32

1.6K 272 242
                                    

N/A:

Lamento haber estado algo desparecida. Aún estoy trabajando en mi salud mental y hay días mejores que otros. Lo bueno es que hay nos estamos acercando a la mitad de la historia JAJAJAJAJAJ. Un capítulo más y estaremos a media historia. Sé que es algo larga y muchos me preguntan por el beso, o quieren que se besen ya. créanme, yo también lo quiero xD. Pero, como siempre he dicho, yo solo soy un humilde servidor que se encarga de contar esta historia, y a quien la historia usa a su antojo. Así que paciencia porque todo tiene una razón. 

Sin más que decirles, ¡gracias por leer Espresso!


La chamarra negra de cuero desentona entre la vestimenta elegante de los invitados, incluso entre los más jóvenes. Con una mano en la cerveza y la otra en el celular, Sirius tiene la mirada fija en la entrada del deslumbrante salón de fiestas. Ha pasado ya una hora y media desde que empezó la fiesta y Remus ni sus luces. No recibió ningún mensaje en la mañana, y no obtuvo respuesta cuando Sirius le escribió para recordarle la hora que empezaba el convivio. Más que molesto, Sirius está preocupado. No es una actitud propia de Remus asegurar un compromiso y luego no presentarse.

Su ceño fruncido y mirada taciturna atraen la atención de sus primas, las cuales se acercan a él con una expresión maliciosa en el rostro.

—¿Esperas a alguien, primo? — Es la voz burlona de Bellatriz que logra hacer que Sirius aleje su mirada de la puerta de madera. Sirius observa a su prima con desagrado. Aún no logra entender cómo alguien tan hermosa puede ser tan detestable. Un rasgo de familia, supone.

—Te vale mierda.

—Debe tratarse de la Reina como para que no estés con tus estúpidos amigos. — Narcissa, hermana de Bellatrix, tiene razón. Sirius ha invitado a sus compañeros del antiguo y actual equipo de Rugby. También han ido algunos chicos de su salón, y otros amigos que hizo cuando iba a sus clases de música. Pero no se ha parado ni una sola vez al área de los "jóvenes". Ha estado toda la hora y media que va de la fiesta recargado en la pared más cercana de la entrada; incrédulo ante la ausencia de Remus. — O tal vez es una chica. — Narcissa mueve su plateada y lisa melena de tal manera que aparenta superioridad. Su hermana se ríe socarrona.

—Ay, por favor. Si TODOS saben que a Sirius las chicas solo lo quieren para tener sexo.

—Por lo menos a mí me quieren para algo. No como ustedes, malditas amargadas que nadie se les acerca ni por lástima. — Sirius deja su puesto, por fin, y camina hacia donde están sus amigos. Logra ver la ira creciendo en el rostro de sus primas, lo cual le alegra el día; solo un poco.

Sirius platica por un rato con sus amigos. Primero está con los chicos del rugby, pasa unos momentos con sus compañeros de clase, y luego va con sus amigos de la escuela de música. Termina por ir a dónde están James y Peter, quiénes tienen una calurosa plática sobre los genes de los Black y por qué todos son tan bien parecidos.

—¿Saben algo de Remus? — Ambos chicos miran a Sirius sin muchas esperanzas. James comenta que tal vez se ha quedado más tiempo estudiando y llegará un poco tarde. Peter está a punto de apoyar la idea cuando el celular de Sirius empieza a sonar. Este contesta sin siquiera fijarse en quién lo está llamando. La voz de Remus se hace presente al otro lado de la línea.

—Hola. — Sirius siente que algo dentro de él se relaja. Ahoga un suspiro y saluda también. Reprime sus ganas de bombardear al chico con preguntas y espera a que el largo silencio acabe. Camina hasta el fondo del salón. Cerca de los baños, que es donde hay menos ruido. — Lo siento. No podré ir. — Otro silencio interminable. Una marea de ira inundado a Sirius, lo golpea sin tregua. Aprieta el celular entre sus manos, aprieta su mano libre en un puño y tensa la quijada; sus dientes rechinan, su cabeza está a punto de explotar. Iré. La seguridad en la afirmación de Remus lo había convencido. Sirius no puede creer que ha sido engañado.

EspressoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora