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Pues que hay actualización xD. La escena seguía en mi mente y no podría estar en paz hasta no haberla sacado de mi cerebro, así que aquí estamos. Este capítulo está algo largo porque no creí que dividirlo en do sería muy óptimo. Leí en algunos comentarios que la historia está dividida en dos partes y que cada vez más nos acercamos a la mita, pero no os preocupeís, que habrá Espresso por un buen rato más JAJAJAJAJA. Ahora tengo una ligera idea de lo que sigue, supongo se me hacía un tanto difícil escribir ya que no sabía cómo describir las escenas de este y el cap anterior; incluso siento que le faltó algo a este capítulo, pero no sé... Solo espero les guste y muchas gracias por leer Espresso. Siempre estaré eternamente agradecido con ustedes. Los amo!


Lo primero que logra ver Remus con claridad es la mirada desenfocada de Sirius puesta en él. Sus labios pronuncian su nombre, un susurro plagado de desesperación. El puño con el que ha golpeado está manchado de la sangre que sale de la nariz de Remus. Y este ve como Sirius mira su mano con asco, una repulsión casi inhumana.

Remus intenta ponerse de pie. No puede. Aún se encuentra mareado y con el rostro entumecido. Detrás de él, Malfoy no se mueve. Ninguno de los presentes parece poder hacerlo. El silencio sepulcral dentro del baño es aplastante, pero eso cambia en cuanto los ojos grises se encuentran con los de Remus. Y lo ve venir de nuevo: la rabia apoderarse de Sirius, el hambre de sufrimiento nublarle la razón, fijar su objetivo para acabar con él...Un gruñido de furia sale desde lo más profundo de Sirius, y es justo cuando vuelve a impulsarse hacia Malfoy, que James sale del estado de shock en el que ha entrado. Esta vez logra sostener a Sirius, aunque este es mucho más fuerte que él. Forcejean, y Remus aprovecha los segundos que tiene para por fin pararse. Trastabilla hacia Sirius y se interpone entre él y Malfoy, de nuevo.

—Sirius, basta. — La mirada de Sirius pasa de Malfoy a Remus. Cualquier arranque de furia desaparece y es suplantado por una agonía que no tarda en reflejarse en sus ojos. Hay demasiada tristeza y sufrimiento dentro de Sirius que Remus también lo siente, sufre junto a él.

—Malfoy, lárgate antes de que termines sin alguna extremidad. — La voz de James suena un poco agitada, aunque Sirius ya no hace esfuerzo alguno por liberarse del agarre de su amigo. No aparta la vista de Remus, se pierde dentro de él. Remus puede escuchar los reclamos que Sirius grita con el alma, el llanto que desagarra su corazón. Es hasta que la puerta del baño se cierra detrás de Malfoy que James suelta a Sirius, y cae. Y Remus junto a él.



Remus despierta sobre una cama suave y en una habitación muy iluminada. Su cabeza le duele bastante y siente que hay algo encima de su nariz, así que inmediatamente dirige su mano a ella.

—No la toques. — La voz hace que detenga su movimiento en automático. Gira su rostro con lentitud y se encuentra con la mirada abatida de Sirius. Este la desvía, avergonzado, y se cruza de brazos. — El doctor dijo que tienes una fractura menor. Te puso una férula. — Sirius habla entre dientes, gruñe las palabras. Su ceño fruncido y la tensión en sus brazos le dan un aspecto de molestia bastante notable. Remus decide darle su espacio y endereza la cabeza. Cierra los ojos y la escena del baño lo asalta sin previo aviso. Después del golpe todo luce tan borroso que le duele recordar.

—¿Seguimos en la escuela? — A Remus le cuesta un poco de trabajo encontrar su boca y moverla. Habla arrastrando las palabras, con una voz pastosa y espesa.

—No. — La respuesta es cortante y golpeada. La mente de Remus aún se encuentra algo confusa, aunque no lo suficiente para saber lo que eso significa. La preocupación lo invade sin aviso, su corazón late deprisa por la angustia. Trata de sentarse en la cama y le es muy complicado, se siente algo entumecido. Sirius ve sus intenciones y rápidamente hace el amago de detenerlo, pero se queda en el intento. Su cuerpo se tensa y da un paso hacia atrás, se aleja de Remus, y el dolor se refleja de nuevo en su rostro.

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