Dar y Recibir

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*ALERTA DE ESCENAS NO APTAS PARA MENORES*

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Jacob decidió salomónicamente que Alan se quedaría los ultimos dos días en su casa, pese a las quejas de Alaric y para confusion de Sebastian. Habían ido a Hallstone Town, por los nuevos uniformes y los libros antes de ir a Arizona vía traslador.

Desde siempre, los chicos incluyendo a Lyra compartían habitación en el gran rancho, cuyo nombre había sido dado por ellos después que vieran una pelicula nomaj de vaqueros.

Dakota Shikhashe la madre de Jacob, era una mujer de caracter fuerte y de un aire misterioso que a Alan siempre le causó un poco de temor, pero lo trataba como a un hijo y le sonreía de una forma que arrugaba los pliegues de sus ojos. Jacob había sacado sus ojos negros y su color de cabello, también su parecido en algunos rasgos, sin embargo, su tez era mas clara que la de su madre, uno de las pocas cosas que había sacado de los Parrish. Les había dejado en la habitación donde todo estaba ordenado, esta vez no había cuatro camas, solo dos.

El pelinegro comenzó a quitarse la camisa y Alan inmediatamente se le quedó fijo, no es que no lo hubiese visto antes, pero después del beso, recordaba las palabras de Lyra y si, debía admitir que Jacob era realmente atractivo.

- No me importaría si quieres tocar - suspiró Jacob mientras se acercaba a Alan como si fuese una presa de cacería, el rubio retrocedió y cayó sobre su cama - Bien, eso esta mejor.

- ¿Que...que está mejor? - Alan sentía sus mejillas arder y sabía que Jacob lo tenía acorralado.

- Tu, mas cómodo y yo desde esta posición. Además, Al, por Circe. Me has estado rehuyendo desde el beso.

- Porque ver a Nike fue una señal, Jacob - espetó.

- ¿Señal de que?- gruñió - Si hubiese querido hablar conmigo, lo habría hecho. ¡Maldita sea! No quiero hablar de ella, porque estoy harto de que me ignore, de quererla y que ella solo piense en si misma.

Jacob se sentó a su lado y exhaló fuertemente.

- Desearía no sentir nada por ella, pero, ¿que puedo hacer? Lo que te dije es en serio, Alan. No me importaría tratar de olvidarme de ella si es contigo - suspiró cansado - Eres mi mejor amigo y compartimos al menos el que nos gusten los tipos, ¿no?

- También te gustan las chicas, Jake.

- ¿Eso que? ¿Te preocupa que acapare a los chicos? - le tentó con una risita - ¿Cuando supiste que te gustaban los chicos?

Alan se vio acorralado, realmente solo había hablado de eso con Lyra, quien lo sabía desde hacía un tiempo.

- Desde segundo año, me di cuenta que me agradaba mas de lo normal estar con Sebastian y bueno, ¿recuerdas que Nike fue mi primer beso? Ahí note que no me gustaban las chicas - le explicó - ¿Que hay de ti?

- Bueno, siempre me han gustado las chicas, pero cuando estabamos en tercer año...¿sabes Timothy? El de Wampus que va en nuestro año. Estaba en una de mis reuniones sociales ya sabes...y hemos jugado a girar la botella y me ha caído precisamente él. Debíamos besarnos y bueno, me ha gustado. El año siguiente nos enrollamos en el salón de adivinación, el cual es perfecto para el sexo - le guiñó - con esos cojines y todo.

- ¿Tu y él...? Ya sabes...

- Bueno, esa vez solo nos besamos y nos tocamos, nada mas de ahí. Luego, el año pasado...fue una locura - comenzó a contarle - Antes de lo de...de Nike, me había acostado con Selene, cuando salía de su habitación me he encontrado a Timothy y me dijo unas cosas muy sugerentes. Nunca lo había hecho con un tipo, traté de imaginarme pero...bueno, él ha sido el de la idea y ya imaginarás. No es tan diferente de estar con una chica. No es que haya estado con muchas, solo han sido Selene, Kat y Rose. Con los tipos solo Timothy y ese nuevo novio suyo, Charles.

