Domado.

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♡San era la persona más firme y seria que jamás alguien pudiera conocer, pero no con Wooyoung, no. ♡

Traje negro en su totalidad, corbata oscura y lentes con cascos negros sobre su rostros, sus ojos moviéndose de un lado a otro en busca de algo que le diera la oportunidad de declinar ante aquella propuesta pero no encontraba alguna, nada, todo era perfecto en ese contrato y eso notablemente lo estaba molestando, y sabía que Yunho estaba disfrutando tanto por su tonta sonrisa sobre sus labios.

-¿Y bien? ¿Hay algo que no le parezca?- le preguntó haciendo uso de los honoríficos y quiso ponerse de pie y pegarle, pero obviamente no lo hizo, en cambio, sus ojos seguían viajando de izquierda a derecha leyendo con atención cada palabra, y oh, una sonrisa se posó en sus labios cuando leyó aquello.

-Si, de hecho hay algo que no me parece- dijo al fin con una sonrisa en sus labios, satisfecho de haber encontrado el punto de quiebre, la sonrisa de Yunho se congeló en su lugar.

-¿Qué es?- preguntó a cambio Mingi, su compañero de negocios.

-Horas de trabajo reducidas a un 25% para mejor descanso en toda la planta de trabajadores- leyó en voz alta, su rostro serio- ¿Con qué derecho decidirán las horas de trabajo de mis empleados?- quiso saber alzando su ceja mientras su vista se dirigía a ambos hombres frente a él, todos en la sala de juntas pendientes de la discusión que se iba a formar.

-No es decidir, fue una propuesta que se nos ocurrió y decidimos agregarla creyendo que sería de provecho para todos- le explicó Mingi con tranquilidad, ajeno a la lucha visual que Yunho y él tenían en ese momento.

-Pues su propuesta está dentro de un contrato que planeaban firmará- ataco- sin antes avisarme sobre ello- recordó.

-Creímos que no habría problema...

-Claro que hay un problema- interrumpió nuevamente- están tratando de reducir el horario de trabajo de mis empleados como si fuesen suyos o tuvieran el derecho de- recordó- las horas de trabajo son las justas para el sueldo que ganan cada uno de ellos, una reducción de horas es una reducción de salario, ¿Acaso creyeron que alguien estaría feliz con ello?- interrogó.

-Es un descanso mental- se defendió Yunho al fin, negándose a perder o dejarse humillar frente a la junta directiva- una reducción de salarios sería una decisión drástica...

-¿Una decisión drástica?- se burlo sin poder evitarlo- déjenme explicarles algo y espero les quede claro- explicó poniéndose de pie y caminando alrededor de aquella oficina, todos los ojos siguiendo su figura- El salario de mis empleados es justo y puedo atreverme a decir que es más de lo necesario, el salario mínimo no es algo que mi empresa esté dispuesto a tocar como ustedes posiblemente esperan, en cada contrato firmado con cada empleado se estipulan los horarios y ganancia que tendrían por cada hora, si ellos se quedan más tiempo en la oficina es por decisión propia, ninguno está obligado a trabajar acá después de horarios establecidos y una reducción de horas es lo mismo que una reducción de salarios, por lo tanto, el contrato que hemos estado manejando por más de 20 años sería hecho a un lado por una propuesta que añadieron a un contrato sin informarmelo antes- recalcó lo último nuevamente- hemos terminado esta reunión, pueden retirarse- aviso.

-Señor Choi...

-¿No nos dará la oportunidad de defendernos?- preguntó Yunho tenso, poniéndose de pie.

-No- fue la respuesta simple de San antes de salir de aquella oficina sin mirar atrás.

Entró a su oficina y se sentó frente a su escritorio revisando aquellos papeles que tenía pendientes, la puerta siendo tocada dos veces antes de abrirse, dejando ver a su novio ingresar con una sonrisa, le sintió de vuelta.

𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤: 𝔄𝔪𝔦𝔠𝔲𝔰 𝔞𝔡 𝔄𝔯𝔞𝔰.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora