Chapter 49

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Los tres, Annabelle, Sirius y Apolo se habían quedado cerca de una zona en Brasil que al pelinegro le pareció extremadamente calurosa, estaban ocultos en una cabaña de un conocido muggle de Annabelle quien la había prestado sin chistar.

- ¿Cuando aprendiste a hablar portugués? - preguntó Sirius sorprendido.

- Tuve una misión aquí, Lyra hablaba mucho con todos y aprendió el idioma. Ella me ayudaba.

- Cierto, olvidaba que tenemos una hija demasiado inteligente para su propio bien - sonrió el pelinegro - Apolo, ¿estás bien?

El aludido se giró hacia Sirius y asintió aunque no pareció muy convencido. Annabelle y el ojigris compartieron una mirada en la que supieron que quería decir cada uno exactamente. Asi que, Sirius se acercó hacia Apolo y le rodeó el hombro con un brazo.

- Chico listo, te recuerdo que soy mas inteligente que tu - dijo en tono divertido y Apolo sonrió.

- Supongo que no debería sorprenderme. Lyra también sabe detectar cuando le estoy mintiendo y, sonará un poco cursi, Sirius pero, me es imposible negarle algo a Lyra y para mi desgracia usted y ella comparten el mismo color de ojos.

- Lo mio son las rubias Apolo, recuerdalo. Pero dime, ¿que te tiene tan pensativo?

- Un par de cosas. Yo...he sentido la necesidad de volver a casa. Siento que algo no anda bien - suspiró - Lyra siempre dice que debo hacerle caso a mi instinto, pero, si vuelvo a casa mi padre intentaría retenerme e involucrar a mi hermana en todo esto. Escuche, me fui de casa dejando a la única persona que realmente me necesita. ¿Cree que soy un mal hermano?

- No, no lo creo - admitió viéndose reflejado en aquel miedo de Apolo - A veces hacemos cosas que no creemos correctas porque pueden herir a los demás, pero, ¿crees que podrías haberte quedado allí? Lo dudo, ciertamente.

- Annabelle me ha contado su historia, ¿sabía? Me parece que...a veces, no podemos evitar querer huir de nuestras tradiciones - aseguró y exhaló - Lo otro es que he soñado nuevamente con esa voz. Pero esta vez sus manos me han tocado, en el sueño. Tomaron mi rostro y...pude ver sus ojos, eran...eran...Por Circe, eran idénticos a los de Lyra. Esa voz me pidió que le ayudara a encontrar a alguien pero yo no alcancé a escucharlo. ¿Cree que haya algo que deba hacer y ese sueño intente decírmelo?

- No lo se muchacho, no se si pueda ayudarte con eso - contestó con sinceridad mientras se separaba de él - A veces, me recuerdas un poco a mi, pero definitivamente te falta algo de chispa.

Esta vez, Apolo soltó a reír tan relajado que Sirius se contagió uniendose. El ojigris le dio unas palmaditas en el hombro y soltó un suspiro mientras miraba hacia el cielo estrellado.

- No soy bueno dando consejos, Apolo. Jamás he sido bueno siendo maduro y responsable - soltó con una media sonrisa - pero, puedo decirte algo. Las cosas suelen resolverse de la manera en la que menos pensamos. Respecto a la familia, si crees que Nike te necesita, ve con ella. No eres un mal hermano, pero ciertamente eres un mal acompañante en las misiones, pensé que tendrías historias divertidas para contar niño.

- Tengo algunas. Estaba en mi séptimo año de Ilvermorny y recién ganábamos el partido de Quidditch, en eso yo...

Sirius le hizo una seña de que guardase silencio. Annabelle se acercó junto a ellos llevando su varita alzada y una expresión alerta. Antes que alguno pudiese hacer algo una figura alta y cubierta en una túnica de color verde claro alzó sus manos frente a ellos en señal de paz. Estaba con cuatro mujeres que le seguían y que tenían en sus manos unas varitas algo extrañas, o eso le pareció a Sirius quien se mantuvo alerta.

Los Merodeadores - Desafiando al DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora