La semana transcurre tranquila y sin ningún contra tiempo. James visita a Sirius y a Remus el miércoles; y el jueves la pelirroja se hace presente en el Starbucks donde trabaja Remus. Es el sábado a final de turno que los chicos platican un rato; sentados en una de las bancas de la plaza mientras toman una malteada, cortesía de Sirius.
—Mi mamá me pidió que te invitara a comer mañana. — El tono de Remus es casual, el que se usaría para comentar sobre el clima. Pero Sirius distingue vergüenza en los ojos del chico, el cual se concentra en beber con rapidez de su malteada. La invitación es aceptada, y el domingo a las dos de la tarde Sirius se dirige, de nuevo, al hogar de Remus. Estaciona la motocicleta enfrente de la pequeña casa, y se acerca a la puerta con los nervios a flor de piel. Toca el timbre aún sin creer que ha sido invitado por la mismísima Hope Lupin, nada más y nada menos que la madre del chico que le roba el aliento y el sueño por las noches. Además, no está seguro de qué tanto le ha comentado Remus a su mamá sobre la relación de ambos, o por lo menos si le tiene la confianza suficiente para decirle que Sirius no es un “simple” amigo. Que Sirius odie y deteste a su madre no significa que los demás sientan lo mismo por la suya; a veces olvida que no todos tienen una familia de mierda como la de él.
Es recibido por la sonrisa amable de Hope, quien lo invita a pasar a la pequeña sala. Sirius juguetea con el casco en sus manos, ansioso por ver a Remus; así que pregunta por él.
—Ha salido a un mandando. — Hope sienta a Sirius en una de las sillas del comedor y le pone una taza de té en frente. — Pero no te preocupes, no ha de tardar en llegar. — Hope prepara un té para ella y le hace compañía a Sirius. Bebe un poco de su infusión mientras Sirius la observa, seguro de que no solo lo ha invitado a su casa por simple cortesía. — No sé cómo agradecerte por lo que has hecho por mi Remus. — Las miradas de ambos se encuentran. Los ojos difieren un poco de los de Remus, mas la bondad y gentileza que hay en ellos es la misma.
—¿A qué se refiere? — Hope le da otro sorbo a su bebida. Sirius no ha apartado su mirada de ella, y está seguro que es poco educado ser tan directo; aunque parece ser que a la mujer no le molesta su falta de tacto. En ese aspecto también es parecida a Remus.
—Remus siempre ha tenido cierta renuencia para relacionarse con los demás. Es normal después de lo que ha pasado, pero no puedo evitar sentir angustia al respecto. — Sirius intenta mantener una expresión neutral. Lo intenta lo mejor que puede. Vaya que lo está intentando. ¿A qué se refiere Hope con “lo que ha pasado”? Eso es información completamente nueva para él. ¿Acaso se estará refiriendo a lo que Remus le contó hace un par de días? Parece ser que sí. Sin embargo, Sirius tiene un presentimiento de que no es así. Hope ha usado “siempre”; lo que significa que está aludiendo a algo de hace mucho tiempo atrás, desde la infancia de Remus, la etapa en la que el ser humano comienza a interactuar con los demás. “Lo que ha pasado* es algo que sucedió cuando Remus era un niño, y es algo que Remus no le ha contado. El rostro sereno de Sirius oculta el caos que se ha causado en su mente, la curiosidad que lo está carcomiendo por dentro. Tener el cerebro revolucionando le ha causado un ligero dolor de cabeza; no ha puesto tanto esmero ni para la escuela.
—No comprendo. — No se le ocurre qué decir, y como Hope se ha quedado callada, decide llenar el silencio. Esa mujer tiene que seguir hablando para que Sirius pueda sacarle toda la información posible. Además que no ha dicho nada que no sienta. Hope esboza una pequeña sonrisa ante la respuesta de Sirius. Luce cansada.
—Me ha dicho que hablas todos los días con él. Que le presentaste a tus amigos. Cuando lo invitaste a tu casa… no lo había visto emocionado desde hace un tiempo. Mi niño es un niño bueno, pero suele alejar a las personas para no salir lastimado. Por eso, muchachón, te pido paciencia. — Hope implora con la mirada, ruega con cada palabra que ha dicho. Es hasta ese momento que Sirius se da cuenta que no conoce a Remus. No sabe absolutamente nada de él. Sobre su vida, sus gustos, e incluso su personalidad. Es en esa pequeña casa, con una taza de té entre sus manos, que Sirius se siente como un estúpido. — También sé que nuestro estatus social es diferente. Si me permites decirlo, tu acento te delata. — Hope se ríe entre dientes y Sirius siente que ha sido transportado de nuevo al día en el que conoció a Remus y su vida dio un giro inesperado. — Eres un buen muchacho. — Esta vez los ojos de Hope son cálidos, desprenden un afecto que Sirius nunca ha experimentado. Es como si unos brazos lo envolvieran y lo hicieran sentir muy cómodo, con ganas de permanecer ahí toda la vida. Tal vez sea ese amor de madre del que todos hablan y Sirius desconoce.
Sirius intenta responder. Quiere aclarar que para nada es un buen muchacho; y que si Hope supiera las intenciones con las que se ha acercado a Remus, lo estaría corriendo en ese mismo instante de su casa. Pero no puede. No puede porque, por primera vez en su vida, una madre lo mira con amor. Y se siente bien. Se siente amado. Sin embargo, también se siente culpable. Así que agacha cabeza y a parta la mirada, seguro de que Hope conoce su pecado. Y aún así, no se siente juzgado.
Remus llega a los pocos minutos. Trae un par de bolsas consigo y luce algo cansado. Saluda a su mamá y luego a Sirius, el cual siente la curiosidad quemando en su piel. Está seguro que en cualquier momento explotará y le exigirá a Remus que le explique lo que Hope le ha dicho. Se contiene por puro milagro. También no lo conviene soltar la lengua. Si lo hace, sólo lograra ahuyentar a Remus. Tiene que esperar a que este se lo cuente por si mismo, como la confesión respecto a su sexualidad. El problema es la impaciencia de Sirius y su falta de tacto lo que complica la situación. No sabe cómo lo va a hacer, pero obtendrá esa información porque la obtendrá.

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Espresso
FanfictionRemus trabaja enfrente del trabajo de Sirius, el cual no puede evitar caer perdidamente enamorado de él. Portada hecha por: @JORGEAKUANDOMNGUEZ