- ¿Duele? - preguntó Alan enrojeciendo hasta las orejas.

- Bueno, no ha sido a mi a quien...bueno, tu entiendes. Pero Tim parecía disfrutarlo, aunque me dio una cosa líquida que le ha robado a su hermana, algo nomaj. Es como aceite - suspiró - ¿Por qué? ¿Quieres probar?

Antes de que pudiera responder Jacob ya lo estaba besando y desabrochando su pantalón, sentía sus manos tibias tratando ahora de quitarle la camiseta y lo logró con tal habilidad que parecía haber hecho magia.

- Si tu madre nos encuentra...o alguien...- intentó decirle Alan cuando Jacob se separaba un poco para tomar aire.

- ¿Eso qué? Entre mi madre y yo no hay secretos, ni uno. Bueno, solo los que tenemos los cuatro - susurró en su oído - Pero si es lo que te preocupa, ella está ocupada con mi abuela, ni siquiera ha de estar en la casa. Mi padre no llegará hasta mañana y eso solo significa que nadie nos molestará Al.

Jacob estaba sobre él ahora y besaba su cuello, mordisqueaba su oreja, todo mientras  le sacaba el jean y metía su mano dentro. El muchacho rubio intentó no gemir, y atrajo con fuerza a Jacob hasta hacer que quedara debajo, el pelinegro alzó una ceja y soltó una risa.

- Vaya, yo que te hacía bien portado. Dime Alan, ¿eres de los que reciben o los que dan?

Gimió. Alan no pudo evitarlo y Jacob parecía disfrutar de eso, asi que decidió devolverle los besos en el cuello y luego juguetear con su lengua en un beso profundo.

- Joder, Al. De saber que besabas tan bien, me habría liado contigo hace meses - murmuró.

- Hablas mucho, como siempre - dijo con voz ronca en su oído.

- Tu haces muy poco - le tentó y aquello pareció disparar un botón en Alan. El muchacho bajó desde su cuello, por su torso, dejando pequeños mordiscos que Jacob recibía gustoso. Para sorpresa del pelinegro, Alan bajó su ropa interior y metió el miembro en su boca, erecto, caliente.

- Mierda.

El gemido de Jacob hizo sonreír a Alan quien siguió con un ritmo pausado, usando su lengua para dejar pequeños trazos que hacían sobresaltar a Jacob y gruñir en un placer que lo tenía en una especie de trance.

- Joder. Mierda. No pares. Lento. Si.

Si había algo malo en todo eso, Alan no quería saberlo. La única con la regla de que sus amigos eran intocables era Lyra y sinceramente estaba harto de sentirse como una basura por alguien que nunca lo querría, pero ahi estaba Jacob y realmente, era un buen tipo. ¿Por qué no se habia enamorado de Jacob en vez de Sebastian? El pelinegro tenía los ojos cerrados y musitaba su nombre una y otra vez, pidiendole que siguiera y comenzaba a gustarle tenerlo de aquella forma.

Aceleró su ritmo y sintió como Jacob parecía querer embestir su boca, así que decidió parar y besarlo, mientras seguía con su mano hasta sentir como un sonido profundo explotaba en su propia boca desde la del pelinegro, mientras este se corría.

- Joder. Al, ¿desde cuando eres tan bueno en eso?

Jacob se acomodó y vio el rostro de Alan que sonrió divertido, como si guardara un secreto.

- ¿Seguro que no me ocultas nada? Mierda, eso ha estado...ya sabes...mas que bien - declaró el pelinegro - Pero, aun faltas tu - besó sus labios pero Alan se levantó de la cama y buscó su ropa interior.

- Soy mas de los que dan, Jake. Así que, ya ves - sonrió con las mejillas sonrojadas - iré a desahogar el recuerdo de esto en la solitud del baño.

Maldito descarado

Pensó Jacob mientras escuchaba la puerta del baño cerrarse. Definitivamente, si Alan no lo hacía olvidarse de Nike, nadie mas lo haría.



Ha sido cortito.
Pero solo para complacer a los fans de esta pareja.

Disculpen si respondo lentos sus comentarios. Pero iré poco a poco.

Los amo❤

Los Merodeadores - Desafiando al DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora