*Alerta de escenas no aptas para menores de 18 años*
SUPER ALERTA
Lily observaba todo muy de cerca. No por nada era la madre del salvador del mundo mágico, pero aunque con todo y que fuese un mago poderoso perseguido por el peor de los villanos, Harry era solo eso para ella, Harry. Un muchacho de caracter firme, decisiones arriesgadas, de una sonrisa idéntica a la de James y que a pesar de parecerse físicamente a él, no era tan arrogante y bromista. Sabía que su hijo era inteligente, brillante pero realmente desinteresado en resaltar, en palabras de el mismísimo muchacho, Hermione era mejor que él en eso.
Sin embargo, parecerse tanto a James le jugaba una mala pasada. Una muy mala pasada. Tenía esa manía de revolver su cabello, como hacía James cada vez que ella pasaba por los pasillos de Hogwarts en su adolescencia, lo mismo que hacía Harry cada vez que Lyra pasaba cerca de él. Se sonreían ambos, como si con solo verse supiesen lo que el otro diría, con aquella mirada de complicidad que solo James tenía para Sirius. Pero su mirada, su mirada era otra cosa.
Nunca había detallado como James la miraba, hasta que Remus se lo describió una tarde que estudiaban juntos y ella despotricaba contra el castaño, detestaba que la siguiese por todo el maldito pasillo, aunque cuando dejó de hacerlo, casi lo extrañaba.
¿Que no lo has notado en verdad? James te mira como si nadie mas en el lugar existe. Le brilla el rostro y cuando entras es como si viese la copa de Quidditch pasar frente a sus ojos.
Lily observó a Harry esa mañana cuando Lyra le quitó la tostada como de costumbre y se sentó frente a él. Sonrió, revolvió su cabello, hizo un comentario que la hizo reír, luego le dio aquella mirada que había reconocido en el rostro de James luego de aquellas palabras de Remus.
Nadie mas existía. Frente a Harry había una snitch dorada que brillaba intensamente solo para él y que dejaba flotar deliberadamente frente a su rostro solo para disfrutar la imagen de tener lo que tanto anhelaba al final del partido.
En ese instante, Lily sonrió. Sonrió emocionada, sonrió casi a reventar su corazón, porque sabía que por poco, por muy poco, ella se perdería de aquellos pequeños momentos en que veía crecer a su hijo.
Su mirada se encontró con la de Sirius aquella mañana y entendió que él ya lo sabía. Perro traicionero pensó ¿Como pudo guardar ese secreto solo para él?
James estaba junto con Remus y Nymphadora en una misión para la Orden, pero Annabelle llegó con noticias nada agradables para Lily.
Petunia, su hermana, al parecer era punto de foco para un par de Mortífagos, sabían a quien estaba emparentada y según el análisis de Sirius, solo querían hacerle salir para enfrentarle.
- Debo advertirle - soltó Lily y Sirius negó.
- No, ni hablar Evans - replicó el ojigris - Mierda, lo siento. Señora Potter.
- ¡Agh! Sirius - Lily rodó sus ojos - Mi hermana está en peligro.
- Una hermana que no movería un dedo por ti - espetó Annabelle - ¿Que no leíste mis diarios? ¿No recuerdas como te sacó de la casa de tus padres el día de su funeral? Lo siento Lily pero no deberías arriesgar tu vida por ella.
- Sigue siendo mi hermana - les reclamó con fuerza - si debo quitar yo misma a esos Mortífagos, lo haré.
- Quiero ver que te dirá James - siseó el ojigris con una sonrisa de autosuficiencia.
- James no me dice que hacer o no - Lily tenía el rostro furioso.
- Pues así tenga que amarrarte, no irás - Sirius y Lily se enfrentaban en pequeño espacio donde ninguno cedería.
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Los Merodeadores - Desafiando al Destino
FanfictionHarry Potter y Lyra Black tienen algo en común mas que ser hijos de los Merodeadores mas revoltosos de todo Hogwarts. Esta vez, deberán aprender a enfrentar a sus mas grandes enemigos y combatir sus miedos juntos. Desafiar lo que esta escrito será...