Shy.

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♡Soy demasiado tímido para decirte que me gustas, ¿Podrías notar mis sentimientos hacia ti?.♡

Nuevamente lo observaba desde la distancia, su lindo cabello oscuro acompañado de un rebelde mechón que aún no sabría decir si era verde o azul cayendo sobre su rostro casi cubriendo sus ojos, su mandíbula perfilada de manera perfecta y su risa escandalosa escuchandose a la distancia, aún claramente aunque el estuviera a casi 10 casilleros de distancia, lo dejo de ver unos segundos cuando se dio cuenta que uno de los amigos de este le miró dándose cuenta de la intensa mirada que tenía sobre ese grupito en general, negó con su cabeza y se concentró en sacar los libros que le tocaban para la siguiente clase, sintiendo sus rodillas doler por estar mucho tiempo agachado, no comprendía porque siempre le tocaban los casilleros de abajo, era incómodo, molesto y agotador tener que agacharse para sacar algún libro o cuaderno de este, sumando el tiempo que perdía esperando que el chico que tenía el casillero encima del suyo se alejara, porque ni loco se agacharia a abrir el suyo teniendo a otro detrás, no, jamás haría eso y por eso prefería perder casi 10 minutos esperando a que el contrario se alejara para poder agacharse y hacer lo que tenía que hacer.

Sintió un empujón sobre su hombro que lo hizo caer finalmente de rodillas, cerró sus ojos molesto cuando escucho la risa de los causantes de su caída, Wu Yí Fan lo miraba desde arriba con una expresión divertida y a la vez de superioridad, no comprendía porqué seguía haciendo ese tipo de acciones cuando ya estaban en la Universidad, se suponía ya tuvieron que haber madurado para esas alturas.

-¿De qué te ríes niñita?- le preguntó este viéndole con su ceño fruncido.

-¿Aún sigues usando el niñita como un insulto?- contestó a cambio, rodando sus ojos mientras cerraba su casillero y se ponía de pie, haciéndole frente al chico que era mucho más grande que él- ey, madura YíFan, ser niña no tiene nada de malo, tienes una hermanita y te acuestas con mujeres que también fueron niñitas en su tiempo, ¿Cuál es la ofensa?- preguntó curioso, escucho el uhh de los estudiantes que estaban presenciando lo que sucedía, no era primera vez que YíFan lo molestaba, pero si era la primera que se defendía, ese día en particular no tenía ánimos de soportar a idiotas.

-Pequeño imbecil, ¿Te crees gracioso?- decir que no se asustó cuando la mano de YíFan tomó el cuello de su suéter y lo acercó demasiado a su cuerpo sería mentira, pero aún así decidió mantenerse firme, si lo iba a golpear de nuevo al menos esta vez le daría motivos.

-¿Y tú sigues creyendo que estamos en la primaria?- reto, su voz sonó firme aunque el brillo de sus ojos demostraba cuando asustado estaba- ya deja de acturar como un niño y madura, mi hermanito de 6 años es más inteligente que tú.

Cerro sus ojos cuando vio el puño del otro alzarse con el fin de golpearlo, espero, espero y siguió esperando, pero el golpe no llegó, en cambio, el agarre de su cuello se debilitó hasta que finalmente tocó el suelo con sus pies nuevamente, inhalo casi con urgencia al verse libre dándose cuenta hasta ese momento que el aire se le estaba acabando mientras estaba casi en el aire, abrió sus ojos y observó como el puño de YíFan era detenido por él.

-Ya deja de jugar Kris- le dijo este totalmente serio, su cuerpo se estremeció ante ello y le miró.

-¿Estás bien?- giro su rostro para ver al que lo había descubierto antes viendo al mayor, que estaba a su lado con una clara expresión de preocupación en su rostro, asintió dejándose ayudar de este para ponerse de pie.

-Gracias Yeosang hyung- le murmuró finalmente.

-No hay problema... ¿Wooyoung, cierto?- preguntó con miedo a equivocarse, asintió dedicándole una sonrisa.

𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤: 𝔄𝔪𝔦𝔠𝔲𝔰 𝔞𝔡 𝔄𝔯𝔞𝔰.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora