que nos ha dado.

Alan se sentó a su lado y ella suspiró acomodando su cabello. Aquellos ojos castaños le escrutaron ávidos y de pronto, una media sonrisa se reflejó.

- ¿Sabes? Recuerdo haberle comentado a Lyra que me parecías guapo, del tipo que no le rompería el corazón a nadie - dijo con calma - pero creo que eres una caja de sorpresas Alan, sobretodo porque se que saliste con un par de chicos y no se que me sorprendió mas, que te gustaran los tipos o que realmente fueses tan liberal. Se que te has estado viendo con Jacob, los vi, besándose.

Alan sintió su rostro palidecer y todo su cuerpo con una sensación de frío, sin embargo Nike no parecía molesta.

- Oh por Circe, no es como si no supiera que le gustan los chicos también de hecho, Jacob y yo compartimos el gusto por los chicos y las chicas - le guiñó aunque sus ojos no brillaban como usualmente hacían - En cuarto año intenté besar a Lyra y ella solo me esquivó y se echó a reír diciendo que no se liaba con sus amigos ni amigas, estoy segura que ya lo sabías. Entre tu y ella no hay secretos, ¿no es así?

Los Merodeadores - Desafiando al DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora