Los Merodeadores - Desafiando al Destino

Chapter 32

Lyra miró a Harry orgullosa mientras que Hermione seguía insistiendo en que había recibido ayuda de aquel libro que había tomado del estante. Ron estaba maravillado y se arrepentía de que en su libro solo había una mancha pequeña.

- Oh vamos Herms, Harry ha seguido las instrucciones, ¿no? No es como si el libro le hubiese susurrado la receta en su oído. Quien sea que haya dejado esas notas, era diestro en las pociones.

- Pero tu has hecho casi lo mismo. Solo te gané porque tu poción estaba a fuego lento - saltó Harry rapidamente.

- Si, porque tengo mi propia técnica, pero realmente tienes una buena ayuda allí Harry -  sonrió amablemente.

- Si Hermione, solo estás molesta porque Harry te ha superado en algo - se burló Ron - ¿Por qué no estas molesta también con Lyra?

- ¡Silencio Ronald! - le calló Hermione - Claro que no estoy molesta con él ni con Lyra es solo que...¡Recuerda el diario de Ryddle, Harry!

- Esto no es nada parecido, Herms. Lo sabes.

- Bien, que tal si hablamos de algo diferente. Ya Harry se ganó su Felix Felicis y espero no lo use para tener suerte peinándose las greñas - rió - ¿Que hay del olor de tu amortentia Ronnie darling?

- Oh - se sonrojó - pues...era el olor del estofado de carne de mamá, también cesped mojado y...bueno lo otro si no recuerdo.

- Aja. Herm...

- Lo siento debo ir a Runas - se disculpó y pronto se dio la vuelta en la esquina con rapidez. Lyra y Harry se miraron y sonrieron.

- Eh...Ron. He dejado algo en el salón, iré con Lyra a buscarlo - la aludida compuso una expresión cansada ante la mención de Harry.

- ¡Agh por Circe! Potter no quiero bajar mas escaleras - se quejó haciendo reír a Ron - Debes ser mas organizado, joder.

- Compañera si me dejas leer entre líneas creo que Harry quiere pasar tiempo a solas contigo -  dijo Ron con una sonrisa y Harry alzó sus manos en aprobación a las palabras de su amigo.

- Incluso Ron entendió y no es mi novio - saltó Harry haciendo que Lyra bufara - Vamos. Luego te alcanzamos Ron - le soltó al pelirrojo mientras tomaba a Lyra de la mano.

- Si querías besarme solo lo hubieses dicho. Me veía bajando esas malditas escaleras y te juro que casi estaba a punto de llorar - terció Lyra pero Harry estaba mas concentrado sacando el mapa y viendo cuidadosamente.

Derecha. Izquierda. Derecha de nuevo. Derecha. Lyra había seguido a Harry hasta un salón vacío que el cerró con un hechizo y antes que pudiese decir algo mas o quejarse, el castaño ya estaba besándola suavemente manteniéndo sus manos alrededor de su cintura. Cuando fue a separarse los lentes estaban empañados y Lyra soltó una carcajada.

- Que ternura, Harry. En serio eres divino - besó su mejilla - Descubrí que si me gustas, es decir, no es que no lo supiera ya, pero mi amortentia tiene aroma a tu perfume.

- La mía a chocolate  que es tu olor la mayoría del tiempo - Harry acercó su rostro al cuello de la pelinegra causándole un suspiro a la chica - Si, definitivamente es como si fueses una enorme tableta de chocolate.

El chico tenía la cualidad de decir cosas como aquella y sonar realmente dulce y romantico, aunque el cuerpo de Lyra declaraba algo totalmente diferente.

Estúpidas hormonas. Estúpido Harry. Estúpido perfume. Pensó mientras Harry la tomaba nuevamente de la cintura y la besaba con mucho mas ímpetu y ella se adentraba en su boca.