𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤: 𝔄𝔪𝔦𝔠𝔲𝔰 𝔞𝔡 𝔄𝔯𝔞𝔰.

Bela e Fera.

♡Inspirada en cuentos de hadas...♡

Cuando su historia comenzó él lo vio caminando al altar con su bonito traje blanco, su lindo cabello pintado de castaño y sus muy amadas mechas verdes acomodadas a la perfección, su postura recta y sus manos sudando nerviosas mientras su amada madre lo llevaba al altar, caminando entre aquel sendero de flores hasta llegar a él, a su novio, a su pareja, a su mejor amigo, a su amable y confidente, llegando a él y colocarse frente a sus ojos, tomar sus manos y sonreír al ver que ambos estaban nerviosos, sus manos entrelazadas mientras decían sus votos matrimoniales y finalmente se colocaban ese anillo que con tanto nervio y emoción habían comprado para usar el resto de sus vidas, cuando su historia comenzó él vio su propio cuento de hadas, él vio el beso que se dieron oficialmente como esposos, él los vio bailando un torpe vals que tanto habían practicado pero que, por los nervios se pizaban accidentalmente y aquello los hacía reír en sus intentos de no caer al suelo por la emoción, él los vio, los imagino y lo anhelo, él quería vivir su cuento de hadas.

Él los vio yendo a su hogar, él sintió aquellos besos de su amado sobre su cuerpo, él los vio unirse en un solo cuerpo por primera vez en aquella recamara que sería la que compartirían por mucho tiempo, él los vio amanecer y cocinar juntos, él se vio siendo feliz.

Cuando su historia comenzó él se vio en los años pasar junto a su pareja, él se vio yendo a aquel lugar de adopción y elegir a quien sería el primero de sus hijos, porque querían 2, habían decidido mientras planeaban su boda, él vio como les aceptaban la solicitud y los dejaban adoptar, la habitación de su primer hijo decorada de una manera adorable y aquello lo hacía feliz, él se vio viviendo su tan ansiado cuento de hadas.

Ahora tenía una sonrisa plasmada en sus labios mientras veía a quien debió ser su esposo bailar ese tonto vals que debía ser el suyo, con una sonrisa en sus labios mientras dejaba que alguien más acariciara sus caderas como él lo hacía, ahora lo veía con su bonito traje blanco y su cabello de color rubio recibiendo un beso en sus labios, sus labios.

Mio.

Dirigía la copa de cristal a sus labios, el color rojizo del vino con alcohol que en la ceremonia ofrecieron se mezclaba con sus labios y sus ojos se sentían encendidos en ese momento, apretó el cristal con fuerza sin poder evitarlo cuando vio a quien debió ser su pareja ser alzado entre otros brazos y ser besado como si no hubiera mañana enfrente de todos, escucho a todos aplaudir y vitorear emocionados la acción del novio y el cristal se quebró en sus manos, el líquido confundiéndose con el color de su sangre manchando su traje azulado.

-San, tu mano...- escuchó a su mejor amigo decirle pero lo ignoro mientras se ponía de pie, sacando un pañuelo y envolviendo su mano para dirigirse al baño sin quitar su mirada de la pareja, mírame, eres mío, no lo olvides, mírame, mírame.

Sumergió su mano en el agua y una mueca se formó en su rostro al ver los trozos de cristal dentro de su piel, bufó mientras comenzaba a sacar uno a uno, decidiendo que no le interesaba mucho si su piel se cortaba más ante sus acciones descuidadas, la puerta del baño se abrió y escuchó como ponían seguro, ni siquiera en ese momento alzó su vista, molesto.

-San-ah...

-Vete a la mierda Jung- gruñó enderezandose para verlo, sus ojos escaneando su bonito cuerpo en ese bonito traje blanco, una sonrisa de lado- ya veo porque ese idiota quiso casarse contigo- bufó aquello regresando su mano al agua.