Drabble/ Red.

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Porqué nunca debiste engañarme.♡

...

San no debería de estar disfrutando eso, pero lo hacía, aunque su pecho doliera con demasía no podía evitarlo, estaba herido- ¿Realmente pensaste que solo te perdonaría y olvidaría?- preguntó soltando una risa sarcástica y dolorosa, amando pero a la vez odiando como los ojos de su pareja se enrojecian por el llanto, dolía tanto- no Woonie, no después de atraparte con ella- afirmó, el gatillo de su arma sonando y su mano temblando ante la situación, estaba tan enojado.

-Sannie... No, no hagas esto- suplico sintiendo el miedo atravesar su pecho al ver el arma apuntando directamente sobre su frente- no nos hagas esto- suplicaba.

Una sonrisa por parte de San fue lo que obtuvo, oh, lo había lastimado tanto- Tu sangre debería correr fría, muy fría- murmuró el menor, una sonrisa sobre su rostro aún teniendo las lágrimas mojando su rostro- tú, doble cara mentiroso barato- le insulto molesto, su mano temblando- Eres un tonto, si pensaste que te dejaría ir.

-Amor... Tranquilizate y hablemos- pidió sintiendo su piel palidecer ante la fuerte y rota carcajada que brotó de lo más profundo del cuerpo de su menor.

-Me siento enojado, enojado- repitió alzando cada vez más su tono de voz- Llevo un arma a tu cabeza- repitió como si no hubiese quedado claro lo obvio desde un principio- Ahora todo lo que veo es rojo- declaró.

-Sannie- murmuró, sabia lo que se vendría, fue su culpa, todo eso era su maldita culpa.

-¿En serio lo dijiste? ¿Qué ella no significa nada?- preguntó con voz suave, creyendo lentamente esas palabras.

-Ella no significó nada- afirmó sintiendo que quizás podría escapar del menor en ese momento, oh, cuán equivocado estaba.

Sal volvió a reír ante las palabras, la seguridad con la que lo dijo dolió, porque esa era la misma seguridad con la que le decía que lo amaba antes de engañarlo- Recuerda esas palabras, cuando venga por tu alma- murmuró  amando como la expresión de su novio cambiaba radicalmente- Entiende que tú cavaste tu propia tumba, ahora mienteme.- le reto, Wooyoung iba a desmayarse en ese momento, todo eso era demasiado pero sabia que San estaba mucho más lastimado para llegar hasta ese punto- Eres tan cruel- le dijo con voz cortada por el llanto, seguido de ello, una sonrisa en sus labios para verle, esa mirada no era su Sannie, su Sannie ya no estaba ahi- pero la venganza es un plato que se sirve frío.

-Sannie mi amor, no hagas esto- suplico sintiendo como el alma se escapaba de su cuerpo.

-Me siento enojado- murmuró el menor ido- oh, tan enojado- afirmó con voz rota- Un arma en tu cabeza, en tu cabeza, oh- murmuró con obviedad nuevamente- Vendré al estilo de un verdugo, y no habrá juicio final- informo sintiéndose feliz de repente, sabía que San tenía problemas desde que era un niño y aún así lo lastimó, se atrevió a hacerlo- Woonie, ¿No sabes qué es mejor estar muerto?- le preguntó con ese tono de dulzura que tanto le había enamorado cuando eran jóvenes, oh, lo había lastimado tanto y ahora se arrepentía con toda su alma- Todo lo que veo es enojo, Ahora todo lo que veo es...-

-San- le interrumpió no queriendo escuchar más, este a cambio alzó el arma al aire y disparo al techo, se tapó sus oídos soltando un grito desgarrador y se inclino sobre el suelo, con el miedo desbordando de sus poros.

-Corre, escóndete- murmuró su menor con una sonrisa tierna, se levantó dispuesto a hacer lo que le había ordenado pero el arma apuntando directamente sobre su cabeza lo detuvo- Oh, ya Terminaste- le dijo feliz, sus ojitos rojos debido al llanto, sus labios sangrando de tanto que los mordia y aún así sonriendole, mostrando sus hermosos hoyuelos de manera tierna- Oh, Woonie, mejor duerme con un ojo abierto está noche- le advirtió dulcemente, cerró sus ojos sabiendo que ese día sería su fin, aceptandolo finalmente, había lastimado tanto a su bebé, había roto a una persona tan pura como San, había engañado a una persona que solo le entregó su alma, cuerpo, su mente, su corazón, su inocencia y su pureza, había matado internamente a alguien que solo cometió el pecado de amarle y confiar en él incondicionalmente- Veo rojo Woonie- le aviso con una sonrisa lastimada en sus labios, suspiro dejando que el menor se desahogara- Un arma en tu cabeza, oh, Vendré estilo verdugo, y no habrá juicio final, Woonie, ¿No sabes qué es mejor estar muerto?
Todo lo que veo es enojo, Ahora todo lo que veo es rojo- suspiro, aún pese a todo, no comprendía la razón por la que su bebé no le preguntaba el porqué de sus acciones, no tendría una respuesta que valiera la pena que darle, pero sabía que su pequeño Sannie no quería herir más su pobre corazoncito.

-Sannie, te amo- le dijo cuando este finalmente quedó en silencio, cerró sus ojos y se adelanto poniendo su frente justo frente al arma, dispuesto a aceptar la bala, era su castigo por matar a un ángel como lo era San.

-también te amo Woonie, pero estoy tan enojado...

No logró reaccionar cuando su cuerpo estaba de rodillas frente al cuerpo del menor, solo miró el terror en el rostro contrario y cerró sus ojos odiandose con toda su alma al ver como las lágrimas salían de los ojos de su pequeño bebé ante sus propias acciones.

-¡WOOYOUNG!

Y sólo sonrió antes de caer como peso muerto frente a su menor, oh... Sannie si estaba tan enojado.

...

🖤🌸934 palabras. 🌸🖤

𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤: 𝔄𝔪𝔦𝔠𝔲𝔰 𝔞𝔡 𝔄𝔯𝔞𝔰.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora