Chapter 54

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Había una chispa que Sirius veía en Lyra, una que era tan maravillosa como aterradora.

Si alguna vez le hubiesen dicho que tendría una hija, se habría reido en la cara de cualquiera, aún mas si le dijeran que sería la bruja mas poderosa que conocería. La admiraba, mas de lo que había admirado a alguien en toda su existencia y se veía reflejado en aquellos ojos idénticos a los suyos y en su arrogancia nata, una que aunque intentaba esconder, salía a relucir sin mas. Lyra había crecido tanto en poco tiempo, tanto que Sirius sintió miedo. Un miedo que irrevocablemente le calaba entre los huesos y comenzaba a helar su nuca con pensamiento de una improbable e inminente muerte. Su hija poco a poco se convertía en aquella hermosa mujer que solo había visto en sueños, una que le dejó un vuelco en el corazón la primera vez. ¿Podría ser ella feliz sin él? ¿Sabría la joven que tenía a su lado que podría sucederle alguna catastrofe en cualquier instante?

De pronto, su vista fue hacia Harry y al verle al lado de Lyra tuvo el presagio de que ambos, en su propia grandeza, tendrían que superar cada uno los desafíos que la vida les traería y sobretodo quizás, existía la posibilidad de que tuviesen que aprenderlo cada quién por su lado.

- Hades, ¿hablarás o debo hacer que tu padre te saque las palabras de la boca? - tentó Lyra con su varita apuntándole.

- ¡Ares no tiene derecho a dirigir la palabra a ninguno y sobretodo para nada tendrá el derecho de interrogar a su hijo! Ambos son unos traidores - sentenció uno de los miembros de la Hermandad.

Harry le dio una mirada rápida a Lyra quien solo suspiró y se adelantó unos pasos. El muchacho de anteojos observó a Hades quien parecía perdido en su propio ser, sus ojos azules no tenían brillo y las manchas oscuras bajo mismos solo le daban aspecto decaído.

- Todo esto es una treta para que la pequeña mocosa se quede en el puesto de Gideon - soltó Ares y Lyra soltó una risa, que Sirius pensó, era la firma desquiciada de la familia Black.

- A ver, a ver Ares - siseó ella hacia el hombre - ¿Crees que yo traicionaría a mi padrino? Todos aquí saben que Gideon siempre ha sido como un padre para mi, que mientras era solo un bebé estuvo a mi cuidado, incluso que siempre me ha considerado su hija - su rostro furioso se notaba a leguas y esta vez, Sirius solo le dejó estar, de cualquier forma él no tenía voz en aquella Hermandad y Lyra parecía tener controlada la situación.

- Oh claro, claro. La desdichada Lyra Morgensten, quien todos pensabamos era una simple bastarda a la cual Gideon le había tenido lástima - bramó Ares hacia ella, Harry sentía como su sangre hervía con cada palabra hacia la pelinegra - Lyra Morgensten quien resultó ser una Black. Aquí niña todos saben que por tus venas corre la inestable sangre de Orion Black, un maldito mequetrefe de primera que pretende comprar a todos con su dinero.

- ¿Que no es lo que haces tu también, Ares? - sentenció la pelinegra - Dime, ¿cuanto has pagado por el silencio de tus espías que saben que Hades ahora es de OMEN? Dinos a todos, ¿que tanta estima le tienes a tus propios hermanos como para ocultar algo tan grave? Si Hades no ha renunciado a la Hermandad, nuestros secretos están en peligro.

- Debemos traer a Gideon, debe interrogar a Hades - soltó Remini de pronto - Todos los miembros deben estar aquí.

- Yo solo he venido a hacer mi parte - sentenció Lyra de pronto - Deben hacer que mi padrino venga y...

- Tu debes quedarte - bramó un hombre alto y  de cabello rubio - también debemos llamar a Apolo, tiene la runa de la sabiduría.

- Apolo no podrá acompañarnos - sentenció la pelinegra de pronto.

- ¿Por qué? ¿Lo has sacado de tu camino? - habló Hades con una sonrisa malvada en sus labios mientras Lyra se acercaba a el y le miraba de cerca- Eres una pequeña bastarda.

Los Merodeadores - Desafiando al DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora