Coffe And Movies.

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♡Solo lo necesitaba a él para estar bien.♡

Estaba teniendo un día de mierda.

Wooyoung no era de aquellas personas que solían enojarse con facilidad, no, de hecho, creía que tenía la suficiente capacidad para soportar tantas cosas en un solo día, tenía una paciencia que solía sobreabundar hacia los demás (tanto, que inclusive sus mejores amigos se estresa ban por él, si, tanto así), él no era de aquellos que se ponían de mal humor con facilidad o caían en tristeza ante algo que no les salía bien.

Por veces solía perder el autobus en la mañana y aunque por unos momentos le molestaba, finalmente decidía que estar así no cambiaría nada y su ánimo vuelve a subir, podría manchar su traje o olvidar algunos papeles y simplemente trataría de rehacerlos para evitar atrasos, buscaría estrategias y soluciones rápidas y cerraría los negocios con cabeza fría, por algo es que su compañía seguía creciendo con el paso de los días.

Pero ese día no, ese día no.

Comenzando con que se había quedado dormido y no pudo despedir a su novio quien iba a ir de viaje por una semana a Colombia, sumando el hecho que ni siquiera pudo contestar la llamada que este le había hecho para avisar que ya estaba por abordar el avión, hace 4 horas atrás.

Bien, su día estaba comenzando mal porque esa vez no obtuvo su amado beso de buenos días, y tampoco logró ver a su lindo novio preparando su desayuno para luego volver a besar sus labios y despedirse para ir al trabajo, no, ese día no.

Luego, su traje se había mojado.

Bien, él sabía que tenía un poco de Có-dependencia hacia su pareja pero era algo que se había dado naturalmente, San amaba cuidarlo y él era quien se hacía cargo de la mayor parte de las cosas en casa (aunque el aseo era repartido por partes iguales, el menor era quien tenía controladas las ubicaciones de todo), por ello, no logró encontrar ese maldito folder donde tenía ese maldito contrato que le costó toda la maldita noche rehacer para unos malditos negocios de esa maldita tarde con unos malditos inversionistas extranjeros.

¿Aún no se notaba que ese no era su día?

Bien, aún hay más que añadir de todas formas.

Al llegar a su oficina, se dio cuenta que había un problema en el área de papeleo, pues dos de sus empleadas se estaban agarrando a golpes por un hombre, ¡Y Vamos! ¿Tan poca dignidad tenían ambas para agarrarse en público por un hombre que jodidamente no valía la pena? Eso no era todo ni lo mejor, claro que no, lo mejor fue que al intentar separarlas él terminó siendo golpeado por una de ellas, ¡Su maldita nariz estaba sangrando demasiado!

Ambas chicas fueron despedidas y el chico fue bajado de su posición por idiota al jugar con ambas, fue justo para él y le importaba una mierda lo que las demás personas creyeran, la verdad.

Entonces, eran las 11 de la mañana (¡A penas!) y él iba con su traje medio seco, sin el contrato que debía rehacer, maldita sea, y su jodida nariz sangrando y peor aún, ¡Su novio aún no le contestaba las llamadas!

Continuando con su día de mierda, su almuerzo no había sido ordenado, porque resultaba que una de las chicas despedidas era su jodida secretaria.

Menuda mierda, ¿No?

Así que ese día comió un delicioso desayuno (pero el hecho de que tuvo que calentarlo en el microondas quito la mayor parte del sabor natural que su novio dejaba en cada comida), no tenía almuerzo, y estaba jodidamnete hambriento.

𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤: 𝔄𝔪𝔦𝔠𝔲𝔰 𝔞𝔡 𝔄𝔯𝔞𝔰.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora