Homophobic.

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♡Él no era un maricon, pero si quizás le hubiera dicho que sí...♡

Sus risas resonaban en aquella cantina, una nueva taza con aquel líquido lleno de alcohol era dejado frente a él, soltó una fuerte risa mientras la volvía a tomar en sus manos y bebía aquel veneno arrugando su rostro y soltando un extenso y fuerte Argh ante el ardor en su garganta al sentirla deslizándose por todo su interior.

-Debo irme, mi esposa me está esperando en casa- murmuró uno de sus amigos mientras se ponía de pie y tomaba su saco para colocarselo sin dejar de sonreír- ¿Nos reuniremos pronto?- instó en saber.

-Claro Hyung, creo que también debo irme, mi prometida no estará feliz si me ve llegando borracho de nuevo- bromeó otro de sus amigos, pero aún así no se ponía de pie, decidiendo en silencio acabar primero su veneno antes de irse.

-Jefe, ¿Pagarás por nosotros?- bromeó el primero aún mareado.

Entonces soltó una risita y asintió, decidiendo que estaría bien invitar el alcohol por ese día- yo pagaré, comiencen a irse, no quiero reclamos de sus mujeres porque no están en casa aún- bromeó de igual manera, pero a su vez siendo serio, eran pasadas las 2 de la madrugada y ellos seguían dentro de aquella cantina cuando el horario de trabajo había finalizado hace 4 horas atrás.

-Tranquilo jefe, sabes que por más que nuestras mujeres estén molestas no pueden decir nada- recordó su amigo al terminar al fin su bebida- pueden ser castigadas por reclamarnos algo- añadió como si aquello no fuera obvio.

-Haz silencio y vete a casa Yunho- bufo al fin- y no quiero saber que volviste a golpear a tu mujer o tendrás problemas conmigo- amenazó dejando una amistosa palmada sobre su hombro como advertencia, su amigo bufo y rodó sus ojos mientras asentia acatando su regaño.

-Si jefe, lo que diga- le restó importancia al tema- me retiro- se despidió al fin dándose la vuelta y saliendo de aquel lugar con paredes de color madera.

-También tu Seonghwa, deja de engañar a tu mujer- advirtió con rapidez al ver al primero queriendo escapar de sus regaños.

-San, sabes que a mi mujer no le importa- recordó Seonghwa con obviedad, chasqueo su lengua ante aquello.

-No le importa porque no lo sabe idiota, mantén tu polla dentro de tus pantalones y de tu mujer nada más, no me hagas reportarte, no quiero conocer a otro hijo perdido tuyo- bufo aquello con cansancio y Hwa sonrió.

-Tampoco quiero otro hijo, estoy en mis cuarenta y los mocosos siguen apareciendo, esas estúpidas mujeres no saben cuidarse al momento de follar- renegó con una mueca, el rostro de su jefe se torno más serio y sonrió alzando sus manos en señal de inocencia- bien, no más- prometió dándose la vuelta aunque todos sabían que aquella promesa era vacía, aún así, no le detuvo.

-Pueden irse ustedes también- les dijo a sus demás compañeros de trabajo y estos a sintieron con una sonrisa, poniéndose de pie y despidiéndose uno a uno de su persona.

Al verse solo sacó su billetera y dejó lo que calculó sería el total gastado sobre la mesa y se puso de pie yendo al baño para remojar su rostro.

"-¿Entonces es cierto?

-Lo es, lo vieron besarse con su supuesto mejor amigo.

𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤: 𝔄𝔪𝔦𝔠𝔲𝔰 𝔞𝔡 𝔄𝔯𝔞𝔰.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora