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¡Feliz Año Nuevo a todos! Nunca podré encontrar las palabras suficientes para poder agradecerles TODO lo que han hecho por mí en este año. Lo que pudo haber terminado mal debido a consecuencia de la pandemia, terminó siendo una alegría inmensa y una inspiración enorme de seguir adelante con mi escritura. En verdad gracias por leer, comentar y votar por Espresso. Gracias por haberme dado la oportunidad y por (para los que empezaron a leer esta historia allá por el 2017) haberme tenido la paciencia para esperar a que continuara. De no haber sido por la contingencia que se está viviendo aquí en México, yo JAMÁS habría continuado Espresso, o lo habría hecho pero hasta dentro de mucho tiempo. Así que en verdad, gracias. Siempre lo he dicho y lo diré, escribo por y para ustedes; porque ustedes me motivan a seguir a delante, aunque no comenten, solo con ver que leen o votan me llena de alegría y me hace creer que soy buena en esto. Espero tengan un excelente 2021, que a pesar de las cosas malas, haya cosas buenas y que aunque se caigan, se levanten y sigan adelante. También espero poder seguir leyéndonos el próximo año y ya por fin terminar está historia, que en esencia ya la tengo terminada, solo falta escribirla. Les deseo lo mejor y que haya mucho más Wolfstar para los años que vienen!! ❤


Los chicos se están alistando para ir a sus respectivas actividades después de clases. Guardan sus libros y Peter es el primero en estar listo. No quiere llegar tarde a su clase de pintura, así que se despide de sus amigos y sale apresurado del salón.

—También tengo que irme. — Anuncia Remus mientras se cuelga la mochila en los hombros.

—Nos vemos saliendo de la práctica. — Responde en automático Sirius, su voz llena de esa aprehensión que Remus empieza a detectar con más facilidad. Remus relaja el rostro lo más amable que es capaz.

—No esta vez. Quedé con Lily en una de las bibliotecas del centro. — Es inevitable que el ceño de Sirius se frunza y James levante la cabeza cada que el nombre de Lily sale a relucir. Hay un silencio demasiado largo para nada normal proveniente de Sirius. Se cruza de brazos y pone esa expresión que realza el color de sus ojos y la simetría de sus pómulos. Remus está seguro que no debería de encontrar realmente sexy el rostro de molestia del chico, pero no puede evitarlo. Reprime un suspiro, uno muy grande. Debe ser ilegal ser así de atractivo. —Bueno... nos vemos. — Hace el amago de caminar a la puerta. La mano grande y fuerte de Sirius lo detiene por el hombro antes de dar tan siquiera un paso. No está acostumbrado al contacto y se encoge un poco, casi por reflejo. Sirius parece darse cuenta de su reacción y retira el agarre, como si hubiera tocado algo peligroso.

—Quédate. — Es un tono que aparenta ser suave, aunque tiene el efecto contrario. Hay demanda en la voz, fuerte y clara, casi una orden. Remus ve la expresión de James, quien está detrás de Sirius. Es nueva para Remus. Al igual que el sentimiento que siente por dentro. No le gusta la manera en la que Sirius le ha hablado, y aún así se quedaría solo porque él se lo ha dicho. Está mal. Está perdido. Lo anota en su memoria para decirle a su psicólogo que aún tiene mucho camino que recorrer. — Dile a Evans que venga.

—Ya he quedado con ella. — Remus hace un gran esfuerzo para negarse, casi tan grande como el que hizo cuando Sirius le habló sobre estudiar juntos. Un par de meses atrás habría resultado fácil esa negativa. Ahora le cuesta demasiado mantenerla. Sirius lo mira y son sus ojos grises los que imploran que se quede lo que empieza a doblegar sus fuerzas. Es James y la emoción en su cara lo que cuartea su firmeza.

—Si ella viene no gastas en el pasaje. — Esa parece ser un excelente motivo. James asiente fervientemente con la cabeza y apoya la idea de Sirius. Esta vez Remus no reprime su suspiro.



