Chapter 53

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Greyhound había logrado hacer un traslador eficiente utilizando un cepillo de plata que Sirius había visto antes, que la mismísima Lyra había proporcionado. Harry se mantuvo en silencio escuchando todas las preguntas que Lyra le hacía al hombre, curiosa y ávida de aprender.

Ninguno estaba preparado para el tirón que les dio el traslador cuando se accionó y aunque no era la primera vez, todos cayeron sobre su abdomen soltando un quejido sonoro.

- ¡Agh! Maldición - se quejó Lyra - Odio los trasladores.

- Ni que lo digas - le secundó Harry - ¿Estamos en el lugar correcto?

Sirius ayudó a Lyra a levantarse y luego a Harry, la pelinegra miró a su alrededor y suspiró asintiendo. Era de noche y mientras caminaban fuera de aquel parque, notaban que las casas comenzaban a aparecer. No parecía una calle concurrida, tampoco se escuchaba siquiera un ruido.

- Nena, ¿que era eso del contrato con Greyhound? Yo nunca supe que...

- Eras muy pequeño, eso me dijo Orion. Greyhound es un sangre limpia, uno cuya magia es particular. Es un hacedor mágico - le explicó mientras caminaban - Según el abuelo, cometió el error de casarse con una muggle pero, bueno, tuvieron una hija con el mismo y particular don que él. Así que Greyhound fue bien recibido con su hija en la mansión Black. El abuelo me confesó algo, es por eso que, Walburga quiso de cierta forma ayudarlo aunque de la peor manera - Lyra se giró hacia su padre - Cygnus Black asesinó a la esposa de Greyhound y a su hija, se lo confesó a la abuela Walburga una noche y según el abuelo Orion, tuvieron una acalorada discusión en la cuál decidieron guardar el secreto por el bien de la familia. Greyhound es un hacedor muy hábil, así que temieron que pudiera convertir alguna otra cosa en un arma.

- Es despiadado, no me extraña que mi tío Cygnus esté metido en todo ese lío - gruñó Sirius mientras ella suspiraba.

Harry observó la expresión pensativa en el rostro de Lyra, se acercó y le tomó de la mano. Ella sonrió y le guiñó mientras que Sirius veía la escena y hacía una mueca de asco. De pronto, la pelinegra se detuvo y señaló una casa enorme casi al final de la calle, las luces estaban encendidas y parecía que no había nadie aparentemente.

- Creo que la casa está sola - soltó Sirius rapidamente.

- No, ¿puedes ver el brillo en aquel pequeño espacio? - señaló Lyra. El pelinegro fijó su mirada en el lugar y exhaló.

- Un encantamiento de indetectabilidad - susurró.

- Siempre ha tenido ese hechizo, pa. Los DeVilliers se han mezclado con familias de larga data mágica y te sorprenderá saber que aún tienen enemigos entre los muggle.

- ¿Como es eso posible? - preguntó Harry mientras seguían caminando.

- Hay no magos que descienden de magos, pero no son Squibs, son hijos de carroñeros y de cierta forma pueden sentir la magia. Les llaman los Salemers, descendientes de los primeros cazadores de brujas. Los DeVilliers se las han visto oscuras un par de veces - Lyra se detuvo y extendió su brazo izquierdo, de pronto, algo comenzaba a brillar a medida que ella susurraba unas palabras que Harry no entendía. Pudo reconocer en su antebrazo, el símbolo de una runa.

- ¿Que haces? - preguntó Sirius mientras le veía.

- Uso el poder que me da la runa, para poder traspasar el hechizo. Ares sigue siendo un miembro - respondió mientras bajaba el brazo y de pronto se veían rodeados de varios hombres con varitas. Lyra sonrió complacida mientras Harry y Sirius apuntaban igualmente - La atención que merezco, ¿no es así? Oh por Circe, Logan baja tu varita. Tu también Remini, ¿en serio piensan asesinar a un miembro de la Hermandad? Veo que viven su vida al límite.

Los Merodeadores - Desafiando al DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora