Los Merodeadores - Desafiando al Destino

Chapter 51

Harry jamás había visto a Lyra tan seria como en aquella ocasión y sobretodo, jamás habría imaginado lo hermosamente sobria que se vería con una túnica tan elaborada como aquella que se había puesto. Las noticias que habían traido Apolo, Sirius y Annabelle a la oficina del director, parecían haberla dejado en un estado de furia contenida que el castaño de anteojos percibía facilmente y le sorprendió aun mas que le pidiera acompañarlo a aquella extraña reunión sin ser el invitado principal. La mirada de Apolo pareció atónita al verlo pero supuso, que de cualquier manera las decisiones de Lyra las aceptaría sin chistar y sin preguntas.

- No irás en este instante - saltó Annabelle - es una locura, Lyra.

- Oh pues te hubieses enrollado con otro que no fuera Sirius, porque he sacado el parecido a él - intentó bromear aunque esta vez, ni siquiera Sirius hizo el amago de sonreir - He estado en peores situaciones, mamá.

- Dumbledore, ¿que opinas de esto? - Sirius se sorprendió que Annabelle pidiera apoyo al anciano profesor quien se acomodó los anteojos y le miró.

- Mi opinión sería irrelevante conociendo a la señorita Black, aunque tomando en consideración los acontecimientos me atrevo a decir que enfrentar nuestros problemas siempre es la mejor solución.

- ¡¿Lo ven?! Además es Nike de quien hablamos - se dirigió hacia su madre - Es mi mejor amiga y no puedo dejarla con Ares. Papá, se que tu entiendes mas todo esto.

- Coincido nena, pero es peligroso que te involucres. Aunque me siento orgulloso de que realmente te importe una mierda el peligro solo por salvar a tu amiga - le guiñó - De cualquier manera, es un plan demente y si de algo se, es de ese tema.

- Además Lyra, Harry no puede dejar Hogwarts. Está en peligro tanto como tu - sentenció la mujer rubia.

- No me importa, si Lyra me necesita iré - saltó el muchacho mientras la pelinegra le miraba con emoción.

- ¡James y Lily nos matarían si algo te pasa! - insistió Annabelle y miró a Sirius buscando apoyo. El ojigris pasó su mirada de Lyra a Harry y suspiró.

- Harry no necesita ir - saltó Apolo - Yo iré con Lyra.

- No, Lyra tiene un punto - intercedió Sirius - Todos la toman como peligrosa, verla con Harry sería una manera de mantenerlos distraídos, mientras se ejecuta el plan de rescate.

- Pues ni siquiera se para que cuento contigo en que seas el adulto responsable que debes ser - gruñó Annabelle - ¡Lyra puede meterse en un lío aún peor! ¡Ni hablar de que Harry puede salir mal librado, Sirius! Debes ser sensato.

- ¡Soy sensato! - soltó hacia su prometida - También soy su padre y el padrino de este cuatro ojos. Pero, de cualquier manera, no dejaría que les sucediera algo y yo haría lo mismo que Lyra está por hacer. Lo habría hecho por ti o por James.

- Ni siquiera se han casado y ya andan discutiendo como un matrimonio viejo - siseó la pelinegra - Mamá, es el mejor plan que tenemos, Apolo irá contigo al gran rancho, tiene como comunicarse conmigo si algo sale mal. Papá vendrá con Harry y conmigo, la casa de Ares aún debe tener el pase para los miembros de la Hermandad, así que podré entrar.

- Deberíamos avisarle a Gideon - dijo Annabelle con preocupación.

- Gideon está hasta el cuello -resaltó Apolo - Si algo sucede, le culparán y pueden juzgarlo en el Magicongreso por traición aunque no la haya cometido. Mi padre se ha hecho de amigos poderosos.

- Pues parece que se ha metido con quien no debe - siseó la pelinegra.

- Debo pedirle, señorita Black, que trate de mantenerse tan a salvo como pueda, tanto externamente como internamente. Usted y el señor Potter son dos de las personas mas poderosas que conozco, pero siempre he considerado que a diferencia de Harry, el amor desmedido que siente por quienes son mas allegados a usted la llevarían a cometer actos de los que quizás pueda arrepentirse.