—No puedo creer que te hayas dejado convencer por ese par de zoquetes. — Le susurra Lily a Remus, con su ceño fruncido y esos ojos verdes llenos de desaprobación. Remus se recuesta en la mesa y la mira con inocencia desde abajo.

—Pero viniste. — Lily roda los ojos y se recarga en su asiento, cruzándose de brazos y apretando los labios.

—Porque también soy una zoquete que se deja convencer por ti. — Remus sonríe. Le gusta que Lily haya accedido a su petición. Le gusta que Lily esté en su escuela, en esa biblioteca lujosa con él. Lo hacen sentir más en la realidad, que no es un sueño lo que está viviendo. Se siente calmado y a salvo.

Una vez adentrados en el estudio, los chicos se mantienen en silencio. No hablan a menos que alguno no entienda un tema o estén tomando un descanso de cinco minutos. Remus está muy concentrado en el nuevo tema de física que están viendo esa semana, que no nota a la chica que se sienta en su mesa. Está tiene que aclararse la garganta para que él y Lily despeguen su vista de los libros.

—Hola. — Saluda la extraña con una sonrisa. Es una chica muy bonita, realmente bonita. Con ojos grandes, nariz recta y puntiaguda, labios llenos y cabello sedoso y brillante. El maquillaje que lleva puesto realza aún más su belleza, y sus dientes perfectos le dan un plus que Remus no cree necesite. Es la chica más hermosa que ha visto jamás. No puede evitar sino sentirse deslumbrado ante ella.

—¿Hola? — Aún así, Remus nunca la ha visto con anterioridad y no permite que la belleza lo haga bajar la guardia. Ya se lo ha permitido suficiente con Sirius. La chica, aún sonriendo, suaviza el rostro y con un tono realmente amable dice:

—Eres Remus Lupin, ¿no? El nuevo amigo de Sirius Black. — Oh. Remus parpadea, incómodo ante el comentario. Presiente que nada bueno se avecina. No está muy seguro de qué responder, incluso está por no hacerlo; pero cuando decide decir algo, Lily lo interrumpe.

—Estamos estudiando, por si no lo has notado. — Es el tono que Lily usaba cuando alguien molestaba a Remus en los años que estudiaron juntos. Ahora las sospechas del chico son aún más fuertes. Su amiga siempre ha sido buena para identificar situaciones hostiles, y Remus confía en su buen criterio. La chica dirige su mirada hacia Lily. Se mantienen la mirada por unos segundos, la primera en desviarla pierde.

—Lamento interrumpir. — Es un tono amable, incluso llega a mostrar arrepentimiento verdadero. — Ya tenía un tiempo que quería hablar con Remus y creí que ahorita sería un buen momento. — Por fin rompe el contacto con Lily, dirigiendo ahora sus ojos hacia Remus. Demasiado amable para ser bueno. — Soy Elle Parkinson. Vamos en el mismo grado, solo que en diferente salón. — Remus en verdad no recuerda para nada a Elle Parkinson, aunque no es como que se fije mucho en los demás chicos. Mientras más desapercibido pase, mejor. Remus no sabe qué decir. Parece que la chica espera a que él responda algo, así que dice lo primero que se le viene a la cabeza.

—Oh, ya.

—Eres becado, ¿no? — Remus siente que le jalan el estómago. Y lo ve venir. Humillación. Burla. Desagrado. Oye como Lily resopla junto a él, lista para atacar cuando sea necesario. Parkinson no espera una respuesta y continúa. — ¡Eso está muy cool! Todos los becados son súper inteligentes. Los admiro bastante. De hecho, mi mejor amiga es becada y es muy guapa. — Elle recarga sus brazos sobre la mesa y se inclina hacia Remus. Él se siente abrumado al tener la mirada directa y penetrante de la chica. Aún tiene la sonrisa amable con la que lo saludó, pero ya no luce tan benevolente. Hay hambre en sus ojos, fríos y calculadores. Una belleza asesina. — Puedo presentártela si me ayudas a salir con Sirius Black. 

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