- ¿Por qué crees que Dumby haya cambiado de parecer y nos citó a los dos al mismo tiempo? - preguntó Lyra y Harry se encogió de hombros - Morgana, espero tenga algo de comer en su despacho.
- Recien fuimos a las cocinas, ¿aún con hambre? - Harry sonreía divertido - Luego volvemos y comes algo, así que dile a tu estómago que su suplicio terminará pronto.
Lyra releyó la nota y se la estampó a Harry en la frente.
- Joder. A alguien que le gustan las meigas fritas tal como dice en su nota, debería tener algo delicioso guardado. Minnie lo tiene - Lyra se encogió de hombros - Cuando sea profesora en Hogwarts, cosa que será así, espero Minnie se haya jubilado, un descanso no le cae mal a nadie, entonces tendré un tarro como el suyo. Le haré un hechizo de extensión, galletas sin fin.
Harry la miró con una sonrisa y cabeceó.
- ¿Solo piensas en comida, mi hermosa estrellita?
La ojigris pareció pensarlo y cuando se detuvieron frente a la gárgola que da hacia el despacho de Dumbledore, le dijo con una voz tranquila.
- Si, la mayoría del tiempo. También pienso en ti, en mi, en que realmente debería mudarme a tiempo completo a tu habitación. Aunque no soporto los ronquidos de Nev - suspiró - Meigas Fritas.
Albus Dumbledore los recibió a ambos con una amable expresión en su rostro y los invitó a sentarse. Recorrió el rostro de Harry quien se entretuvo observando a Lyra mientras esta parecía absorta con Fawkes el fénix.
- Espero que el inicio de escolaridad haya sido emocionante para ambos aunque Harry, creo que hacer molestar a Severus no es lo que yo llamo comenzar con buen pie - le miró con condescendencia - Cumplirás con tu castigo el próximo jueves, ¿de acuerdo? - Harry asintió resignado - Oh, señorita Black, ¿le gustaría una varita de regaliz?
A Lyra se le iluminó el rostro y se acercó hasta el escritorio a tomar una que disfrutó rapidamente en silencio, aunque no duró mucho.
- Están deliciosas. Aunque, disculpe si me equivoco, pero no creo que me haya citado junto a Harry para invitarme a probar de sus regaliz - tentó con inquietud y Dumbledore nego.
- Como casi siempre señorita Black, está en lo correcto. Pensé que quizás dadas las circunstancias extraordinarias donde ambos estan bajo el ojo de la tormenta y que dudo que haya secretos entre ambos...
- No me diga, ya Sirius le fue con el chisme - se quejó Lyra con el ceño fruncido - ¡Que hombre! ¿Existirá un hechizo que le mantenga la boca cerrada cuando alguien dice que guarde un secreto?
- De hecho - Dumbledore sonrió divertido -ha sido Minerva quien ha pecado en soltar prenda. Pero, como le dije señorita Black, conocía el final de esas acaloradas discusiones y señor Potter - lo miró con las cejas alzadas - es usted muy afortunado.
- Imagino que lo dice porque Sirius no lo castró - rió Lyra causando que Dumbledore le siguiera.
- Profesor, ¿esto tiene que ver con la profecía? - inquirió Harry y el profesor asintió en afirmación.
- Tiene que ver con la profecía, con la profecía de Lyra y con muchas otras cosas que los unen a ambos. Debo decir, que el destino claramente ha intercedido por ustedes en formas inimaginables.
- ¿Por qué Harry y yo? Quiero decir, pudo ser cualquier otra persona - dijo Lyra mientras lo seguía con la mirada. Harry se preguntaba lo mismo, había dudas que quizás solo Dumbledore podría aplacar.
- Esa pregunta, es difícil de responder pero sin embargo ambos podrían incluso ayudarme a entender precisamente - respondió enigmáticamente - El señor Potter, como sabrá, fue marcado por el mismísimo Lord Voldemort como su igual, ¿no es así? Pero no eres el único Harry, que cumplía con el estigma de esa profecía. Nacido al morir el séptimo mes. Creo que los tres conocemos a alguien que nació casi al término del mes de Julio, ¿no es así?
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Los Merodeadores - Desafiando al Destino
FanfictionHarry Potter y Lyra Black tienen algo en común mas que ser hijos de los Merodeadores mas revoltosos de todo Hogwarts. Esta vez, deberán aprender a enfrentar a sus mas grandes enemigos y combatir sus miedos juntos. Desafiar lo que esta escrito será...