Chapter 4

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La mansión de la familia Thorngood parecía una especie de reliquia que Annabelle, Lyra, Hefesto y Gertrude se habían decidido a desempolvar. El rostro de Alistair Thorngood en uno de los retratos hizo sonreir a Annabelle con nostalgia y de pronto, muchos recuerdos comenzaron a llegar oprimiendole el pecho.

- Era muy guapo - dijo Lyra hacia su madre - ¿Quienes son esos? - señaló hacia el otro cuadro.

- Los padres de mi tío Alistair, esa de allí, es mi abuela Agatha.

- Hermosa, ¿no crees? - sonrió mientras tocaba el cuadro donde una joven de cabello castaño y una mirada profunda sonreía - Es una lástima que los retratos no se muevan, aunque también un alivio. En Grimmauld Place los retratos solo hablan y susurran. Sobretodo el del tío Phineas. ¡Vaya personaje! ¡Mira! ¿Es tuya?

La pelinegra señaló una chaqueta que estaba en una de las sillas cerca de la puerta hacia la biblioteca.

- Es de Sirius - respondió con tranquilidad.

- ¿Papá estuvo aquí? ¿Conoció al tío Alistair?

- Estuvo aquí muchas veces. Le caia bien a mi tío. Te habría adorado - suspiró mientras la veía - ¿Quieres saber como llegué aquí?

Lyra quien no había esperado aquello asintió con sorpresa, Annabelle le miró y sonrió mientras sacó algo de su bolsillo y lo extendió para que su hija lo tomara. Lyra tomó aquel collar y examinó lo que parecía  ser rubíes.

- Cuando tenía quince años mis padres y mi hermano murieron en un accidente en donde yo también pude correr con el mismo destino, sin embargo mi hermano cubrió mi cuerpo con el suyo y eso me protegió del impacto de la caida del coche - comenzó - Mi único familiar con vida era mi abuela Agatha. La abuela estuvo unas semanas conmigo en Francia y luego cuando me recuperé, me trajo a Londres con ella. Fue complicado adaptarme y no tenía amigos aquí asi que me  la pasaba todo el día con ella y era realmente muy divertido. La abuela Aggie tenía todos estos calderos y libros de magia que yo pensé eran uno de sus exéntricos gustos, papá pensaba lo mismo.

- Pero era bruja, ¿no es así? ¿Por qué no te lo dijo?

- No lo se. Supongo que era un secreto que quería guardar para siempre. Nadie ni siquiera mi abuelo lo supo. El tío Alistair me explicó algunas cosas para que lograra entenderla - Annabelle tomó la mano de Lyra y se sentó junto a ella en el sofá frente al escritorio que una vez fue de Alistair - Años atrás, en este tiempo existieron magos que asesinaban a otros magos que ayudaban a muggles, mis bisabuelos eran esa clase de personas. Buenas personas que creían que los magos debíamos ayudar a aquellos que lo necesitasen indistintamente si eran magos o no. Fueron asesinados por eso. Mi abuela se enamoró de un no mago y alguien obsesionado con ella, amenazó con herirlos a ambos así que decidió renunciar a usar magia y realizó un hechizo de ocultamiento.

- ¿Rehusó a usar su magia por amor? - Lyra le miró confundida.

- Imagino que tenía miedo en decirle lo que realmente era y prefirió mantenerlo oculto para siempre. Quizás, con todo el amor que le tenía el abuelo, no le habría dado importancia. Aunque supongo que la abuela Agatha solo quería mantenerlo a salvo - dijo con calma - En fin, que mi abuela antes de morir me dio el acceso a sus joyas por si algo pasaba y pues, sucedió. Me enviarían a una casa de acogida hasta que fuera mayor de edad y me rehusaba, tomé todo lo que tenía incluyendo el dinero y eso que ves allí en tus manos. Lo metí en el bolsillo de mi chaqueta y decidí huir antes que me llevaran a algún otro lugar, luego sentí que me seguían y así era. Unos tipos detestables me interceptaron y yo solo tomé ese collar dentro de la chaqueta y lo apreté con fuerza y me llevó a Hogwarts, a 1976.

Los Merodeadores - Desafiando al DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora