Los Merodeadores - Desafiando al Destino

Chapter 10

Harry y Lyra no tenían idea de a donde los llevaba el profesor, pero aquel vecindario era realmente agradable y algo pretencioso. La pelinegra le dio un codazo a Harry y señaló la casa a la cual se dirigían, el castaño le hizo una señal de que sacara su varita y asi lo hizo. Albus se acercó a la verja de la entrada y movió con cuidado todo, le hizo una seña de que estuviesen alerta.

Aquella casa parecía haber sido registrada y sobretodo desvalijada de una manera arbitraria, quizás los Mortífagos habían llegado antes. Por dentro, el desastre era aún mayor, el tapiz estaba desgarrado y las luces apagadas y los vidrios en el piso le daban un aspecto aún mas aterrador.

Lyra sintió algo húmedo caer en su rostro y se tocó, iluminó con su varita y para sorpresa de Harry probó lo que parecía ser un líquido viscoso y color rojizo.

- Pero...¿que carajos? - Lyra señaló el techo con su varita y Albus dirigió su mirada - Es sangre de dragón. Pareciera que hubiesen asesinado a un dragón en el techo, aunque...mire la forma, fue a propósito.

- Excelente señorita Black, me impresionaría que no fuese un auror como sus padres - le sonrió - me parece que alguien se está ocultando.

- Homenum revelio - apuntó Harry y de pronto un sonido de algo cayendo se escuchó. Sabía que había funcionado. Todos caminaron a la sala y observaron que también estaba hecha un desastre, Lyra miró a Harry y señaló con un cabeceo un sofá mullido y en aparente mejor estado que cualquier cosa en esa casa.

Dumbledore se dio cuenta de que era lo que Lyra observaba y se acercó aún mas para tocarlo con su varita. De pronto, aquel sofá parecía comenzar a moverse y a desajustarse, poco a poco se transformaba en una forma mas humana y frente a ellos un hombre de aspecto pomposo y bigotes pronunciados los miraba con grandes ojos.

- ¡Por las barbas de Merlín! - soltó sorprendido - ¡Albus! ¿Por qué has hecho eso?

- Horace, querido amigo, tus formas de ocultamiento siempre me sorprenden - dijo con amabilidad mientras bajaba su varita.

- En estos tiempos...¡los vi aparecer a lo lejos! Casi me muero infartado, pense que eran Mortífagos. No quería desaparecerme, este vecindario es muy agradable y no sabes lo difícil que es conseguir un lugar como este...- aquel hombre se giró para ver a los acompañantes de Albus y abrió sus ojos como platos - ¡Esto es una gran sorpresa!

- Lo mejor será ponernos mas cómodos - el profesor Dumbledore levantó su varita y comenzó a reparar todo a su alrededor, el cambio comenzaba a ser notorio. Harry se dio cuenta de lo hermosa de la casa y como la cristalería la hacía lucir costosa, ya entendía porqué aquel hombre no quería abandonarla. Las luces se habían restaurado y mostraban un lugar impecable y de mucha clase con un tapiz hermoso y cuadros de paisajes que le daban un toque mas suave.

- ¡Albus! Realmente me sorprendes... ¡Además has traído a Harry Potter! ¡Por Merlín! Tu...- Horace se giró hacia Lyra y esta se quitó la capa por un momento - reconocería esos hermosos ojos en cualquier lado, ¡que hermosa está señorita Morgensten! Pero...no comprendo...¿que hace aquí?

- Bueno, una que otra cosa. Quise probar que tal era Hogwarts y venir a Londres es una brisa de aire fresco, lamentable que llegué en temporada de Mortífagos - sonrió amablemente - Me agrada mucho volver a verlo profesor Slughorn.

- Oh querida, debo decir que me es mucho mas grato a mi - dijo con ojos brillosos - ya extrañaba tu humor que aún me cuesta entender. ¿Son amigos? - preguntó de pronto el hombre y Lyra asintió.

- Harry y yo somos buenos amigos, profesor Slug, es un tipo agradable.

- ¡Niño! Es un honor...debo decir que todo lo que has pasado...el regreso del que no debe ser nombrado...¡Vaya! Eres idéntico a James tu padre, pero tus ojos, son los de la hermosa Lily Evans por supuesto. ¿Como está tu madre? ¡Ella era una de mis favoritas! Brillante...la mas brillante de su generación, también tu padre claro está y el señor Black, por supuesto, aunque ninguno quiso aceptar mis invitaciones a cenar.