Sirius les siguió esa noche, sobretodo porque Lyra se había puesto un vestido de florecillas que le llegaba casi hasta los pies y había dejado su cabello suelto, con una pequeña flor que Harry había puesto cerca de su oreja.
¡Vaya cursilería! Pensó Sirius, sin embargo le causaba curiosidad. ¿Que harían esos dos tan bien vestidos en medio de la noche y caminando hacia el bosque? No entendía a James, ¿estaba perdiendo facultades? Esos dos eran obvios en toda su extensión. Podía escuchar sus risitas de tontos enamorados a kilómetros de distancia, pero si algo debía admitir era que su ahijado, su único ahijado y una de las personas que mas amaba en todo el mundo, se ganaba puntos por ser un tipo de lo mas decente.
En un bosque, a medianoche, Sirius jamás se habría puesto a hablar de sus colores favoritos y mucho menos de las mejores jugadas del mundial. Pero Harry realmente parecía interesado en hacerlo y Lyra le seguía con tanto ímpetu que parecía que realmente compartían mas que solo gustarse. Entre esos dos había mas que una química que Sirius no comprendía y que aunque conversara con Annabelle, ella solo le diría que todas las parejas son distintas. Lily y James se entendían bailando solos en la sala, o mirándose sin decir nada. El y Annabelle tenían algo mas físico, era como si sus cuerpos siempre necesitaran del otro y era su forma de amarse, de expresar cuanto se amaban.
Pero Harry y Lyra compartían una extraña relación en donde se reían, hablaban de cualquier trivialidad por horas y compartían besos entre sonrisas y susurros que Sirius casi no alcanzaba a escuchar. Sin embargo, habían heredado algunas de las formas de entenderse que comenzaron a preocupar a Sirius y por eso estaba en medio de la noche, dejando su sesión de sueño reparador, por vigilar a ese par.
Lo había notado. Bastó unas cuantas cenas y desayunos para notar que ese par se entendían con una mirada, al igual que Lily y James. Entonces un miedo comenzó a recorrerle. ¿Cuanto tardarían Harry y Lyra en entenderse de una forma mas física? ¡Oh no! Nadie tocaría a su pequeña estrella si él podía evitarlo. De cualquier forma, Lyra era quien se escabullía a la habitación de Harry, así que esperaba en el fondo de su corazón, que solo fuese para hablar las mismas tonterías de siempre.
Esa noche, Harry incluso llevaba de ese perfume que James le había regalado y se vistió mejor de lo que le vio alguna vez.
- Vaya, casi parece que has intentado peinarte - le dijo Lyra e incluso Sirius que estaba en su forma animaga oculto tras los arbustos sintió ganas de reir - ¿Te ha gustado la pequeña ducha en el lago?
- Me vengaré Ly, lo haré. Solo debo pensar como - sonrió y acomodó un mechón de cabello tras la oreja de la chica - ¿Como haces para estar siempre tan guapa? Eres tan...
- Shs - le calló y sonrió - Parvati dejó saber que eras un desastre bailando y Ron me lo ha confirmado. Pero, es porque jamás has bailado conmigo - le guiñó.
- ¿Eres buena en eso?
- La mejor. Jacob y Alan siempre se pelean para bailar conmigo, realmente lo hago mejor de lo que imaginas - Lyra tomó sus manos y las puso en su cintura mientras que ella se aferró a sus hombros. Comenzó a moverse lentamente y Harry le siguió.
Sirius pensó que aquello era una tontería, no habia nada de música pero solo pasaron unos segundos cuando Lyra comenzó a cantar. La había escuchado una semana atras cuando los reunió a todos y lo sorprendió con una voz melodiosa y alegre mientras tocaba algo mas intenso y rapido en el piano, pero aquello era mas que diferente.
Annabelle le había dicho que ese día Lyra solo cantaba para que le dejasen en paz, pues siempre le avergonzaba el efecto que tenía su voz en los demás, uno que los dejaba embelezados, atontados y distraídos como si una veela cantara frente a ellos.
Ahora lo entendía. Aquellas notas salían de su voz como mantequilla derretida, como un canto de una ninfa, como el de las sirenas en las profundidades. Era una canción lenta y no pudo culpar a Harry cuando la atrajo mas hacia él y ella no tuvo mas remedio que cantar en su oído.
El muchacho cerró sus ojos y se dejó llevar por la magia de aquella voz y las palabras que parecían un poema. Recordó la sensación que le provocó Fleur Delacour pero esto era con una intensidad increíble. Estaba seguro que Lyra tenía una especie de poder mas allá de su extraordinario uso de la magia, era como si toda su esencia fuese magia pura. Quería poder obtenerla, poseer aunque fuese un poco de aquello que representaba.
El perfume de ella lo sumió en un trance donde hundió su rostro en su cuello y simplemente se dejaba estar mientras se movían lentamente. No supo cuando terminó la canción ni cuando ambos se detuvieron, solo que Lyra lo abrazaba con una fuerza que le daba calidez.
- ¿Por qué no has cantado esa la vez pasada? - susurró con voz ronca haciendo que la chica se estremeciera.
- Porque les pasa lo que a ti y es...extraño. Aunque espero esto quede como un secreto entre tu y yo. No me gusta que parece que los hechizo o algo.
- Tienes una voz hermosa, ¿por qué no dejar que los demás se sientan hechizados con ella? Aunque, quizás si me guste que solo cantes en mi oído - dijo y ella soltó a reír - ¿Ves que no ha sido tan malo?
- No, creo que Parvati solo me mintió porque tiene un enamoramiento contigo y Ron, pues...seguro debes bailar con él un poco - le guiñó.
- Ly - Harry tomó su rostro - ¿Que es eso en tu cuello?
Lyra instintivamente tocó el lugar que Harry mencionaba y sonrió al recordar a que se refería.
- Me he tatuado una runa. Deberías estudiarlas de vez en cuando.
- Entonces deberías tatuartelas en todo el cuerpo - sonrió y enarcó una ceja sugestivamente.
Sirius quizás se habría desmayado ante aquel comentario tan descarado. Pero no podía dejar que le descubrieran.
- Vaya, vaya. Que atrevido señor Potter - dijo con arrogancia.
- ¿Cuando lo has hecho? ¿Que runa es?
- Es la runa del amor, Harry. Me ha ayudado Jake. Hace un par de días. Los tatuajes mágicos solo molestan un poco, a diferencia de los nomaj, Jacob lloró luego de tatuarse el brazo todo el maldito día - contó con diversión - ¿Estás interesado en uno? Quizás debamos hacerte un martillo al lado de ese rayo en tu frente.
- Que graciosa. Pero si, quizás quiera hacerme uno - se encogió de hombros - ¿Por qué esa runa?
- Es mi runa favorita. Además, sabía que curiosearías - dijo con un tono mas sugerente del que Harry esperaba - el amor, es lo que nos tiene aquí.
Sirius y Harry entendieron de formas distintas aquella explicación y cada uno decidió sonreír por lo que aquello representaba.
Sería memorable, como un tatuaje en la piel.
❤
He escrito esto en 1 hora. Me ha salido super rápido. Escuchen Impossible de Nothing But Thieves pero la versión para Abbey Road
Espero sus comentarios
❤
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Los Merodeadores - Desafiando al Destino
FanfictionHarry Potter y Lyra Black tienen algo en común mas que ser hijos de los Merodeadores mas revoltosos de todo Hogwarts. Esta vez, deberán aprender a enfrentar a sus mas grandes enemigos y combatir sus miedos juntos. Desafiar lo que esta escrito será...