𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤: 𝔄𝔪𝔦𝔠𝔲𝔰 𝔞𝔡 𝔄𝔯𝔞𝔰.

Taxi II.

♡Debía cerrar historia por historia, ciclo por ciclo, porque ya era su momento de ser feliz.♡

...

-No... No puedo hacerlo... No puedo-

-Si Woo, si puedes- insistió San con una sonrisa, tomando entre sus manos las del menor, acariciandolas con sus pulgares- es momento de ir, tú lo sabes-

-Pero... Pero... ¿Y si él está ahí...?- preguntó nervioso, mordiendo su labio con nerviosismo- hoy es su aniversario, yo no puedo...- insistió en responder.

-Tú si puedes Woonie, lo sabes muy bien- le animo San- solo estas muy asustado de encontrartelo luego de 7 años- recordo con una mueca en sus labios-

-Pero... ¿Y si él no quiere verme?- preguntó en voz baja, realmente hablar de aquel tema seguía lastimandole demasiado.

-Woo, recuerda tu propósito y objetivo, no vas a verlo a él, si te lo encuentras es momento que ambos actúen como los dos adultos que son y hablen si necesitan hacerlo, solo recuerda que tú no debes disculparte por nada, porque nada fue tu culpa- aclaró, el menor sonrió de acuerdo con esas palabras, si, no era su culpa y era consciente de ello, pero aún así el remordimiento de lo que hubiera sucedido si las cosas fueran diferentes no dejaba de pasar por su mente, pero todo era tal como San se lo había dicho, El hubiera no existe.

-Está bien... Vamos-

-Estaré a tu lado si así lo quieres, yo sostendre tu mano, fue una promesa- recordó el mayor dejando luego un pequeño beso en la mejilla del menor quien sonrió por ello.

Wooyoung se colgó del brazo del mayor mientras ambos subían al taxi que San aún conducía (San había ofrecido ir en su auto pero había insistido en ir en el taxi, sentía cierto refugio ahí dentro), el mayor simplemente encendió el coche y encendió la radio, dejando que la música con un volumen suave sonara a través de sus oídos, luego, simplemente entrelezo su mano con la del menor y dedicándole una sonrisa que Wooyoung observó solo a la mitad ya que San aún miraba hacia el frente, comenzaron su andar.

Sabía que su cuerpo estaba temblando, era lógico que eso sucedería, los nervios lo estaban atacando a más no poder y por más que tratara de calmarse aún le era un poco difícil hacerlo por su propia cuenta.

-Duerme un poco Woo- la voz del mayor le distrajo por lo que rápidamente volteo a verle con una expresión de confusión en su rostro.

-¿Uh?

-Duerme un poco- repitió San deteniendo el taxi cuando el semaforo marcó rojo, para entonces voltear a verle con una sonrisa- se que estas nervioso pero también se que estas cansado, Descansa, yo te despertare cuando estemos allá- propuso.

-¿Estás bien con eso?- preguntó tentado a aceptar.

San sonrió y asintió, alzando sus manos entrelazadas para dejar un beso sobre la suya y luego llevarla a su propia mejilla, causando que su rostro ardiera enternecido por sus pequeñas muestras de afecto- descansa, yo te protejo-

Terminó por asentir con la orden, el mayor trato de separar sus manos pero no lo permitió- quédate conmigo- suplico en voz baja, sintiéndose un poco tonto sabiendo que San no se iría a ningún lado.