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Me disculpo por haberme ausentado durante este tiempo. Mi hermana llegó de vacaciones y la situación ha estado un poco movida por aquí, y que ella esté aquí me pone muy feliz. Esa era la "noticia" que les iba a dar, y la principal razón por la que probablemente no esté publicando tan seguido.  Gracias a todos los que siguen leyendo Espresso y muchas gracias por su paciencia.

Este capítulo me estaba costando bastante escribirlo. Creo que ha sido una de las pocas veces en las que empiezo un cap y lo termino borrando todo para volver a escribirlo. Tuve ayuda para seguir con este cap, así que gracias a al personita que lee mis borradores ❤. Es cierto que ya estamos en la recta final de esta historia, pero me parece que aún hay un para de cosas más que me gustaría poner antes de empezar el arco del final. Espero esto no vuelva a la historia aburrida o tediosa.

Gracias de nuevo por sus comentarios y por haberle dado una oportunidad a Espresso, en verdad no saben lo agradecido que me hacen sentir. ¡Los amo! ❤


Sirius se despierta todos los días y sigue sin creer que ir a la escuela le cause una felicidad inigualable. Solo piensa en Remus durante sus clases, en el entrenamiento su mente también está llena de Remus, justo antes de dormir e incluso cuando están juntos. Sirius lo ve sonreír, lo ve estudiar, lo ve existir y se pregunta si es posible que algo así sea real. Y ahí está: Remus, respondiendo a su pregunta.

Sirius no se queja para nada de la nueva situación que está viviendo. Es su primera vez en un noviazgo y no es una joda como siempre lo había imaginado, mas está seguro que Remus tiene mucho que ver en eso. Después de los entrenamientos, y las sesiones de estudio de Remus, ambos chicos pasan tiempo juntos. Van a cenar, idea de Sirius, o a caminar a algún lugar agradable, idea de Remus. Sin embargo, aunque le cueste un testículo y la mitad del otro, Sirius se lo piensa antes de intentar hacer un acercamiento físico; pero, claro, no es como que tengan mucho contacto después de lo sucedido en el baño.

15 días y trece horas. Sirius aún siente como si se encontrara en ese cuarto lleno de lavabos y cabinas. Aún siente las grandes y delgadas manos de Remus sostener con fuerza su cabello. Aún tiene el olor del chico azotando su nariz e inundado su boca. Aún ve la mirada lujuriosa de Remus. Aún siente su miembro duro contra el suyo. Ah, joder. Solo de pensarlo Sirius se erecta. 15 días y trece horas y Sirius se sigue arrepintiendo. Son dos cosas de las que se arrepiente: haberlo hecho en un baño, y no haberlo continuado. La primera era inevitable, pero la segunda...

Le cabeza de Sirius no es solo martillada por Remus y las ganas de devorarlo que tiene. Hay algo que lo molesta, que no es agradable como los otros pensamientos. Sirius Orion Black, quien nunca, ni siquiera cuando fue su primera vez, ha tenido vergüenza o sentido nervios al momento de tener sexo, se siente paralizado al pensar en hacerlo con Remus. Sirius no es un chico que piensa mucho las cosas, o al menos no analiza el por qué de lo que siente. Su tiempo con Remus ha hecho que eso cambie, específicamente en un asunto.

—Sé que es virgen, y eso no ayuda mucho. — Sirius aprovecha el calentamiento de su entrenamiento de Rugby para desahogarse con James, quien lo escucha sin comprenderlo del todo.

—Ajá.

—Pero también sé que tiene algo de experiencia.

—Ajá.

—Y el muy ojete no da el siguiente paso. Espera que yo haga todo. Ni siquiera hemos hablado de lo del baño. — Sirius frunce el ceño. No está molesto, al menos no del todo, con Remus. Sabe que su específico estado de ánimo se debe a algo más.

—Ajá.

—Coño, Potter. ¿No sabes decir otra cosa? — James se encoge de hombros y pone esa mirada de idiota que lo hace ver aún más imbécil.

—¿Pues qué quieres que te diga? No he tenido sexo, y la última vez que chequé me gustaban las mujeres. — Sirius no dice nada. El comentario de su amigo lo acerca a terreno peligroso, a la razón por la que Sirius se enfurruña y excita tanto al pensar en lo sucedido en el baño. James lo ve por unos segundos, confundido ante el silencio de su amigo, y luego su mirada cambia. El miope de James parece no ser tan ciego después de todo.

—No sabes cómo coger con un hombre. — Sirius sigue sin hablar. Desvía la mirada y hace un pequeño puchero. No le gusta ser descubierto, y mucho menos cuando cree que se trata de una debilidad. James tampoco dice nada, aún parece un poco conmocionado ante la idea de Sirius no sabiendo cómo hacer algo. Aunque tampoco es que Sirius espere que su amigo hable sin que no diga una idiotez.

El entrenamiento empieza y Sirius no logra concentrarse en absoluto, algo BASTANTE poco común en él. Piensa en el comentario de su amigo y en el trasfondo de la situación. Casi está seguro que el problema no es que no sepa cómo tener sexo, sino con quién va a tenerlo. Si recapitula el último año de su existencia, la única razón por la que Remus no quería tener algo serio con él fue debido a la poca credibilidad de Sirius y a su no tan buen historial. Y aunque no es lo único en lo que piensa, Sirius quiere vivir esa experiencia con Remus, pero al mismo tiempo no quiere que el chico lo malinterprete, o que ya no quiera volver a saber nada de él si llega a cometer algún error durante el acto. Ha pensado seriamente en investigar al respecto, sobre qué hacer con un hombre en la cama. Simplemente no puede.

—No creo que sea muy diferente que con una mujer. — Sirius aprovecha el corto descanso que les da su entrenador y vomita toda su mente sobre James, el cual en verdad trata de dar el mejor consejo posible. Sirius mira a su amigo no muy contento con su respuesta, casi ofendido.

—Se trata de Remus, no de cualquier mujer. — James roda los ojos y Sirius se indigna aún más. ¿Cómo ha osado el miope comparar a Remus? Pero bueno, no todos tienen buen gusto.

—Solo googlealo, ¿qué tan malo puede ser?

—No puedo, Potter. Ya te lo dije. No-puedo. — Sirius enfatiza las últimas palabras. Ya es bastante malo pensarlo, y ahora que tiene que decirlo en voz alta se siente mucho peor. Es como si su mente le gritara que es un perdedor y que no se merece a Remus por el simple hecho de no poder ver a dos hombres coger.

—Bueno, muy heterosexual no creo que seas. — Sirius empieza a sospechar que el miope de su amigo tiene el don para decir verdades de una manera tan estúpidamente irritante. Mira a James con hostilidad el cual no tiene idea de por qué está siendo visto así. — ¿O sí? — Silencio. El rostro de James se transforma. Si Sirius estuviera de mejor humor, seguro se reiría. — ¿Sí?

—No eres mi tipo, Jimmy. — Solo Remus. Sirius es incapaz de imaginarse estando con otro hombre, ni con nadie. Lo ha pensado, muchas veces, con diferentes personas, y Remus siempre termina apareciendo en su mente, sin dejar espacio para nada más.

—Me alegro que seas Remusexual. — Sirius se ríe. Parece un término adecuado para su situación. James se ríe también, y ambos regresan a su entrenamiento de mejor humor. Definitivamente James y sus comentarios son muy acertados. Sirius es Remusexual, por los siglos de los siglos, amén.

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