𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤: 𝔄𝔪𝔦𝔠𝔲𝔰 𝔞𝔡 𝔄𝔯𝔞𝔰.

Third 2/3

♡Él iba a ser la primera opción de alguien.♡

...

Cuando Wooyoung abrió sus ojos lo primero que observó fue que estaba recostado sobre una cama que no era la suya, el pánico lo abarcó y se sentó de golpe en esta sintiendo un dolor llegar a su cabeza debido al movimiento rápido que hizo estando recién despierto, cuando las lágrimas comenzaban a bajar por sus ojos debido al terror fue que recordó todo lo que había sucedido el día anterior, y eso en lugar de tranquilizarlo hizo que su pecho doliera y las lágrimas bajaran más insistentes sobre sus mejillas, se tiro nuevamente sobre esta y se hizo bolita queriendo buscar de alguna manera el calor o consuelo que necesitaba, su pecho había comenzado a doler y los recuerdos golpeaban con insistencia su interior, no quería hacerlo pero no podía evitarlo.

Los buenos momentos que había vivido con Changbin no dejaban de reproducirse en su cabeza, su primera cita, su primer partido de baloncesto juntos, su primer beso, su primera vez, Changbin había sido su primera vez en muchas cosas, fue su primer te amo y también su primer te odio, fue la persona que le dejó ir sus primeros golpes y de igual manera la primera vez que le fueron infiel fue hecha por él, Changbin habia sido su primera vez en muchas cosas en su vida y dejarlo dolía tanto... Así que se permitió llorar como un bebé sobre la cama repitiéndose que estaría bien, que sobreviviria, tratando de  creer esas palabras.

Abrió sus ojos nuevamente sin saber en qué momento se había quedado dormido, frunció su ceño ante el dolor en su cabeza y el ardor en sus ojos debido al llanto, su pecho se sentía vacío por primera vez y no sabía cómo sentirse ante eso, se levantó y fue al baño que la habitación tenía y se observó en el espejo.

Su cabello amarillo estaba despeinado, su rostro estaba hinchado al igual que sus ojos debido al llanto, sus labios estaban maltratados de tanto que los había mordido para acallar sus sollozos, comprendía porque Changbin jamás pudo amarlo, ¿Quién lo amaría? Félix era mejor que él en muchos sentidos si era sincero, era más lindo, tenía unas pecas que eran adorables y su voz era increíble, su cuerpo estaba muy bien formado y a diferencia de él, era delgado, tenía buen manejo en el inglés a excepción de él que no lo comprendía por más que lo intentara, Félix era perfecto para alguien perfecto como Changbin.

Luego de una larga ducha se dio el tiempo de revisar su celular, dándose cuenta que ya eran las 12 del mediodía y tenía llamadas perdidas y muchos mensajes por parte de sus amigos, y uno de Changbin.

Chang 💘
Cariño, ¿Estás bien? Me dijeron que te dio un ataque, cuidate, espero regreses a casa pronto, te amo cerdito. 🐷❤️

Sin poder evitarlo lanzó el celular con fuerza contra la pared, importandole muy poco si se arruinaba o no, dejó que las lágrimas bajaran nuevamente por sus ojos y se dejó caer al suelo gritando con dolor, le importaba muy poco donde estaba o si preocuparía a alguien, solo necesitaba arrancarse ese sentimiento de su pecho, dolía tanto.

Unos toques en la puerta lo distrajeron y con su mano cubrió su boca tratando de acallar su llanto, acción que fue en vano, ya que, por más que lo intentará no podía dejar de llorar, porque no podía dejar de doler.

-¿Wooyoung? ¿Estás bien?- la voz de San se escucho al otro lado y sintió la necesidad de que este entrará y lo abrazara, que le arrullara y le dijera que todo estaría bien, solo necesitaba que alguien le dijera que estaba haciendo las cosas bien- ¿Wooyoung? ¿Puedo entrar?- sin responder solo se puso de pie y camino hasta la puerta abriéndola, observando la mirada preocupada del mayor y se sintió peor, ¿Porque tenía que meter en sus problemas a alguien que ni siquiera lo conocía lo suficiente? ¿Porque no podía dejar de ser una carga? ¿Porque no podía simplemente desaparecer?- Woo, ¿Puedo abrazarte?- preguntó el mayor y sin dar respuesta sólo se lanzó a sus brazos queriendo algún consuelo, queriendo que ese abrazo de alguna manera uniera su roto corazón- shh, tranquilo Woo- murmuraba el mayor meciendo sus cuerpos en una lenta melodia tratando de distraer la mente del menor- todo estará bien, estas haciendo lo correcto- murmuró- Estas haciendo las cosas bien- y eso fue lo que necesito para terminar de romperse a llorar, si, estaba haciendo las cosas bien, y aunque doliera, lo haría bien hasta el final.