- ¿Que te ha dicho Sirius? - preguntó Harry algo inquieto mientras caminaban bajo la capa, tomado de manos. Sintió cuando Lyra se giró y se encogió de hombros - ¿Es algo serio?
- ¿Cuando papá habla en serio? - preguntó ella tratando de obviar el tema.
- Oh por Merlín, te conozco lo suficiente como para saber que intentas evadir mi pregunta - espetó Harry mientras alzaba su varita y movía la abertura del pasadizo - Lyra, no te hagas ideas acerca de ese chico que viste, te lo pido - Cuando estuvieron en un lugar más seguro fuera del pasadizo, el castaño le tomó de la cintura con delicadeza luego de quitarle la capa de invisibilidad. Ella aún tenía los ojos rojos al igual que su nariz, aunque aquello último le parecía adorable - Quizás no es lo que piensas. Además estoy seguro que si fuese mi hijo probablemente también sería tuyo, escucha Ly, estoy total y absolutamente en lo correcto al decir que no hay manera en la que si ese tipo es quien crees que es, no lleve también tu sangre.
- Harry...
- Lyra - le interrumpió - no es como si fuese a cambiar de parecer acerca de lo que siento por ti, quiero decir...si sabes que te amo, ¿no?
- Lo se, nunca lo he dudado. Es solo que...
- ¿Es por lo que dijo papá? ¿Acerca de mi futuro? - Harry cabeceó y suspiró - No me interesa nada de eso, Lyra. Tu y yo haremos nuestro propio destino, como lo deseemos.
- ¿Por qué suenas tan maduro? - le pinchó ella sonriendo un poco mientras Harry le regalaba aquella expresión felizmente arrogante que parecía reservarle.
- Suena como que nunca lo soy - está vez Harry le tomó el rostro y le besó con suavidad. Lyra enredó sus dedos entre su cabello y sonrió al notar que parecía que el muchacho estaba un poco más alto cuando tuvo que inclinarse un poco. Había algo en la manera que Harry le tomaba de las mejillas que le transmitía una seguridad que jamás esperó sentir, como si aquellas manos le mantuvieran en un lugar cálido, dónde nada podía lastimarle. Un calor parecía de pronto recorrerle el cuerpo y llenarle de una adrenalina a medida que el beso se intensificaba, Harry le había recostado suavemente de la pared y sintió el frío recorrer su espalda aunque poco le importó - Lyra - susurró el muchacho entre el beso - Filch podría vernos, deberíamos...
- No me interesa que nos vean - dijo ella apremiante mientras lo silenciaba con otro beso que le sacó un pequeño gruñido complacido. Harry habia bajado sus labios por todo su cuello mientras ella mantenía su cabeza hacia atrás. De pronto una chispa en ella se encendió y pareció contagiar al joven frente a ella que se separó con los labios rojizos y los lentes empañados, algo que hizo que Lyra soltará una pequeña sonrisa divertida. Ambos sabían lo que cada uno estaba pensando, aunque Lyra sabía que Harry era lo suficientemente decente para no decirlo en voz alta, así que decidió hacer lo que su corazón pedía y le arrastró por todo el pasillo mientras corrían entre risas mientras el castaño intentaba y fallaba monumentalmente en evitarlo. Ambos estaban eufóricos, felices, como si los momentos antes que eso no hubiesen existido jamás.
Lyra se detuvo frente al salón de Menesteres y estuvo muy segura de pedir lo que necesitaba. Está vez, ahogó un grito de sorpresa cuando Harry le cargó entre brazos para entrar y ver todo a su alrededor, él se dió cuenta que Lyra había hecho una pequeña replica de una habitación con los colores de la sala de Gryffindor, aunque al mirar hacia arriba, parecía que cientos de estrellas les observaban estáticas, a la expectativa. Está vez Harry le dejó delicadamente sobre la cama y sintió sus manos comenzar a temblar, aunque notó que el rostro de Lyra se tornaba rojo, apenado y aquello le pareció totalmente hermoso.
- ¿Estás segura de esto? - preguntó Harry mientras se sentaba junto a ella y le tomaba de la mano.
