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Sirius no tiene ni idea de cómo carajo es que logró convencer a Remus de ir a Chilham en el fin de semana previo al examen final. La idea le surgió de la nada. Estaba en el cuarto de James, escuchando hablar a su amigo sobre las mil y un cualidades que tiene Evans, cuando, de repente, llegó: un viajecito no estaría mal. Después de haber hablado con Remus, y haber escuchado la historia del chico, Sirius se ha sentido MUCHÍSIMO mejor. Bueno, aún se sigue sintiendo de la mierda la mayor parte del tiempo, pero el sentimiento es más pasable. Así que, ¿qué mejor manera de pasar un par de días de descanso? Mientras James enlistaba todos los bellos gestos que Evans es capaz de hacer, Sirius no dejaba de pensar en posibles lugares a los que ir. Está seguro que un cambio de paisaje le vendría bien tanto a él como a Remus, aunque un lugar demasiado lejos no sería una buena opción. Estaba demasiado entusiasmado con la idea que había olvidado por completo la final de Rugby y, claro, el examen final por el que Remus se había estado matando estudiando.

Sirius piensa en lo bien que armó el plan de convencimiento, y se sorprende de si mismo. No cabe duda que la labor de convencimiento es algo con lo que un Black nace. Aunque, siendo honestos, no tuvo que hacer mucho. Pero si no se hecha él flores, ¿quién lo hará? Sin embargo, y pese a la extrañísima aceptación de Remus, el muy desgraciado puso solo una condición para ir. Y ahora que Sirius piensa en ello, es muy probable que el listillo de Lupin lo haya hecho con la seguridad de que no podría lograrlo. Así que, el verdadero reto no estuvo en convencer a Remus, sino a la estirada novia de James. Y, bueno, Sirius puso todas sus esperanzas en el buen Potter y, como siempre, no le quedó a deber. Sirius con toda honestidad piensa que su amigo tuvo que vender su alma a varios demonios para que Evans aceptara perder dos días de estudios en un viaje sin sentido. Aunque, también está seguro de que James piensa que Sirius hizo exactamente lo mismo para convencer a Remus. Sea como haya sido, los 5, James y Evans, Remus y Sirius, y Peter, para acompañar, se encuentran en camino al pequeño y muy antiguo pueblo de Chilham.

El lugar no lo escogió Sirius, claro que no. Si se iban a ir de viaje sería a un lugar al que Remus quisiera ir. Y al parecer ninguno de los otros tres tuvo problemas con la decisión. Sirius aún está un poco renuente, pero, bueno, el objetivo principal se cumple. A eso del medio día, llegan al Airbnb que ha rentado James. No está tan céntrico como a Sirius le gustaría, aunque era la única opción disponible. En cuanto entran al lugar, se arma una revuelta que a Sirius le causa mucha gracia.

Al parecer, James tuvo la brillante idea (el jura y perjura que no pudo encontrar otro lugar) de rentar un Airbnb con tres recámaras. Claro está que, aunque James lo niega a morir, su intención es dormir con Evans en el mismo cuarto y hacer de las suyas. Sirius entiende a su amigo. Es más, él habría hecho lo mismo, y luego fingir que tuvo que hacer eso porque no tenía opción. Ambos son seres humanos, y la calentura es la calentura. Sin embargo, Remus parece obviar lo que nadie quiere decir. Tampoco lo dice directamente. Es bastante sutil, y Sirius tiene que meterle empeño para entender por qué carajos su novio no quiere dormir en la misma habitación que él. Sirius, al igual que James, no han pensado en la incomodidad que puede estar sintiendo Peter. La primera reacción de Sirius es mandar al carajo a Peter y a su soledad. ¿Quién lo manda a estar soltero? Pero, claro, Remus le lanza esa miradita que lo impulsa a ser menos mierda y, en efecto, Peter no tiene la culpa de que todos sus amigos tengan pareja y hayan decidido irse de viaje para poder dormir en cuarto diferentes. La solidaridad es algo que a Sirius no le falla TANTO, a menos que incluya perder una oportunidad para tener sexo. Así que, renuente y no muy convencido, acepta la idea de Remus y Evans de poner los colchones en la sala para que duerman todos juntos.

Después de arreglar el dormitorio comunitario, los chicos salen a dar un pequeño paseo. Extrañamente no está nublado, aunque tampoco hay un clima super cálido. Remus lleva un grueso suéter que le causa un calor tremendo a Sirius (y no del bueno), y los demás parecen estar vestidos decentemente para la temperatura. Evans lleva un vestido que combina muy bien con sus ojos, y James no se ha quitado la expresión de estúpido que trae desde que empezó a salir con la chica. Sirius a veces se pregunta si Evans en verdad necesita toda esa atención de más que le da James; y llega a la conclusión que él es igual de necesitado que la chica. Extrañamente Remus logra cubrir su necesidad de atención, y Sirius sigue sin comprender cómo es eso posible. Por su parte, Peter va vestido muy turísticamente, dejando en claro que no son de lugar. Aunque, claro, eso es algo obvio.

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