𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤: 𝔄𝔪𝔦𝔠𝔲𝔰 𝔞𝔡 𝔄𝔯𝔞𝔰.

Mind II.

♡Los recuerdos serían su arma más poderosa.♡

Cuando todo aquello se planteo frente a su nariz, no le dio la importancia que posiblemente debió haberle dado, si bien el asunto no había sido poca cosa (se hablaban de un secuestro de un niño de 8 años por parte de sus propios abuelos, claro que no era poca cosa), pero admitía que jamás vio más allá de aquellos problemas.

Ahora no podía dejar de preguntarse que era la mente, aquello que parecía fallarle constantemente a Wooyoung, sabía lo básico, La mente es el conjunto de capacidades que conllevan procesos como la percepción, el pensamiento, la conciencia, la memoria y imaginación, lo cual lo hacía divagar más allá, si aquello era tan importante, ¿Qué parte de la mente era la que fallaba en Wooyoung? Sabía que la mente era la responsable de la creación de pensamientos, el entendimiento, la memoria, la emoción y la imaginación, por ejemplo.

Si ponía esas características y a Wooyoung a un lado, podría enlazarlas tratando de ver que era lo que realmente fallaba.

Wooyoung claramente no podía crear sus propios pensamientos, él dependía de los recuerdos que llegaban a veces, así que sus pensamientos eran los de su hijo, tan simple como eso, pero Wooyoung si poseía un gran entendimiento, aunque olvidara las cosas constantemente, él comprendía que estaba mal y que no, él sabía cuando una situación era peligrosa, quizás no para él, pero todos sus sentidos se ponían en alerta cuando de su hijo se trataba, quedaba claro también que la memoria era lo que él no poseía, su hijo era su cajita de recuerdos, aquella que se abría a eso de las 10 de la noche cuando el pequeño iba a dormir y le comentaba a su padre historias que él ya sabía, como la primera vez que lo llevó al parque o su primera inyección ya como un niño, Chanhyuk era la memoria de su padre y a ninguno de los dos parecía molestarle aquella idea.

Algo que si podía atribuirle a Wooyoung era su extensa imaginación, él realmente podía contar historias alucinantes, y aunque a veces olvidaba el hilo de su propia historia, la trama ahí estaba, y eso lo emocionaba en gran manera.

-¡Papá, encontré el globo rojo!- escuchó a Chanhyuk llamar a Wooyoung desde algún lugar de la casa, desde el sofa no podría adivinarlo jamás y había mucha pereza en su cuerpo como para ponerse de pie y averiguarlo.

-¡Yo tengo uno azul!- dijo Woo en gritos de igual manera, a él rápidamente lo pudo ubicar dentro de su habitación, pues estaba tras el sofá- Este es el color favorito de Honey, ¿No?- preguntó Woo saliendo de la habitación con el globo en manos, el pequeño entonces salió corriendo de no sabe donde con el globo rojo en manos y una sonrisa enorme en su rostro.

-Si papá, el azul es el favorito de Honey- le aclaró emocionado- ahora, papá, tú escondite los globos rojos, ¿Dónde está el otro?- le preguntó y Wooyoung se quedó en silencio, pensando.

Hace varias semanas con Chanhyuk e Irene se habían propuesto a ayudar a Wooyoung a recordar algunas cosas, habían encontrados juegos para la memoria como el que hacían ahora mismo, el cual consistía en buscar objetos ocultos por toda la casa, al inicio Wooyoung se había frustrado demasiado y había llorado mucho, diciendo que era un padre inútil por no poder recordar dónde estaba la mochila de su hijo, pero luego de aquellos sucesos, Wooyoung se emocionaba con la idea de jugar con su hijo y cooperaba, su memoria sin duda alguna que se había vuelto un poco más larga, no eran semanas ni meses, pero acciones pequeñas e insignificantes solía recordarlas, como donde vio la sal, o si había visto algún zapato en el baño, eran pasos pequeños pero seguros.

-¡En el cuarto de Irene!- recordó Wooyoung con una sonrisa, yendo hasta la habitación de la chica y saliendo segundos después con el globo de color rojo en su mano- lo escondí ahí porque es el color favorito de mi mejor amiga- explicó, orgulloso de no olvidar eso.