- Te traje aquí - respondió para besar su mejilla y regalarle un guiñó - estoy muy segura de que quiero estar en este lugar, contigo.
Harry que siempre había observado los ojos de Lyra, los encontró aquella noche particularmente hermosos, únicos y más brillantes como si cientos de estrellas estuviesen encerradas en ellos.
Ambos podrían recordar aquella noche por siempre, Lyra jamás olvidaría los delicados besos de Harry y sus ojos verdes traspasandole el alma cada vez que le veían con aquella fijeza que le hacía temblar, tampoco las risas al no saber que hacer. Harry estaba seguro que jamás podría sacarse aquella imagen de la cabeza, su piel blanca tendida y su cabello oscuro revuelto entre las sábanas, el sonido de su nombre mientras intentaba no romperse en un estallido repentino.
Todo había sido más rápido de lo que quizás Harry habría deseado, pero encontrarse con aquel rostro que parecía feliz de estar junto a él, le hizo olvidar cualquier rastro de inseguridad que quizás comenzaba a florecer tan pronto como se apagaba. Pero aquello no importaba en lo absoluto, habría más momentos cómo ese, la amaría en cualquier forma que fuese posible y ninguna persona sobre la tierra le arrebataría aquello.
Lyra intentó escabullirse a la habitación de las chicas luego de zafarse de los constantes y apasionados besos de Harry en la sala común, no era que le molestara, pero jamás terminarían de separarse siquiera un poco y necesitaban dormir para poder tomar el tren a casa. Sin embargo, Hermione le esperaba sentada en su cama mientras se cruzaba de brazos con aspecto preocupado.
- ¿Dónde han estado? Pensé que...
- Oh, no ha sido nada. Vimos a papá y...nos hemos distraído luego - le restó importancia mientras bajaba su voz. Sin embargo una pequeña sonrisa que no se quitaba de su rostro, hizo que Hermione le mirase perspicaz - ¿Que?
- Algo ha pasado, ¿cierto? - preguntó Hermione mientras cerraba las cortinas alrededor y sellaba con un hechizo silenciador. Lyra por su parte iluminó un poco para poder verle y alzó sus cejas - ¿Tu y Harry...? ¡¿En serio?! - Lyra asintió sonriendo como el calor se arremolinaba en su rostro - Pero...
- Solo ha sido algo...espontáneo. La verdad.
- ¿Que tal ha sido? - preguntó Hermione apresurada y luego se detuvo - No todos los detalles quiero decir, pero...
- Ha sido...tierno. Creo que ninguno sabía que hacer - soltó a reír contagiando a Hermione mientras que se acostaban una al lado de la otra - ha dolido un poco. Pero luego ya...supongo que solo lo olvidas. Cómo un pinchazo. Harry ha sido muy dulce, supongo que no pude esperar menos de él.
- ¿Se han cuidado? - preguntó Hermione y Lyra notó su tono preocupado.
- Si, Harry ha hecho el hechizo - suspiró tranquila - ¿Crees que vaya a sentirme diferente?
- No lo se, no lo creo. ¿Te sientes diferente? - la castaña se giró a verle y vio como Lyra frunció el ceño.
- No, solo...un poco más feliz. Ansiosa, quizás. Yo en serio amo a Harry - admitió con una sonrisa que Hermione imitó sin poder evitarlo - Supongo que puedo hacerme la idea de que ese chico que he visto, pueda ser mi hijo también.
- Aún somos jóvenes Lyra y nada está escrito, todo saldrá bien - le tranquilizó Hermione tomando su mano - ya lo verás.
Lyra suspiró y dejo un beso en la mejilla de la castaña para luego, quedarse dormida con la imagen de aquellos ojos verdes observándole fijamente, infinitamente.
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Los Merodeadores - Desafiando al Destino
FanfictionHarry Potter y Lyra Black tienen algo en común mas que ser hijos de los Merodeadores mas revoltosos de todo Hogwarts. Esta vez, deberán aprender a enfrentar a sus mas grandes enemigos y combatir sus miedos juntos. Desafiar lo que esta escrito será...