Despedidas

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Aquello era un sueño.

Harry nunca había estado tan seguro de ello. Pensó que quizás Voldemort aparecería en cualquier momento y en ese instante, intentó recordar todo lo que Lyra le había dicho. Cada pequeña recomendación para cerrar su mente, aunque parecía que nada funcionaba.  Reconocía aquel lugar, parecía aún estar en Hogwarts, aunque era de noche y el castillo parecía solitario. Tenía la varita en su mano y logró hacer un lumos para lograr ver que tenía en frente.

- Harry - le llamó una voz que pudo reconocer inmediatamente, aunque sonaba agitada, perdida. El muchacho se giró para ver tras él la imagen de una figura acercándose. De pronto, se encontró pensando que nunca se había sentido tan intimidado como en aquel momento y a su vez, jamás se había sentido tan maravillado a su vez - No es a ti precisamente a quien esperaba.

La figura de Lyra Black se acercaba majestuosamente hacia él, aunque soltó una sonrisa nerviosa al ver que aunque era la misma, había muchas cosas diferentes en ella cuando la luz le iluminó. Ella estaba unos centímetros mas alta que él y su cabello estaba suelto sobre sus hombros, su rostro se reflejaba mas duro y algunas cicatrices le surcaban, aún sin quitarle la deslumbrante belleza que Harry debía admitir, le otorgaba el paso de los años.

- Ly, ¿eres tu realmente? - preguntó él y ella solo alzó la mirada y enarcó una ceja - Ya veo, si eres tu. ¿Pero...?

- Intenta despertar - insistió la mujer pero Harry negó - ¿No puedes?

- ¿Por qué estás diferente? ¿Es esto un sueño? ¿Por qué has dicho que no me esperabas a mi?

- Porque no es a ti a quien intentaba ver, Harry. Además, no se supone que pueda hacerlo - explicó con voz suave - ¿Dónde estamos? ¿Es Hogwarts? Se ve...íntegra.

- ¿Que quiere decir eso? Lyra - Harry le tomó la mano de pronto, perdiendo un poco la paciencia - ¿Que significa todo esto?

Aquella mujer le miró con sus brillantes y hermosos ojos grises mientras tomaba un respiro profundo y soltaba delicadamente su mano de la de Harry.

- No soy tu Lyra, Harry. No estoy aquí para hablar contigo pero parece que la magia no funciona siempre como queremos - le dijo con voz suave y baja.

El joven de anteojos retrocedió unos pasos mientras ella permanecía en su mismo lugar. ¿Que había querido decir con todo aquello?

- Lyra tu...

- Estoy segura que has sido lo suficientemente perspicaz para notar que no tengo la misma edad que tu, ¿no es así? ¿Que edad tienes ahora? - preguntó acercándose un poco mas - Vaya, ya recuerdo que edad tenías - sonrió Lyra de pronto dejando ver unas ligeras arrugas en su rostro - d
Dieciseis años. Eso explica el porqué estoy aquí, de cierta forma.

- ¿Cómo puedes...estar aquí? Lyra, ¿que quisiste decir con que no eres mi Lyra?

- ¿Confías en mi Harry? ¿Aún confías en mi? - ella le miró con ojos vidriosos y una expresión en su rostro de profunda tristeza. Harry se quedó perdido en ella para luego asentir lentamente - Existen cosas que de cierta forma tienen una explicación que es mejor no escuchar, pero, aún confío en ti y sobretodo sigo teniendo mi fe puesta plenamente en que eres el salvador del mundo mágico.

- ¿Que te ha pasado en el rostro? - preguntó Harry mientras se acercaba un poco mas - ¿Te lo ha hecho Voldemort o Thackery?

- No - negó ella con rapidez mientras tocaba ligeramente su rostro - Esto es un recordatorio, Harry.

- ¿Como podría ser algo como eso un recordatorio? Por Merlín, Lyra...quien sea que te lo haya hecho, lo mataré - siseó molesto mientras ella le miraba con una expresión de insondable tristeza.

- No creo que puedas hacerlo, Harry.

- ¿Eres del futuro? Debes decirme...debes...- de pronto Harry le miró y sintió como todo parecía encajar - No estoy en tu futuro, ¿cierto? Creo que no necesito que respondas, Lyra. Supongo que si yo estuviera en él jamás habría dejado que te hicieran daño.

Lyra abrió su boca y la cerró repentinamente. El joven de anteojos vio como las lagrimas se escapaban silenciosamente rodando sobre sus mejillas. Quiso acercarse, abrazarla, pero ella tenía razón. No era su Lyra por mas que se le pareciera y un enorme espacio parecía separarlos.

- Quizás por eso estoy aquí - admitió la mujer con la voz firme a pesar de su expresión - Realmente, extrañaba hablar contigo Harry. Siempre te he admirado, no solo porque escuchaba las historias del gran niño que vivió, sino, porque creo que jamás pude sentirme amada por alguien mejor que tu.

Lyra caminó hacia él y extendió su brazo para que él entrelazara el suyo, el muchacho le miró y le tomó mientras ambos comenzaron a caminar.

- Siempre pensé que detestaba el hecho de no estar en casa, Harry - dijo ella de pronto luego de unos cuantos minutos en silencio - pero, estar aquí de pronto se sintió como si estuviese en ella.

- Hogwarts siempre será tu hogar, Lyra - declaró el muchacho.

- Hogwarts e Ilvermorny siempre serán mi hogar y sobretodo una herencia que preservar, Harry. Aunque, creo que no sería tentar mucho al futuro en decir que he fallado en esa tarea.

- Supongo que el futuro entonces es una mierda, ¿no es así?

- A veces, Harry, tiene sus momentos - le sonrió sin mirarle - pero, si. Tus palabras lo resumen un poco bien.

- Entonces papá tiene razón despues de todo, ¿no es así? Tu y yo... - ella no respondió, sin embargo Harry de pronto se soltó de su brazo y le plantó frente - No me daré por vencido, Lyra. Tu lo dijiste, sabes que te amo, se que también lo haces...bueno...la Lyra de...de mi tiempo. El futuro puede cambiar. Las cosas siempre pueden cambiar para mejor.

- Tu hijo suele decir eso, Harry. Que las cosas pueden cambiar para mejor pero...no siempre es de esa forma. A veces, es mejor no tentar a la suerte.

- ¡¿Desde cuando eres tan pesimista?! Pensé que...que tu...que tu eras la que decía que nada era imposible.

La mirada de Lyra se fijó en la de él que centelleaba en furia. Se acercó a Harry y le acarició delicadamente el rostro mientras que con la mano libre le acariciaba el hombro.

- Te dije que ya no era tu Lyra, Harry. Mi fe se ha desvanecido desde el día en que tu te alejaste de mi.

Harry sintió como de pronto algo tiraba fuerte de él, revolviéndole el estómago. Se despertó agitado, sudoroso y con el corazón desbocado. Los mismos ojos grises le miraban, pero esta vez en un rostro mas joven.

- Harry, ¿estás bien? - le preguntó en un susurro.

- Eras tu...soñé contigo. Eras...mayor. Lyra, eras tu.

La impresión en su rostro y su titubeo le preocuparon, en ese instante comprendió que había algo mas preocupante y Harry temió lo peor.

- Creo que debemos hablar, Harry.

🌑

Los Merodeadores - Desafiando al DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora