Sirius estaba distraído esa noche y sobretodo mucho mas preocupado de lo que se había sentido en mucho, mucho tiempo, sin embargo esa noche había decidido quedarse en aquel suburbio muggle que se conocía como la palma de su mano. Había tomado todas las precauciones; rastreó sus propios pasos para ocultarlos, apareció a cuatro calles de su punto principal y se hizo invisible mientras permanecía en alerta permanente.
La puerta de aquella casa se hizo visible para él en el instante que pasó la verja y respiró profundo. Pudo ver unos ojos azules asomarse desde la ventana al lado de la puerta y sonrió levemente, alargó su mano y tocó la puerta con fuerza; su buen oído le permitió escuchar el suspiró detrás lo que hizo que recostara su frente mientras esperaba.
- Haz la pregunta Rosie - susurró el ojigris - debes hacerlo.
- Ya te he visto, no es necesario. Solo tu caminas como si fueses dueño del mundo, Sirius - respondió aquella voz femenina haciéndole reír un poco - ¿Dónde fue nuestro primer beso?
- Joder. Me la pones difícil - soltó el muchacho mientras se mordía el labio - Te besé para molestarte, cuando tenia siete años y tú seis. Aún recuerdo que me mordiste la mejilla.
- No hablo de ese beso, Sirius - el aludido pudo sentir como ella rodaba sus ojos cosa que le causó gracia.
- Bien, veamos. Fuiste tú quien me besó. En el primer partido de Quidditch de mi último año. Pensé que era para darle celos a Holly Dawson-Chang, pero luego me dijiste que te gustaba - recordó mientras la dueña de aquella voz femenina abría la puerta y le observaba con una ceja enarcada.
- En realidad me cae terrible Holly y no soy tan reservada como mamá para fingir que me agrada - guiñó ella descaradamente.
- Eso lo has sacado de tu padre - soltó Hermione tras ella mientras caminaba hacia Sirius para darle un abrazo - Querido, ¿alguna noticia de tu madre? - preguntó la castaña preocupada.
- Ninguna - respondió Sirius está vez con aspecto solemne - pero mamá es una tipa ruda. Cualquiera que intente atacarla es mejor que se cuide, incluso si es él.
- Al, ¿dónde está ahora? - preguntó Rose mientras miraba al pelinegro con aspecto preocupado - ¿Que hay de Cassie? Deberías traerla aquí.
- Cassiopeia al igual que mi mamá es una testaruda de primera que no se moverá de donde sea que esté Al - suspiró el joven - no es que pueda hacer algo al respecto aunque lo intente.
- ¿Puedes culparla? - está vez fue Ron quien se acercó y le saludó con una palmada en la espalda - Al es idéntico a Harry y Cassiopeia es idéntica a Lyra, simplemente está en sus venas siempre andar juntos.
- Si Cassie está con él puedes asegurar que está más que segura - afirmó Hermione - Sirius, tenemos noticias. Teddy ha venido y nos ha informado que en Upper Saint Johns existe un pequeño grupo de seguidores, al parecer, están utilizando una de las casas como lugar de paso.
- ¿Quieres decir que están usándolo para aparecer y desaparecer con trasladores ilegales? - Hermione asintió y el joven suspiró - Debería ir y echar un vistazo con Belleview y Thompson.
- No eres auror, querido - habló la castaña - es peligroso.
- No lo soy, eso se lo dejo a mis padres pero, si soy miembro de la Orden ahora y es mi deber cumplir con las misiones, ¿no? - le guiñó mientras acomodaba su túnica.
- Iré contigo - saltó Rose mientras Ron le miraba con algo de susto y molestia.
- ¡No! - gritaron Sirius y Ron al mismo instante.
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Los Merodeadores - Desafiando al Destino
FanficHarry Potter y Lyra Black tienen algo en común mas que ser hijos de los Merodeadores mas revoltosos de todo Hogwarts. Esta vez, deberán aprender a enfrentar a sus mas grandes enemigos y combatir sus miedos juntos. Desafiar lo que esta escrito será...