- Las instrucciones son claras Cass, no intentes acercarte mucho a ellos, sabes a que me refiero. Aparecerás en este mismo lugar y te irás por el pequeño pasadizo hasta llegar a la puerta, allí irás con Andrómeda - instó Sirius mientras le observaba con preocupación - Joder, este plan es demente pero...no quiero perderte a ti también.
- Deberías dejarme ir con ella, Sirius - terció Al colocándose al lado de Cassiopeia - Es tanto o más importante para mí como lo es para ti.
- No, tu te quedarás aquí y me ayudarás a resolver esto. Cassiopeia sabrá cómo escabullirse de los problemas, se que lo hará. Está en nuestra sangre - el joven le sonrió pero no duró mucho - Recuerda que mamá no es la misma que conoces ahora, si se encuentran, que espero que no sea así, serás un poco mayor que ella y por lo que sé, desde siempre ha sido quisquillosa así que intentará interrogarte, solo no dejes que lo haga. Conoces a mamá, sus modos de auror hacen que cualquiera le cuente lo que sea.
- Lo se, no soy tonta Sirius y...¿Que hay de papá? ¿Que hay si...?
- El también intentará sacarte información, aunque probablemente crean que sabes cosas de lo que sucedió antes de que ganarán la guerra, pero, están más que equivocados y eso es lo que nos tiene en este jodido embrollo - el pelinegro le tomó del rostro con delicadeza y besó su frente - Te juro por mi vida que haré lo posible por arreglar esto, que Al y yo no descansaremos. Iré por ti cuando...
- ¿Que hay si pasa mucho tiempo? Sirius...no puedes pensar que esto solo durará un par de semanas. ¿Que hay si pasan meses o años? - la voz de Cassiopeia sonaba alterada y su mirada luego se fijó en Al - Dime, tu nunca me dirías algo que no puedas cumplir, Al.
Sirius y el joven de ojos verdes se miraron antes de que esté último se acercara. Al le tomó de la mano y le apretó levemente.
- Tienes razón, puede pasar más tiempo del que tenemos previsto pero te juro y te doy mi palabra que iré por ti sea como sea, que nos veremos pronto y que todo estará bien. Yo nunca he roto una promesa y no será la primera vez Cassie.
Ella extendió sus brazos y los atrajo a los dos mientras se quedaba por un momento así, llorando en silencio, entendiendo la magnitud de sus decisiones. Los otros dos jóvenes tenían también sus ojos empañados y el rostro cubierto de lágrimas aunque las limpiaron rápido para luego componerse.
- Tengo la palabra de Merodeador de ambos, se que todo estará bien - susurró Cassiopeia mientras se acomodaba la túnica - Extraño las cenas en casa, que mamá nos riña por estar discutiendo por quién tomó más panecillos y que papá solo nos vea mientras piensa que no cambiaría ese momento por nada.
- ¿Papá piensa eso? - preguntó Sirius con una media sonrisa.
- Si - afirmó la ojigris - deja abierta su mente cuando está muy feliz es algo que no puede evitar y me gusta, saber que somos sus pensamientos más felices.
- Te prometo que tendremos más de ellos, años de cenas interminables - le aseguro Sirius - te amo Cass y por amor a Merlín, júrame que mantendrás la boca cerrada y sobretodo que no te meterás en líos.
- Un gran problema, lo lleva en la sangre - le guiñó Al aunque estaba nervioso. Una joven se acercó a ellos y cerró la puerta con cuidado.
- He preparado este bolso para ti, le hice un hechizo de extensión y uno para que puedas tenerlo en tu bolsillo. Tiene todo lo que puedas necesitar - Rose miró a Sirius y respiró profundo - ¿En serio esta es la mejor idea que tenemos?
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Los Merodeadores - Desafiando al Destino
FanfictionHarry Potter y Lyra Black tienen algo en común mas que ser hijos de los Merodeadores mas revoltosos de todo Hogwarts. Esta vez, deberán aprender a enfrentar a sus mas grandes enemigos y combatir sus miedos juntos. Desafiar lo que esta escrito será...