𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤: 𝔄𝔪𝔦𝔠𝔲𝔰 𝔞𝔡 𝔄𝔯𝔞𝔰.

Animaux.

♡San solo quería que alguien lo amara como él amaba a sus mascotas.♡

...

-¡Estás loco!

San rodó sus ojos cuando su ahora ex pareja salía dando un portazo de su departamento, estaba tan acostumbrado a las palabras de estos antes de que salieran de su hogar.

¡Estas loco!, ¡Estás enfermo!, ¡Eso es una obsesión!

No comprendía el porqué de sus palabras, bien, quizás si, pero solo un poco, sabía que tenía un amor muy grande y profundo por sus mascotas, pero ni siquiera podía o quería evitarlo, Byul y Shibber eran sus bebés, sus consentidos y más importante aún, su familia.

Byul había sido adoptada hace casi 4 años, recuerda que la pequeña era un bebé cuando la encontró en la entrada de su departamento, temblando de frío, sucia y con hambre, no pudo resistirse, la tomó en sus brazos y se quito el gorro de su cabeza para meter ahí a la pequeña gatita quien lo mato de ternura cuando se enrrollo en ella misma buscando calor, entró a su departamento y se dirigió rápidamente al baño donde la ducho (agradecido con que ella se dejara y no lo aruñara demasiado), encendiendo la secadora de cabello y secando su lindo pelaje blanco, luego recuerda como corto un calcetín suyo y le abrió hoyos haciéndole de esa manera un suéter a la pequeña gatita que se dejó hacer ante sus cuidados, también recuerda como la dejó en su cama bajo sus colchas para ir corriendo donde su vecino Jongho pidiendo comida para gatitos (ya que él tenía dos) explicando rápidamente la situación, entró corriendo a su departamento y preparó un poco de comida en un recipiente improvisado y también un poco de leche, sabiendo que su esfuerzo valió totalmente la pena cuando la pequeña minina ronroneaba mientras comía, si, no pudo resistirse y terminó adoptandola esa misma noche, al día siguiente había ido a un veterinario donde se encargo de vacunarla y revisarla, dándose cuenta que la pequeña tenía un mes y medio de edad, compró comida, recipientes tanto para bañarla y alimentarla, compró un shampoo y jabón para su pelaje, ropita para que no pasara frío y dos collares para identificarla, el nombre "Byul" se leía en la parte delantera y su número telefónico en la parte trasera para prevenir cualquier pérdida. Ese día se había enamorado de la pequeña gatita.

Dos meses después, había recibido la visita de su hermana mayor a su departamento, si bien le sorprendió, lo que más le sorprendió y llamó la atención fue ese pequeño perrito que ella traía en sus manos, era de color café y su pancita era blanca al igual que sus patitas, simulando un par de botitas, sus ojitos redondos y negros y su boca pareciendo que estaba sonriendo y en su cabecita un lindo y tierno moño de color rojo, aún recuerda como su hermana llegó diciendo que "Es mi regalo de cumpleaños adelantado, cuidalo", si recordaba muy bien cuanto había llorado por su regalo, se había emocionado tanto que ese mismo día regresó a la veterinaria (llevando a Byul consigo para aprovechar y que le hicieran un chequeo semanal) donde le compró dos collares, dos trajecitos para el frío, comida y al igual que con Byul, recipientes y materiales para comida y baño, al igual que con su gatita, se había encargado de que en su collar estuviera en la parte de adelante el nombre de su mascota "Shibber" (en honor a su peluche que se llamaba igual y era similar a su perrito) y en la parte trasera su número de teléfono. Su pequeño en ese entonces tenía 3 meses.

Ahora, 4 años después con ambos animalito con 4 años de edad (ya que era sólo un mes de diferencia y él los tenía anotados en un calendario) sabía que su amor por ello les traería problemas en su vida personal (aunque en realidad, no era como si le importara).